"Angel" - La Verdad (I)

29- Pieza que nunca había encajado.

Abrí los ojos de golpe. No había tenido ningún sueño, mi mente había estado en un agradable color negro. Pero, ahora ya despierta no sabía qué sentir.

Me incorporé sobre la cama apoyando mi espalda por la cabecera y observé la habitación. Mentalmente me puse a nombrar los objetos que eran míos, empece mas no pude continuar... no sentía que aquellos me pertenecieran, no sentía que yo perteneciera allí realmente.

¿De verdad había pasado todo eso anoche?

Mi cabeza retumbaba con un dolor que ni siquiera me dejaba pensar con claridad suficiente para poner en orden mis pensamientos. El dolor se hallaba principalmente en el centro de mi cabeza, daba la sensación de que mi cerebro se desprendiera en dos partes.

Al poner una mano en mi cabeza caí en la cuenta de lo sucia que me encontraba. Mis ropas estaban embarradas y rotas en algunas zonas; mi cabello estaba enmarañado y asqueroso, y tenia mugre debajo de las uñas. A duras penas me puse de pie y me encamine al baño.

Me sentía tan extraña, tan ajena a mi alrededor y eso me entristeció de sobre manera. Este día era gris y así continuaría.

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Violet:

Hemos salido muy temprano por que a tu padre lo llamaron del trabajo y yo debo ir al invernadero para traer cosas de la florería. Lleve a Peter William con Alice. No quise despertarte por que últimamente te ves cansada y pensé que necesitarías dormir más.

Un beso,

Mamá

PD.: No sé a que hora volveremos así que cocina solo para ti.

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Encontré la nota pegada en el refrigerador y al leerla una amarga sensación se extendió por mi persona.

No entendí por que no me habían despertado nada más para cuidar a mi hermano pequeño ya que yo nunca me oponía a ello. También pude haber acompañado a mi padre al trabajo, de pequeña recuerdo que lo hacia bastante de seguido y pasábamos un buen tiempo juntos. Pero lo que más me descolocaba era el hecho de que mi madre no haya insistido en llevarme con ella al invernadero, ella siempre decía que yo debía acompañarla y así aprender de ella. El invernadero de mi familia siempre me había gustado y causado interés, con los años había aprendido bastante sobre el manejo y mantenimiento de las plantas gracias a él y a mi madre que me daba clases sobre todo lo que podía cada vez que tenia la oportunidad de hacerlo.

Al final decía que quería dejarme dormir, era extraño, bueno, admito que había tenido problemas de sueño varias veces pero no entendí porqué desperdiciar un día productivo con ella o con mi hermano o hasta con mi padre. ¿Porqué me querían lejos? Por que eso sentía, como si quisieran alejarse de mi.

Bufé. No, solo estaba en mi cabeza, mis padres no eran así.

Me senté en la mesa de la cocina y bebí un café que había preparado.

El dolor de cabeza había cesado luego de beber del contenido de la botella que, tal  y como había declarado la señora Crevey, se hallaba en mi escritorio. Mi brazo también me había dolido mucho y recordé sus instrucciones de aplicar unas gotas sobre la herida para desinfectarla y así ayudar a que sane más pronto , y solo lo hice. El alivio de ambos dolores fue inmediato, como si sedaran la herida. Me quedé maravillada con lo bien que se sentía incluso al beberla. El sabor metálico podía dejarse pasar cuando mis músculos se relajaron y mi cuerpo se enfrió.