❝ noche de juegos; jinkook.

Noche de Juegos~

Era una noche de invierno, todos los chicos de la banda se encontraban en el departamento, disfrutando de la paz que reinaba en el ambiente y del silencio absoluto. Si no fuera por los hiperactivos maknaes, los mayores seguirían disfrutando. Jungkook se acercó a su Hyung mayor pidiéndole que dejara de leer y fuera a jugar videojuegos con él. V y Jimin aparecieron tras el pequeño del grupo, haciendo caritas de perritos mojados para que Jin aceptara. Estaba tranquilamente en uno de los sofás leyendo una novela, maldecía a los 4 vientos su suerte, no es que no le agradaran sus pequeños, pero este era su momento de descanso y quería disfrutarlo.

-¡Anda Jin Hyung! Vamos a jugar videojuegos, muero de ganas de probar el nuevo Mortal Combat-Le decía Jungkook mientras lo sacudía de los hombros, ya que se encontraba tras él. Jimin al ver que Jin no movía ni un musculo le quito el libro de las manos y se lo entrego a Taehyung. El mayor se paró rápidamente para poder quitárselo pero el menor salió disparado hasta el baño, encerrándose en este. Apoyo la cabeza en la puerta, viendo como los otros dos se le acercaban.

-Él no te lo dará hasta que juegues con nosotros-decía Jimin con autosuficiencia-lo conozco. Así que...¿Por qué no te rindes?

El mayor búfo.

-Vamos Hyung, solo será un rato, además, no es como si tuvieras algo mejor que hacer. Suga Hyung se fue a quien sabe dónde, Namjoon está más que muerto en su habitación y J-Hope se encuentra practicando su rap. Además de que Tae ya te quito tu libro. -Jin tan solo se quedó mirándolos por un minuto, Jungkook había hecho unos pucheros adorables y aunque no quisiera, lo derretía. Vale que eso había sonado muy gay pero ya no le asombraba, desde hace varios días se sentía extraño al estar junto al maknae de la banda, se mostraba nervioso cuando le miraba detenidamente, su estómago se revolvía cada vez que el pequeño lo abrazaba y sentía un cosquilleo en el pecho cuando Jungkook sonreía. Sabía que algo le pasaba respecto al maknae, pero no quería darse cuenta que podría estar enamorado de él, no, sería algo inimaginable y por el simple hecho de llevarse 4 años, imposible.

Tan solo dejo salir un suspiro largo y se irguió.

-Vale, solo será un rato y con una condición-los pequeños se quedaron expectantes-que Taehyung me devuelva mi libro. ¿Me escuchaste?-El mayor se había acercado de nuevo a la puerta para alzar la voz y preguntarle eso a su dongsaeng.

-Si Hyung, no seas pesado.-Taehyung ya se encontraba abriendo la puerta devolviéndole el dichoso libro y mirándolo juguetón.

Ya más tranquilos, los 4 se dirigieron al salón donde rápidamente el maknae encendió la consola introduciendo el juego, emocionado. Jimin y Taehyung se encontraban en la cocina tomando los vasos y alguna que otra botana.

-Jimin, ¿Qué crees que haces?-el pelirrojo sacaba del congelador unos hielos y como no, cervezas.

-Tranquilo Tae, solo son cervezas, un poco de alcohol no nos hará daño-el pelirrojo se encontraba peligrosamente cerca de Taehyung, su respiración chocaba contra el cuello del contrario por lo que lo hacía temblar. El menor solo se pegó más a la pared hasta quedar totalmente atrapado.

-P-Pero no está b-bien...-Jimin acerco su rostro al de Tae que susurraba esas palabras, Jimin se inclinó un poco y junto sus labios. Era un beso tranquilo pero con cierto grado de pasión, el mayor poso su mano en la cintura del menor pegando sus cuerpos, escuchando las quejas Tae por separarse. Al final, el mayor mordisqueo el labio inferior del menor, antes de separarse. Vale que todos sabían lo que se traían esos dos pero simplemente era demasiado.

-Ya verás que cambiaras de opinión-Jimin le guiño el ojo mientras tomaba los vasos junto a las cervezas y se dirigía hacia el salón. El castaño solo atino a sonrojarse, tomando las botanas y saliendo de la cocina, siguiendo al mayor.