(7)| my dear stranger » kaisoo

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Título: my dear stranger (mi querido extraño)
Pareja: jongin + kyungsoo
Género: fluff, romance, smut
Número de palabras: 3.1k
Resumen: Kyungsoo nunca ha tenido sexo con un extraño; pero en su defensa, aquel momento no es sólo sexo y Jongin definitivamente no es un extraño.
Fecha de publicación: 27/03/15

🌙

Kyungsoo dibuja su vida a través de ilusiones ópticas, surrealistas y paletas monocromáticas. Él es blanco corrugado como sus sábanas en mañanas de invierno hostil; como mitades de tostada en el mesón de su apartamento y un penetrante aroma a café que acaricia sus fosas nasales, también es colillas de cigarros a medio fumar pero es un vicio del que Kyungsoo no está orgulloso.

Toda la vida de Kyungsoo se ha planteado en pocas palabras en sus clases y majestuosas producciones escritas porque confiesa que él es mejor escribiendo sus sentimientos que expresándolos. Kyungsoo es un efímero anochecer y un vacío despertar y su vida vuelve a su ciclo costumbrista grisáceo, como un espiral que absorbe los sueños de grandeza que alguna vez pintó en hojas de papel reciclado porque su maestra de preescolar era ecologista y «Kyunggie yah, esto en un gran paso para cambiar nuestro planeta» Kyungsoo quisiera encontrarla ahora, a sus veintidós años, y arrojarle en la cara todo el humo de la última cajetilla de cigarros que compró.

Las tardes de invierno se pintan en tonos claro oscuro, la pseudo soledad en un departamento en víspera de las festividades de diciembre hace que Kyungsoo sonría del solo pesar. En la alacena ya no hay paquetes de ramen y de repente el deseo de salir y comprar nuevos suministros golpea incesante su lista de quehaceres; quizá también aproveche a surtir su refrigerador con latas de cerveza o jugo de arándanos porque le gusta el sabor haciendo mella en su lengua, como dulce néctar.

Con un suspiro que no alcanza a golpear las paredes de su hogar, Kyungsoo emprende un viaje hacía el supermercado más cercano, es de los que suele tomar el impermeable amarillo fluorescente para cubrirse de la lluvia azotando fuera, pero esta vez opta sólo por tomar un modesto paraguas color blanco con franjas rojas y salir en medio de la tarde que parece noche decorada con destellos en el cielo y gotas frías.

Las calles de Jjanghae desfilan apagadas, con miles de personas yendo y viniendo, protegiendo de la lluvia sus perfectos peinados e inmaculadas vestimentas. Kyungsoo se permite extender la palma de su mano para que las gotas cristalinas acaricien sus dedos. La sensación de frío sacude su cuerpo pero no es del todo desagradable, a Kyungsoo siempre le ha gustado el invierno, y disfrutar de un clima como este es su mayor deleite. Su gloria.

Hace tanto tiempo que está en Seúl, una pintoresca obra de arte en verano, un óleo forjado en puntillismo abstracto, mientras que en invierno se convierte en un pasivo tallo en arte surrealista, para que cada humano que le admire tenga la capacidad de vislumbrar qué ve sin ataduras y concepciones. Kyungsoo alcanza a definir a esa Seúl como vacía, al igual que sus emociones. Seúl está vacía sin chispa alguna de vivacidad casi tanto como él en ese instante.

La tienda de conveniencia está medio habitable, una que otra anciana comprando espárrago, latas de atún y adolescentes intentando convencer a la encargada de que comprar cigarros a los diecisiete es completamente legal. Kyungsoo pasa de ellos arrastrando sus zapatos mojados por el piso de cerámica que, apostaría, fue encerado hace sólo unos minutos. El pasillo huele a productos envasados al vacío, ramen, arroz, todo instantáneo. Otros huelen a detergente así que Kyungsoo lo ignora porque es alérgico a ciertos productos de limpieza.

La canasta cuelga de su brazo y los productos hacen un peso ligero, tiene tanto qué cocinar, sabores qué mezclar y una cena para una persona qué servir.

La Coleccionista → EXODonde viven las historias. Descúbrelo ahora