"Causemos un pequeño problema"

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ICHIMATSU

Era otro típico día sentado en el sofá, pero solo que esta vez no estaban mis hermanos no me interesaba saber eso ni nada al sentir tus labios sobre los míos, devorándonos mutuamente cuando nadie más nos puede ver, siento tus manos sobre mi cabello acariciándolo pero enseguida una de ellas se pone en mi mejilla acariciándola suavemente, te rodeo con mis manos en tu cuello, cada vez nos acercamos más hasta que nuestro oxigeno se acaba, me miraste con tus profundos ojos tratando de predecir mi siguiente movimiento.

-¿Sangrarías por mí?- Te solté esa pregunta, me pregunto qué responderás.

-Si- Dijiste firmemente, sin duda alguna en tus palabras.

Enseguida ataque tus labios, mordiéndolos un poco para verlos sangrar, lamí el líquido carmesí que salía de tu boca con cuidado de no lastimarte más, ver esa cara, tus labios combinados con esa mirada me hacían enloquecer, era un desperdicio que la cubrieras con tus estúpidos lentes de sol pero así nadie más que yo podía apreciarla bien, inconscientemente me mordí el labio pensando en eso, te acercaste rápidamente hacia mí, me lamiste el labio.

-No lo hagas tan fuerte te estás lastimando- Susurraste, mirándome como si me necesitaras más que nunca, antes de que pudiera decir algo me diste un suave beso en los labios, te separaste mirándome mientras acariciabas mis labios con la mano que antes estaba en mi mejilla y la otra se posaba en mi cintura, mordí suavemente uno de tus dedos para después darle un beso, mierda te ves tan genial tratando de leerme.

-"Causemos un pequeño problema"- Esa era nuestra clave para poder ir más lejos que besos y caricias, no me respondiste nada solo me sonreíste y con cuidado me recostaste en el mueble, me haces sentir tan débil cuando me tocas así.

Regresando al presente tus labios se movían sin discreción alguna sobre mi cuello, marcándome, mientras mis manos pasaban por tu torso tratando de recordar cada detalle de tu piel, mordiste mi cuello y gemí un poco, eso te enloqueció.

Me seguías besando el cuello, ambos queríamos más que solo eso, pero esta vez yo quería empezar así que te empuje haciendo que te sentaras y comencé a bajar el cierre de tu pantalón mientras veía tu cara de excitación y saque tu erección, comencé acariciándola, que vaya tan lento era una tortura para ti así que la metí a mi boca comenzando con un ritmo más rápido, gruñías y gemías mi nombre mientras agarrabas mi cabeza y comenzaba a moverla más rápido hasta que te corriste, tenía un sabor agridulce como nuestra relación.

Me seguías besando el cuello, ambos queríamos más que solo eso, pero esta vez yo quería empezar así que te empuje haciendo que te sentaras y comencé a bajar el cierre de tu pantalón mientras veía tu cara de excitación y saque tu erección, comencé acariciándola, que vaya tan lento era una tortura para ti así que la metí a mi boca comenzando con un ritmo más rápido, gruñías y gemías mi nombre mientras agarrabas mi cabeza y comenzaba a moverla más rápido hasta que te corriste, tenía un sabor agridulce como nuestra relación.

- ¿Podemos?- Preguntaste aun sabiendo la respuesta, era tan obvio.

-Si- Me senté en tus piernas un poco abiertas y me acerque a tu oído para susurrar -Esta vez quiero, no mejor dicho deseo que me hagas enloquecer más de lo normal, quiero sentirte más que nunca- Si pudiera ver esa expresión que tienes ahora todos los días seguramente moriría.

Tus dedos acariciando mis glúteos mientras que con otra mano acaricias mi abdomen podrías por favor dejar de mandarme al cielo solo con tu toque.

-Ichimatsu.

- ¿Umm?

-Si te llega a doler me avis-

-Shhh, deja de preocuparte por cada cosa que me haces solo déjate llevar.

Antes de que pudieras negarte comencé a besarte nuevamente, es la mejor manera de callarte o bueno la que más me gusta,  las prendas solo estorban comenzó a quitarte la camisa y tú haces lo mismo y así con toda la ropa, te noto ligeramente nervioso ¿Ahora qué pasa? Me pregunto a mí mismo, tratas de decirme algo pero no sale de tu boca.

- ¿Qué pasa?

-Puedes ya sabes...eso...dedos.

-¿Cuándo dejaras de ponerte nervioso en esta parte?

- ¿Eh?

-Ups, nada.

Me recostaste en el mueble, cogí tu mano comencé a lamer tus dedos mientras que con la otra acomodabas mis piernas alrededor de tus caderas, alejaste tu mano y lentamente depositabas varios besos en mi cuello como distracción, metiste dos dedos, gemí escandalosamente afortunadamente sabias que no gemía de dolor rápidamente me acostumbre y metiste otro, gemía tu nombre quería tenerte ya y tu igual se nota que te estas conteniendo para no lastimarme.

Después sacaste tus dedos de mí y te estabas preparando para entrar en mí, puse mis manos en tu cuello y sin esperar más sentí como entrabas en mí lentamente, esperaste a que me acostumbrara mientras me besabas, saliste por completo de mí.

-¿Karamat-

Gemí-grite, encorvé mi espalda e hice que mi cabeza fuera hacia atrás al sentir como entraste de una sola estocada y a partir de allí los gemidos y el sonido de cuerpos chocando era lo único que se podía escuchar.

Lo bueno es que cada una de las estocadas eran certeras en ese punto, ya estábamos delirando, tus embestidas cada vez tomaban más fuerza haciéndome gemir más fuerte tu nombre entre los besos que nos dábamos, escuchaba tus gruñidos mientras arañaba tu espalda sin piedad alguna. Saliste de mí por completo para volver a entrar de una forma lentamente desesperante, logrando enloquecerme más.

Ambos sabíamos que no aguantaríamos mas, volviste a retomar un ritmo rápido, estábamos en el éxtasis total, los besos se sentían más agresivos pero excitantes que antes, ambos terminaremos agotados o muertos después de esto, después de unas embestidas más ambos nos corrimos casi al mismo tiempo en medio de besos, gemidos, palabras sin sentido alguno y sudor.

Caíste encima mío exhausto y sin aliento, al recuperar un poco tu respiración saliste de mí y en el poco espacio que había te acomodaste.

-¿Estas bien?- Preguntaste aun agotado.

-S-si, creo- Respondí aun un poco agitado.

-Creo que si tendremos un buen recuerdo de esta casa después de todo- Reíste mientras te parabas con algo de dificultad -Vamos a asearnos antes de que vengan los demás, te cargaría en la espalda hasta el baño pero no creo poder, por cierto auch- Te acariciabas la espalda.

Sonreí después de todo era nuestro penúltimo día en esta casa, ya que nos íbamos a mudarnos en una casa que logramos comprar gracias a nuestros nuevos trabajos.

-Vamos- Me levante y te cogí de la mano.

-Te quiero- Me diste un ligero beso en los labios

-Yo también te quiero- Caminamos juntos, deseando que no llegasen los demas antes de que podamos limpiar nuestro pequeño problema .

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Disculpen las faltas ortográficas y espero que lo disfrutaran.



PD: No sé como tienen sexo ellos, así que esto es como una práctica para futuros KaraIchi :'v

KaraIchi- Enloqueceme- Osomatsu-san Donde viven las historias. Descúbrelo ahora