Capítulo 55

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-Misión de protección –suspiró Naruto, varias veces le había tocado de ese tipo, y siendo realistas eran las más aburridas que podían darle-. Espero que lo hagas bien, suelen ser un dolor de muela ¿Y quién es el blanco?

-¿Acaso no lo sabes? –inquirió estupefacto-. ¿No te das cuenta cómo va el mundo? Obviamente q...

Ambos, tanto Iruka como Kakashi se pararon abruptamente y cogieron a Kurama de los hombros para llevárselo a la cocina. Como no lo habían notado antes, alguien que se había retirado hace tiempo y era casi igual de fuerte que el rubio, tal vez más. Aparte de que su relación era una de las mejores.

Naruto solo miró como se llevaran a su antiguo amigo, dejándolos solos a ellos tres en la mesa.

-Eso fue raro –murmuró terminando de comer todo su puré-. ¿Después de esto continuamos con el entrenamiento?

Sasuke quien parecía fuera de sí, inmediatamente colocó sus manos encima de la mesa. Jamás, ni cuándo se había caído del tercer piso de la escuela, había sentido un dolor como el que experimentaba ahora. Y lo peor era que si no lo hacía, moría.

¿La curiosidad mató al gato? ¡No! La curiosidad mató al Uchiha y lo dejó huevo revuelto.

-¿Tú realmente hacías todo esto allá en Rusia? –dijo en quejidos el azabache.

-Todos los días desde que tengo uso de razón. Nací para esto.

Entonces cada uno siguió comiendo tranquilo. Su compañero se estaba demorando en la cocina, y para ese entonces ellos ya habían acabado de comer y no sabían que más hacer. Por parte de Naruto, ya quería volver a subir para entrenar, solo que esta vez quería hacerlo con Kurama para medir habilidades. En cambio, Gaara y Sasuke querían un baño de agua fría y dormir hasta que sea domingo, y recién iban martes.

-Vamos, creo que demoraran en llegar.

A pesar de que ellos no querían pararse, ir en contra de lo que decía el rubio era algo temible. La furia de la vicedirectora de la escuela quedaba atrás a comparación de la molestia de este rubio, y tan solo lo conocían dos días.

Subieron las escaleras imaginando el dolor que sentirían ahora. De seguro y los mandaban a caminar de manos por todo el filo de la terraza mientras le lanzaban balones a lo loco. O tal vez deberían intentar usar armas con los dedos de los pies mientras que aguantaban la respiración fingiendo estar bajo el agua. Quién sabría qué era lo que se le podía ocurrir a Naruto en ese momento.

Es por eso que cuando pararon en el segundo piso y el rubio empezó a buscar una habitación en específico, quedaron completamente inertes.

-¿Qué hacen parados como tontos? –murmuró-. Pasen de una vez.

Ahora creer que los mandarían a usar armas con los pies mientras fingían estar bajo el agua cobraba más sentido.

Naruto los había llevado al baño y su tina no se veía muy pequeña que digamos.

-¿Por qué hay camillas dentro de tu baño? –preguntó Gaara. El ojiazul había empezado a estirar dos de ellas en forma de 170º grados para que tuvieran mayor tranquilidad. Tranquilamente había prendido la terma y los dos escuchaban como el agua se llenaba poco a poco detrás de aquella puerta de cristal rugoso.

-Después de un fuerte estiramiento de músculos –explicó ante la cara de sorprendidos de ambos-, el músculo queda muy adolorido. Es recomendable hacer masajes para que el dolor al día siguiente no sea tan fuerte. Es por eso que tenemos camillas en el baño.

Ellos no sabían que hacer o decir, delante suyo se encontraba una imagen de el paraíso que iba a ser producida por el mismo demonio. Lo habían visto golpear cosas, habían sentido como era ser golpeado por él mismo y que tan potente podía ser. Un masaje los destruiría.

-¿Quién primero? –preguntó el rubio, y Sasuke como el buen hombre que era, corrió a la ducha de manera casi abismal.

-Que sea primero Gaara, yo me quiero bañar antes –gritó cerrando la puerta que dividía el baño con la ducha, dejándolos a ellos solos.

