Torture (Larry Stylinson)

Capítulo 41

Liam y Zayn ya habían disfrutado de par de machinas. El morocho se llevó a su amigo a ver una película a su casa. Niall se había encontrado con Stan y Perrie, la estaban pasando de maravilla.

Zayn llevaba a Liam de la mano, no eran pareja pero algo especial empezaba a emanar entre ellos. Al llegar al hogar, eligieron la que más llamara su atención entre todas las que el moreno guardaba. Encargaron pizza y se fueron a la habitación. Antes de empezar la película, decidieron charlar un rato.

— Liam yo quiero agradecerte por acompañarme.

— No hay de qué hombre.

— Definitivamente le agradezco a los chicos que aceptaran que me dieras la taquilla.

— Ellos son un amor —Zayn asintió con la tristeza plasmada en su rostro.

— ¿Pasa algo? —interrumpió el castaño.

— No, bueno no sé.

— Explicate Zayn.

— Ellos son buenas personas, no son fenómenos por ser gays y yo, bueno me siento mal por lo que hice. Aunque aún sigo en negación con ese tipo de relación pero, no por eso debo impedirles su felicidad.

Liam sintió como si una puñalada traspasara su pecho, también una patada en x sitio dolería menos. "Negación en ese tipo de relación". A él le gustaba el moreno pero cada vez veía misión imposible ser correspondido. Se armó de valentía, respiró disimulado y tomó la palabra. — Te entiendo, pero lo importante es que aceptes esa felicidad y no trates de destruirla.

— ¿Sabes? Modest está muy obsesionado con ellos, en especial Harry, por eso cada vez busca más gente para que se unan a él.

— Yo creo, seriamente creo que Modest ni se baña, está tan pendiente de la vida de otros que es capaz que se le olvide hacer las necesidades básicas —espetó el castaño, haciendo al otro reír.

Hablaban entre escenas mientras observaban la película, inconscientemente el moreno se recostó del hombro del castaño y éste igual se recostó sobre él. Compartían la comida y observaban detenidamente la cinta.

Louis y Harry se toparon con la atracción "el martillo". Harry corrió hacia el lugar llevándose a su novio entre sus manos.

— ¿Vamos Lou, si si si, yo también quiero, nunca he pasado por eso, si si? —notó la confusión en el rostro de Louis, — ¿Si, daddy? —preguntó con sus manos en súplica y revoloteando sus rizadas pestañas de manera angelical.

Louis besó su mejilla. — Todo para mi princesa.

El mayor salió exhausto, sentía su cabeza martillar de verdad, en cambio, su acompañante estaba tranquilo. Se sentaron a descansar en un banquito a las afueras.

— ¿Dónde estarán los chicos? -preguntó el ojiverde recostando su mentón en el peluche.

— No sé, sólo espero que estén divirtiéndose.

— Louis, tengo hambre.

— Cómeme —dijo mordiendo el lóbulo de la oreja del chico.

Louis paseaba la mano por su muslo mientras lo besaba. Harry soltó un suave jadeo, era muy sensible a lo besos y al tacto de Louis. Cuando se separaron gruñó por lo bajo y mordió su labio inferior.

— Harold no hagas eso. No es nada sano.

Harry rió.

La noche pasó ligera, comieron tacos y visitaron una que otra machina extra. Eran las 1 de la madrugada. Estaban agotados so decidieron irse. La feria cerraba en algunas dos horas.
Iban en silencio, pero uno relajante.