reto: no tengo idea de como se llama el reto realmente

Parte 1 Sin Título

En un lugar lejano estaba flotando un joven de unos brillantes orbes azules absortos en nada, perdido en algún lugar. Respirando y olvidando que era de su vida, ¿cuantos años tenia?¿como era?¿que estaba haciendo? No importaba, el estaba en paz, desconectado seria mejor palabra tal vez. Pero Una voz resonó en su cabeza, dolía un poco. Parecía lejana y ajena. Alguien le estaba llamando con una gran determinación, sonaba y sonaba sin parar. Hasta que por desgracia no lo tolero mas y sus ojos se abrieron encontrándose con su amigo mirándolo con una cara de seriedad mezclada con enfado.

Alfred ya es tarde, deberíamos volver a casa. El sol se estaba marchando del pueblo y los niños que jugaban a los alrededores volvían a sus hogares para descansar preparándose para el día siguiente. Los 2 jóvenes veían como el resto se iba mientras ellos simplemente esperaban a que nada pasara, pasar el tiempo juntos por que si, ser feliz con el solo silencio. No duro mucho, pues no era un estado al cual Alfred le sentara muy bien.

Creí que ibas a ir a ver a tu hermana y me dejarías dormir en el bosque solo toda la noche. Las mejillas del contrario se tiñeron de un ligero rosado que así ni se notaba por la obscuridad en la que el pueblo comenzaba a ceñirse. Una suave risa se poso sobre el rostro del rubio volteando la mirada hacia el otro, posando sus ojos por cierto tiempo , ni mucho, ni poco, volviendo nuevamente la paz al lugar en el que ambos chicos estaban sentados.

Vino ella a decir la hora hace no mucho. Rompió el menor el silencio que se había formado, desconcertando un tanto a su acompañante. No es que fuera desagradable, simplemente era extraño el que el rubio mantuviera silencio un largo tiempo. Itzel, hace nada vino y me aviso que te podías quedar a comer con nosotros. Una sonrisa algo burlesca acompañando a su segundo comentario.

Gracias. Hablando de que harían luego, o quizás mañana, hablaban y hablaban hasta que decidieron por fin volver a casa de Pedro para comer y después volver cada uno a su casa.