Destinados. [Gemeliers]

Capítulo 8.

Varios meses después.

Almu.

D: Nena, despierta, llegaremos tarde al instituto.

A: Mmm...-Dije dándome la vuelta mirando a la pared.

D: Veeenga, dormilona. Yo tampoco tengo ganas de levantarme a las siete y media de la mañana para ir a dar clases. ¿No despiertas? Está bien.

Dicho eso, me empezó a hacer cosquillas, en cuanto vió que abrí los ojos de golpe, dispuesta a reírme, paró.

D: Siempre funciona.-Dijo con una sonrisa divertida.

A: Puff, que pereza, y que sueño, y que todo.

D: Lo bueno, es que las dos últimas horas las tenemos libres. La de matemáticas está por baja de embarazo.

A: Eso es bueno.

Me levanté, me vestí, me peiné y todo eso. Bajé abajo, y ya estaba Dani y Jesús desayunando.

A: ¿Quién va a ser el guapo que me va a hacer el Cola Cao?

DyJ: Yo no.

A: Oh, muchas gracias por ofreceros los dos. Cuanta generosidad.

DyJ: Lo sabemos.

Fui a Dani, y le dí besitos por el cuello.

A: Veengaa, hazme tu el Cola Cao. - Dije dándole pequeños besos por el cuello.

D: Está bien, está bien. Pero para, me haces cosquillas. Y demás cosas.

Esto último me lo dijo susurrando al oído.

Miré hacia abajo, por si se refería a lo que estaba pensando y... efectivamente.

J: Dani, no le susurres. Que te ponen cachondo los besos en el cuello, y te has empalmado.-Dijo estallando en carcajadas.

Yo me puse roja, y él se llevó una colleja por parte de Dani.

D: Gilipollas.

J: Me has echo daño, inútil.

D: Te jodes, hermanito.

J: En realidad lo quiero.

Dani me puso el Cola Cao, y desayuné en silencio.

De camino al instituto, seguía en silencio.

D: ¿Te pasa algo?

Negué con la cabeza.

D: ¿Es por lo de la cocina? Si que es cierto que... bueno, te imaginas y tal, pero que no pasa nada, no te me traumatices.

A: Está bien.

Llegamos al instituto, y entramos a clases.

A la hora del recreo, fui al baño antes de bajar al patio.

A: Bajad vosotros, ahora voy yo.-Dije dándole un corto beso a Dani en los labios.

Fui al baño, y allí vi a Sara, y sus dos perritos falderos.

Cuando me vieron, lanzaron una risilla.

Y cuando salí, igual.

A: Niñatas, ¿por qué os reís?

S: Pues bonita, que Dani te la está pegando. Se está mandando mensajitos conmigo, mientras está contigo.

A: Eres una metemierdas, guarra.