-No creía que podría correr así después de tanto ejercicio –dijo sorprendido-. Tendré que aumentar la potencia con él.

-Gallina –susurró Gaara con el corazón en mano.

-Bueno, eso te hace ser el primero. Sácate la licra y déjalo en la canasta.

Él también hacía lo mismo con su licra, después de darle masajes a ambos pensaba en darse una buena ducha. No tenía vergüenza, de igual manera los tres eran hombres y ninguno era homosexual. Incluso él era asexual.

Había varias toallas dobladas en uno de los muebles del baño, y cogió el más cercano para envolverse con él.

-¿Estás listo? –Cuestionó, y el pelirrojo asintió con la cabeza-. En ese caso empecemos.

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-Recuerda no demorarte mucho tiempo en la ducha porque luego te puedes enfermar –le gritó el rubio cuando Gaara había entrado a la ducha.

Según el pelirrojo, puede que Naruto sea el mismo demonio reencarnado en un rubio, pero sus manos eran parte del paraíso. Sabía dónde tocar y cuando tocar. Lo hacía con tal delicadeza que parecía ser profesional en los masajes ¿Había algo que este joven no pudiera hacer bien? No se había dado cuenta que el masaje había terminado hasta que se lo dijeron.

Estaba completamente rejalado, y lo mejor era que no le dolía tanto el cuerpo como antes.

Entonces Naruto le mandó a llamar a Sasuke que aún seguía en la ducha. Este estaba con el cuerpo aún adolorido, pero el ver a Gaara vivo le dio señal de que no era tan brusco.

-¿Cómo te fue? –le preguntó mientras se envolvía con cuidado una de las toallas que había llevado el ojiturquesa.

Gaara solo lo miró mal y lo ignoró, no importaba que tan buenos hayan sido los masajes, lo que el azabache había hecho era lanzarlo al peligro inminentemente sin piedad.

-Ve y descúbrelo tú zopenco.

Fue botado casi a rastras de la ducha por el más pequeño, y una vez fuera le fue cerrada la puerta. Sus músculos le dolían bastante y estaba seguro que a Gaara le debían estar doliendo igual, pero este parecía estar llevando mejor aquel picor que uno debía sentir. ¿Podría ser por el masaje? Vamos, era Naruto quien los daba. El niño rubio que había matado a ocho hombres rusos en un estacionamiento.

-¿Estás listo? –le preguntó sacando una crema masajeadora. Su toalla estaba envuelta de la cintura para abajo al igual que la del rubio, pero por alguna razón sentía que ambos estaban completamente desnudos.

Tragó saliva mientras el rubio empezó a masajear sus hombros.

-Sabes, eres un gallina –murmuró Naruto mientras usaba sus nudillos-. Entregaste a Gaara en bandeja de plata, eso puede cobrarse muy caro en mi mundo.

El azabache no dijo nada como respuesta, por lo que Naruto prefirió guardar silencio.

-Date vuelta, ya acabé con la espalda.

Cuidadosamente Sasuke giró para estar cara a cara con el rubio, este estaba muy concentrado en su labor que no se daba cuenta de aquel sonrojo que llevaba el azabache. Una toalla era lo que cubría a su amigo, tan solo una toalla. Y pensar que Gaara tuvo que pasar por todo esto. El rubio estaba tan cerca de su rostro en ese momento que parecían estar besándose.

Creían que nada los quitaría de su ensoñación, hasta que un potente grito proveniente de la puerta sonó. Ahí parado con tal vez un trauma de por vida se encontraba Kurama.

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Okay, ahora Kurama tendrá trauma, pero trauma del bueno (╭☞ ͡ ͡° ͜ ʖ ͡ ͡°)╭☞ Bueno, debo ir a hacer un trabajo rápido de la Universidad y después leer un manga que me acaban de recomendar. Ustedes también saben que tal vez no publique nada hasta el miércoles, pero el mismo jueves tendrán 3 capítulos. Lo prometo.

Pdta: Si quieren que les dedique un capítulo escribanlo en los comentarios

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