No sentía ningún cansancio de todo lo ocurrido durante todo el fin de semana cuando desperté a la mañana siguiente. Desperté al mediodía, mis primos llevaban media mañana jugando a la videoconsola y mi tía ya había empezado a hacer la comida. Después de tomar café me hicieron saber que habíamos quedado para comer con la misma gente con la que habíamos ido de acampada.
Me cambié de ropa con tranquilidad, aun quedaba tiempo y no habían quedado muy lejos de casa de mis primos. Cuando llegó el momento de irnos, cogimos las chaquetas y bajamos las escaleras hasta la calle, a esperar que llegaran los demás. Mi tía bajó un par de minutos después abriendo el buzón antes de salir. Entre la propaganda encontró un sobre que tenia escrito mi nombre. Intrigada por lo que pudiera haber en el interior del sobre, me lo entregó preguntando si sabía quién me había escrito.
Me hice el sorprendido, aunque sabía perfectamente que iba a recibir aquel sobre. Lo abrí y saqué el anillo del sobre, lo cual provocó un inesperado interés por parte de toda mi familia, creyendo que había alguna chica que tenía mucho interés en mí. No tuve más remedio que fingir que no tenía ni idea de quién me mandaba aquel anillo y no tardé en esconderlo en un bolsillo del pantalón.
Una vez llegaron todos los demás, fuimos caminando hasta el restaurante donde comeríamos. Durante todo el camino tuve que escuchar comentarios y bromas sobre el anillo recibido y quien podría habérmelo enviado. El rato de la comida fue agradable y tranquilo, hasta que se me ocurrió mirar el reloj recordando la hora a la que salía el avión. Empecé a meter prisa a mi familia, recordando que no tenía preparadas las maletas y el tiempo empezaba a echárseme encima. Debido a mi insistencia no tardamos en regresar a casa. Preparé las maletas y me aseguré de tener todas las cosas preparadas para facturar y embarcar en el aeropuerto.
En cuanto llegamos al aeropuerto, buscamos donde debía facturar el equipaje, viéndome obligado a hacer cola durante más de veinte minutos. Pasé un rato con mi familia hablando y recordando algunos momentos de aquellas vacaciones. En el momento que escuché por megafonía que anunciaban el embarque del vuelo que tenía que coger me despedí de mi familia, prometiendo que volvería en cuanto pudiera.
Antes de dirigirme hacia el control de seguridad, me encontré con Ricardo que fingió sorprenderse de que nos viéramos allí. Mantuvimos una breve conversación y después cada uno fue en una dirección distinta. Entre las pocas cosa que hablamos me indicó que él salía en el siguiente vuelo al mío. Aun sabiendo que estaría cerca, no esperaba encontrármelo personalmente, pero gracias a ese encuentro me sentí algo más seguro hasta que llegué a mi casa.
Pasé ahora el control de seguridad y me volví para despedirme de mi familia a la distancia. Mientras caminaba hacia la puerta de embarque, sentí una fuerte punzada en el pecho que casi provocó que cayera al suelo por el dolor. Algunas personas se acercaron para ayudarme, preocupándose por mi estado de salud. No tardé en sentirme mejor, agradecí la ayuda y seguí caminando hasta llegar a la puerta de embarque. Las azafatas en la puerta habían visto lo ocurrido y me permitieron ser el primer pasajero en subir al avión. Terminaría agradeciendo haber sufrido aquel fuerte pinchazo en el pecho, pues toda la tripulación del avión se preocupó por cómo me encontraba durante todo el recorrido.
Miré el billete y busqué mi asiento, descubriendo que tenía asiento de ventanilla a la altura de las alas del avión. Me senté y abroché el cinturón. Comencé a mirar hacia el exterior por la ventanilla para ver el aeropuerto y el resto de aviones. Me quedé completamente paralizado al ver sobre el ala del avión a un hombre vestido con una armadura. Sabía que se trataba del enemigo, seguramente aquel que había acabado con Iynehas días atrás.
Intenté desabrocharme el cinturón lo más rápido que pude, para poder defenderme si decidía atacarme. Aquella situación me puso de los nervios y no lograba a desabrocharme el cinturón. Miraba al enemigo mientras fallaba en mi intento de desabrocharme, viendo que en el intento de acercarse hubo algo que lo detuvo en seco. El enemigo retrocedió cuando una esfera de fuego le golpeó en el costado.
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(L.A.S) Los Cuatro Arqueros
Fiksi Umum¡Fuimos tan ingenuos! Creímos que podríamos dejar atrás lo ocurrido. Pero la suerte nunca quiso estar de nuestra parte en aquel tiempo. Sabíamos que había otros anillos, pero preferíamos cerrar los ojos y olvidar. Creímos que si mirábamos en otra di...