El Caso

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Un magnífico día soleado, se presentaba en la aglomerada ciudad de Osaka, eran exactamente las ocho de la mañana y la familia Hattori estaba completando los preparativos para el viaje a Tokio. Heiji y Kazuha, no se habían dado ni los buenos días, estuvieron en silencio durante toda la mañana. Cada uno vivía sumergido en sus propios pensamientos, sobre todo el moreno, quien desde que abrió los ojos, estuvo dándole vueltas a la conversación que había tenido con Kazuha durante la noche anterior.

<< ¿Cómo pudo conocer la identidad de Kudo si éste nunca se lo había dicho>>. Pensó.

Seguía haciéndose  esa pregunta desde que se había enterado, y la necesidad de que Ran se lo aclarase, eran inmensas. Frunció el ceño, malhumorado, pues le costaría bastante ser amable con ella, ya que después de todo, la relación que habían tenido ambos, se había roto desde la boda de Ran, donde sin darle demasiadas vueltas, le echó en cara el daño que le había provocado a Shinichi a causa de sus decisiones. Desde aquello, la relación entre ambos se había tornado fría.

<< Aún así debo averiguar sobre esto >>. Él tenía claro no echar para atrás cuando estuviera pisando Tokio.

Por otro lado, Kazuha estaba igual, tenía la mente inquieta, buscando innumerables maneras de despistar a su esposo. Se le hacía complicado encontrar una posibilidad para conseguirlo, debido a que estaba casada con un detective así que ¿Cuál sería la mejor estrategia? No cabía duda de que ese no era su terreno, no era tan astuta, sin embargo, eso no significaba que no encontraría una solución.

<<No te saldrás con la tuya Heiji>>. Ella sonrió de forma maliciosa.

Heiji miró a su mujer y vio que de repente en su rostro se dibujo una sonrisa terrorífica y éste no pudo evitar asustarse.

—"E-Esta mujer da miedo"—Pensó con cara de pánico

—Heiji ya deberíamos irnos, llegaremos tarde—Dijo Kazuha con los ojos cerrados sin mirarle.

El moreno salio de sus pensamientos y asintió con una gota de sudor en la frente, no tenia ninguna duda, Kazuha estaba planeando algo y éste se temía lo peor.

—"Tengo miedo"—Pensó Heiji

—Venga nos vamos, Kotake cielo, ven aquí—Decía mientras cogía al niño—Vamos Heiji, muévete.

—¡S-si!—Respondió de forma automática mientras cogía las maletas

Así fue como los Hattori emprendieron su camino hacia Tokio, Heiji no podía evitar pensar en lo que debía hacer cuando llegase a su destino, pero tampoco olvidaba la terrorífica mirada de Kazuha, debía estar alerta.

Mientras en Tokio, en las calles de Beika el sol asomaba. Era una mañana muy tranquila en la mansión. Sin ninguna duda era el mejor momento de Ran y Shinichi quienes en aquella mágica noche después de haberse amado tanto se que quedaron entre besos y caricias completamente dormidos. A pesar de no querer despertar de su maravilloso sueño, la karateka no pudo seguir durmiendo debido a la luz del día. Abrió poco a poco los ojos asimilando lo de anoche...No había sido un sueño..Fue real.

Se quedo mirando la cara de su detective, no pudo evitar sonreír tontamente al recordar sus palabras, en las que en cada beso, caricia y unión le decía lo mucho que la amaba. Le acarició el torso hasta llegar a su rostro, éste seguía totalmente dormido, sin intenciones de despertar, como si de un niño se tratara. Ran sonrió al ver que en su rostro vislumbraba mucha paz.

—"Tonto, es increíble saber lo mucho que te extrañe"—Pensó mientras le acariciaba el rostro.

Como respuesta de sus caricias, el detective la apretó más hacia él hasta tal punto de hacer chocar sus narices. La violácea no pudo evitar sonrojarse por la escasa distancia, sintiendo como se aceleraban los latidos de su corazón. Se acercó rompiendo aquella distancia rozando los labios del ojiazul con los ojos cerrados, hasta que de repente los abrió por el inesperado beso recibido por parte de su amado, pues lo había despertado por el dulce gesto el cual quiso aprovechar apresando sus labios. Ran correspondió inmediatamente expresando todo su amor. Después de separarse juntaron sus frentes mirándose de forma tierna.

Sueño [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora