Capitulo 9.

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–Hoy, hace seis meses, que no estas conmigo–murmuro mirando una foto donde estamos juntas–no sabes lo malditamente que te extraño. Eras mi mejor amiga, mi compañera de travesuras, la hermana que nunca tuve.

Lágrimas corren por mi rostro como si fuera una cascada.

–¿Qué paso con el siempre juntas?–susurro, aunque se que no me va a escuchar nadie–Eras lo único bueno de mi vida, y te fuiste asi de la nada, te fuiste sin despedirte. Recordar tantos momentos juntas me hace daño, pero es lo unico que me puede hacer sentirte cerca. Lo siento tanto.

Digo mientras me llevo la fotografía a mi pecho, justo en el corazón.

Hoy hace medio año que perdí a la única persona que alegraba mis días, que me aguantaba, me bancaba en todas, me mimaba, me aconsejaba siempre y que estuvo para mi, hasta que se fue.

Me dejo para siempre.

–Rose Evans fuiste la mejor amiga que puedo tener. Jamas te olvidare–le susurro a la foto, mirándola a ella.

Me seco las lágrimas con el dorso de mi mano y guardo la fotografía abajo de mi almohada, donde siempre la tengo. Me recuesto en mi cama con miles de pensamientos en mi cabeza. Hasta que se me viene uno importante.

Calum.

Ese chico que los primeros días de clase no me agradaba para nada y ahora... Ahora me es imposible no pensar en él.

Calum en estos meses me ha demostrado lo buena persona que es, él es tan hermoso por dentro y por fuera. Es de esa clase de chicos que no le importa el que dirán, que siempre va a estar para vos pase lo que pase.

Me encanta admirar sus hermosos ojos marrones, puede que sean comunes, pero tiene un brillo hermoso. Y cuando sonríe sus ojos se achinan y aparecen pequeñas arrugas a sus costados haciéndolo ver malditamente adorable y hermoso.
Siento una atracción por él no solo físicamente si no que también emocionalmente. Él es atento, cariñoso y divertido conmigo. Y que él sea así conmigo hace que mi corazón se acelere.

Jamas pensé que alguien o un chico volvería hacer asi conmigo. No después de lo que pasé. Pero había un problema.

Calum no sabia lo que pasé. Él no sabe mi secreto.

Y aunque él me haya dicho y demostrado que puedo confiar en él, esto era demasiado para mi. Se que si le llegó a contar el se va a alejar de mi vida así como lo hicieron los demás, porque esto es demasiado fuerte para una persona normal. Así que por ahora solo prefiero cerrar la boca y fingir que todo esta bien.

Escuchó pasos cerca de mi habitación y luego golpes en mi puerta.

–Hora de cenar engendro–grita la persona que se hace llamar mi hermano detrás de la puerta.

–¡Voy!–grito de regreso.

Me levanto de mi cómoda cama y salgo de mi pieza para ir a la cocina que es donde comemos.
Cuando llegó veo a mi mamá sentada en una esquina, a mi hermano en su derecha y yo me siento a su izquierda, como siempre.

Al frente mio hay un plato con pollo y papas al horno. Rico. Pero sabía que esto no se podría disfrutar como se debe.

–Tu papá llamo–dice Marie, mi madre.

Y aca empieza la misma rutina de siempre cuando cenamos.

–¿Qué dijo?–preguntó Edward, mi hermano, emocionado.

–Que nos ama, que ojala estemos bien y que envió plata a nuestra cuenta.

–¿Y qué más puede decir? Si lo único que hace es follarse a su secretaria–digo secamente.

–¡No hables así de tu padre!–me reprocha mi mamá.

–Ilusa de ti que todavía no se da cuenta que no nos ama–le digo mirándola fijamente–que no te ama principalmente a ti.

Si sabia que estaba siendo muy hija de puta al hablarle así a mi madre pero era la verdad y ella se la merecía.

–Callate–gruñe Ed.

–No, callate tú. ¿Cuándo se van a dar cuenta de la porquería de persona que es?–me levantó de la mesa bastante enojada.

–¡Todo es culpa tuya, Emma!–me grita mi mamá.

Y eso es suficiente. Acá es donde debo salir para no debilitarme frente a ellos.

Salgo demasiado enojada pero también triste al saber que mi madre dice que todo es culpa mía.

Y capaz tenga razón.

Cierro la puerta de mi pieza fuertemente y le pongo seguro, para después ir corriendo hacia mi cama y acostarme en ella boca abajo. Y es imposible no llorar.
Saber que tu propia madre te odia no es lo mejor del mundo. Todo iba bien hasta hace cuatro años. Cuando encontré a mi papá follar con su secretaria.

Tenia trece años, era casi una nena todavía. Pero ese día él destruyó a esa nena.

Cuando se dieron cuenta de que yo había entrado a la oficina se visitieron rápidamente y papá echó a su secretaria a su propia oficina para que pueda hablar conmigo. Él me hizo prometerle que jamas le contará a mi madre de lo que había visto, y yo se lo prometí. Me había dicho que eso que había visto no iba a pasar nunca más y yo como idiota le creí. Hasta dos semanas después que volví a la empresa de mi papá por sorpresa y los vi besándose. Ese día me aleje de él, no volví nunca más a confiar en esa persona que decía ser mi padre, hasta el día de hoy sigo sin confiar en él.

Me volví fría con él, mi madre me preguntaba porque era así y yo solo la miraba con lastima. Saber que mi padre le estaba engañando me rompía el corazón pero no podía ver a mi mamá sufrir, por eso nunca le dije, hasta que paso lo inesperado y le dije. Le conté todo pero ella nunca creyó en mis palabras. Ella nunca creyó en mi.

Ella me decía que estaba equivocada, que mi padre jamas le haría algo así a ella. Pero resulta que la que estaba equivocada era ella, no yo.

A pesar de todas las veces que le insistí en que era traicionada por Oliver, mi padre, me canse. No aguante más que no creyera en mi, entonces deje que sea la cornuda.

Todo este quilombo también involucró a mi hermano. Mi padre era un héroe para él, entonces estaba de su lado. Edward igual decía que era una mentirosa.

La familia que alguna vez tuve ya no esta más.

Todos me dejaron de lado por un maldito hijo de puta que piensa que con la plata que nos da vamos hacer feliz.

En todos estos momentos estuvo Rose, ella estuvo desde el primer día que nos conocimos. Desde los cuatro años, cuando se mudo al frente de mi casa.

Ella bajaba de su auto con un cachorro en sus manos, y mierda, yo amaba y amo a los perros. Le había preguntado a mi mamá si podíamos ir a ver al perrito y ella me había contestado que si y que de paso había que saludar a los nuevos vecinos, me acuerdo que le había contestado algo como "pero yo sólo quiero ver al perrito", Marie se habia reído de mi respuesta.

Pero desde ese día Rose y yo eramos inseparables.

Hasta habíamos hecho que nos mandaran a la misma escuela todo para estar juntas siempre. Ella había estado en los buenos y malos momentos, se había convertido en mi mejor amiga. Ella no me dejó de lado cúando le conté lo de mi padre porque creyó en mi, no pensó que estaba loca y que era una mentirosa. Pero ella ya no estaba más, y la extrañaba.

Me duermo con el pensamiento de que seria de mi vida si nunca hubiera encontrado a mi papá en esa situación, si mi mamá y hermano no me trataran de mentirosa y loca. Y principalmente que seria de mi vida si Rose estuviera acá.

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Multimedia: calum mi vida

The Secret » c.h [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora