c a p í t u l o 1

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La primera vez que te sentiste realmente triste en tu vida fue el día en el que tu madre fue diagnosticada con cancer.
La primera vez en la que te sentiste realmente sola en tu vida fue cuando murió.
No importaba cuánto te abrazaba tu papá, era como si hubieras entrado en estado vegetal y así fue durante semanas.
Quince meses habían pasado desde que tú madre murió y tú y tu papá estaban en el coche, tomados de la mano, camino a California.

—Te va a encantar, mi amor —Dijo tu papá por décima vez en el día.

—Estoy segura que si, un arquitecto como tú tiene buen ojo para las casas —Dijiste posando tu mano en su nuca y la acariciaste, como tú madre solía hacer. Tu papá sonrío y subió un poco más el volumen de tu música.

—Esta me gusta —Dijo.

—Siempre dices eso cuando empieza —Le dijiste riendo un poco. La canción era About a Girl de Nirvana y era la única canción de ellos que a tu papá le gustaba.

El camino restante fue en resumen: lluvia, nubes y Nirvana. Parando de vez en cuando a gasolineras para ir al baño y comprar comida. Cuando llegaron lo único que esperabas era que siguiera igual de nublado y lluvioso, y así fue. Apenas saliste de el coche sacaste tu caja de cigarros de tu bolsillo y prendiste y colocaste uno en tu boca mientras observabas a tu alrededor.

—(Nombre), acabamos de llegar... —Escuchaste decir a tu papá desde la cajuela de el coche. Lo ignoraste y caminaste hacia el, acercándole la caja de cigarrillos y ofreciéndole uno. Este los observó un momento y luego suspiró derrotado, termino sacando y metiendose uno a la boca, le ayudaste a prenderlo. Finalmente prestaste atención a la casa y lo primero que notaste era que parecía muy vieja. Tu papá te había dicho que para ser una casa de su tipo, era muy barata, y te contó que la razón era que hubo muchas muertes y ya nadie la quería comprar. La misma señora que se las vendió les ofreció otras opciones, pero tu papá ya se había enamorado de ella y él no era ese tipo de personas que juzgaba una casa por su pasado.

—Tu escuela está muy cerca de aquí —Te comentó mientras te daba las llaves para que abrieras la entrada.— Puedes ir caminando, por qué no pienso despertarme a las seis de la mañana a llevarte.
—Muy amable. —Rodaste los ojos y caminaste para abrir la entrada. Tu papá entro apresurado ya que iba cargando unas cajas y después entraste tú. Olía a roble y a humedad y había polvo flotando en el aire.

—Tenebroso —Murmuraste para ti misma.

—¿Qué tal hija? —Te preguntó mientras acomodaba cajas en el suelo.

—Es genial papá, parece que la usaron para hacer películas de terror —Dijiste sabiendo que lo molestaría un poco.

—Ha, ha. —Rió sarcástico pero con una sonrisa.— Anda ya y ve a por tus cajas, súbelas y escoge tu cuarto.

—Okey —Saliste de nuevo y cogiste algunas de tus cajas para luego entrar y subir las escaleras.

No habías llegado aún cuando tu papá te gritó: —!La más grande es para mí! —desde abajo.

—!Lo sé, Lo sé! —Gritaste de regreso y cuando volteaste hacia el frente de nuevo creíste ver a alguien caminando por el rabillo de el ojo. Parpadeaste confundida y sin pensarlo dos veces fuiste a ver si había alguien. No encontraste a nada ni a nadie así que lo ignoraste y fuiste a escoger una habitación.

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Cuando terminaron de meter las cajas decidieron salir a comer algo, y ese algo fue comida china, por qué a tu papá siempre le había encantado y comida china fue su predecible decisión.

about a boy. // tate langdon & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora