EL GRAN SECRETO
Mi padre era conocido por todo el mundo, era noble, fuerte, valiente y un ejemplo a seguir al menos para mi.
Su trabajo le permitía viajar por toda Europa, que para entonces, era lo único que se conocía.
Consistía en financiar las cuentas de los distintos clientes...O al menos, eso me habían hecho creer desde pequeña.
Siempre estaba ocupado, cuando venía, saludaba a toda la familia, a cada uno con un beso y después, se encerraba en su despacho y no salía hasta volver a irse.
Era imposible verle, salvo aquellos días que tenía libre por alguna razón pasaba el tiempo con nosotros, al fin y al cabo, le llamaban incluso así.
Era 20 de Julio de 1476, para ese entonces, padre había librado porque era una fecha importante, el nacimiento de mi hermano pequeño Fernando.
Fue el parto más largo y complicado de la familia, ayude como pude con algunos paños de agua fría.
Padre estaba emocionado, se le caían algunas lágrimas por el rostro, incluidos a Federecci y a mí, tener un miembro más en la familia para cuidarlo, quererlo y protegerlo, era una maravilla de la vida.
Después de tener y estar con Fernando en nuestros brazos, a padre le llamaron para una urgencia, por lo tanto, debía reunirse en su despacho,"De nuevo sin él." Pensé, aunque ya estábamos acostumbrados pero su ausencia, se hacía de notar.
Creí por mi propia cuenta y riesgo, que llegaba el momento de averiguar cual era ese secreto que tanto me guardaban.
Dejé a Fernando en brazos de Federecci.
-Toma hermano, voy a un sitio no tardaré en volver.-
-¿A dónde vas hermana?-Respondí rápidamente.-
-Nada, solo voy a dar una vuelta por el muelle, cerca de aquí, no tardaré, no te preocupes por mí estaré bien.
-De acuerdo pero ten mucho cuidado, la noche no es un sitio como para que tú estés sola por esas estrechas calles.-
-De acuerdo hermano.-
Fue a paso ágil y ligero, siguiendo silenciosamente a padre hasta llegar a su despacho, vi un armario antiguo que allí se hallaba, empotrado contra la pared con unos agujeros por el cual, tenía facilidad de escuchar y oír todo lo que sucedía, me escondí sin que nadie me viera.
Una vez dentro, vi a 3 personas que se hallaban allí alrededor de una mesa 2 hombres de gran altura, llegaban al 1,90 y eran más altos que padre, uno de ellos era moreno de complexión algo grande, y el otro, era moreno de piel algo pálida y tenía complexión estrecha, y una hermosa mujer de mediana estatura, cabellos largos color cereza suave y ojos de un tono marrón oscuro, casi negros.
Estaban discutiendo sobre una especie de cartas y encargos de personas.
-Solo podemos hacer que esto funcione, no puede fallar.-Padre estaba totalmente serio casi inexpresivo.
La mujer comenzó a decir:
-Sabemos que es la única forma de hacerlo, pero las cartas tienen que ser entregadas y los encargos realizados sin que queden pruebas de ello.-
No entendía ni una palabra de lo que decían pero en esas cartas había algo importante que yo debería de descubrir.
-Sabéis que esto no debe quedar fuera de nuestras capacidades y que tampoco debe de salir de aquí.-
Padre sacó una especie de pergamino antiguo largo en el que ponían letras que no alcazaba a leer, en él, hizo que todos los presentes lo firmaran, pensé: "Debe de tratarse de una especie de tratado."
Solo pude llegar a alcanzar una frase que decía:
-"Todo queda dentro y nada mas que dentro, firmado":-
Dusano Lo Bue
Emmeric Arcuri
Adrina Cacciatore
Fiorello Farinelli
No conocía a ninguno de ellos, pero parecían ser de la más alta confianza de padre.
Acabo la reunión y todos se partieron hacía su hogares, cuando se quedó libre, me dispuse a salir, en la mesa no había nada todo estaba como cuando entré excepto que, había un papel en el que ponía:
-"Intenta andar con cuidado Fiorello, hay traidores donde tu has creado confianza, sin embargo no hagas preguntas esto no te lo puedo decir aquí, hablaremos mejor en privado.
De parte de un gran amigo.
Firmado: Anónimo."-
¿Qué quería decir con esto?, ¿La familia estaba en peligro?, ¿Porqué a padre?.
En ese momento un gran mar de dudas se me acumulo en mi cabeza, necesitaba respuestas, quería ayudar necesitaba la verdad.
Cogí la nota y la iba a guardar pero,...¿Padre no la habría leído?...¿O sí?.
Aun así, decidí dejarle la nota encima de la mesa, en un sitio que, probablemente, podría verla y así leerla.
Salí del despacho sin que me viera nadie y fui a la habitación de madre en ese momento puse una sonrisa, me habían encomendado una tarea, era algo extraño pero me dijeron que fuera al mercado a por un par de plumas y papel blanco me dieron dinero y aunque no deje de pensar que podría pasar a partir de esa nota, se podría decir que, no quería preocupar a mi familia y sonreí al oír el recado que me había encomendado tal como estaba madre, no era bueno que se moviera, había sido largo y muy doloroso, además me gustaba ayudar, pensé, ¿Traición?, padre no se merecía eso, ningún miembro de la familia se merecía eso, el nunca ha hecho nada para merecerlo, siempre ayuda a los demás, era buena persona, pero...¿Llegar a arrebatar la vida que el llevaba?, ¿Conspiración?.
Muchas dudas se empezaron a acumular en mi cabeza, tantas fueron que, decidí salir al mercado para no intentar pensar en ello aunque era prácticamente imposible.
Creí que mi familia era una familia normal, nada que ocultar, pero a partir de esa nota todo comenzó a cambiar de manera muy inesperada, aunque tampoco pensé que todo lo que tenía en toda una vida, se iba a desvanecer en un instante.