Prefacio
Te preguntas quién soy ¿verdad?, ¿qué iré a contarte? No vengo a explicar un cuento de hadas, tampoco un cuento donde un gran príncipe de brillante armadura viene a rescatarme. Te contaré un secreto: no soy una princesa en apuros y quienes están a mi alrededor no son príncipes que cabalgan en sus corceles blancos.
Me gustaría que alguien supiera la verdad, sí, la verdad que nos rodea a todos y cada uno de nosotros; yo antes era como tú, mi ceguera no me permitía ver el mundo con claridad pero los golpes me hicieron ver un mundo que creía inexistente.
Las sombras esconden mucho más de lo que creemos, seres que nuestra mente a creado innumerables veces y que solo creemos hechos para libros y películas.
¿Pues sabéis qué? Yo vivo con ellos, aún no sé muy bien el porqué, pero sigo a su lado. He de reconocer que somos una familia algo disfuncional, aunque, en su interior habita un sentimiento puro de amor que es el pegamento que nos une.
A veces pienso si ese pegamento servirá para sobrevivir a todo...
Ainhara se acabó de vestir al mismo tiempo que Justice entraba en la habitación. Se giró hacia la recién llegada, aquella noche la hermosa vampira había cubierto su piel con un vestido blanco de cóctel que dejaba pasar la dulce brisa de verano. Ella, en cambio, se había vestido con unos tejanos pegados como si fueran una segunda suave y cálida piel, luego, había elegido una camiseta sin mangas color violeta.
Ambas eran muy diferentes, Justice era una vampira asombrosamente hermosa, poseía unos inmensos ojos azules como el mar y sus cabellos dorados eran largos y ondulados sensualmente hasta caer sobre s us grandes senos. Ainhara, en cambio, era una humana de poco más de metro sesenta, largos cabellos pelirrojos ligeramente ondulados y unos grandes ojos color zafiro. Ella no desprendía la belleza de su amiga ni mucho menos.
¿Dónde vas tan elegante? ¿Hoy no patrullas? preguntó Ainhara al ver el hermoso atuendo de su compañera.
No. respondió tajantemente.
Algo no iba a bien, lo había notado en la postura tensa de Justice y su voz corroboraba que había algo en ella distinto.
Bien, ¿y qué harás esta noche? trató de ser todo lo humanamente posible amable, aunque, la idea de donde iba a ir se le comenzaba a formar en la cabeza.
Habían hablado sobre ello cientos de veces, Justice estaba empeñada en pasar una noche en una discoteca humana y eso no podía ser posible, su sed de sangre podría empujarla a devorar a algún humano alcoholizado que se despistara.
Creo que iré a bailar.
Había cientos de discotecas vampiras y su cabeza le decía que iba a elegir una humana.

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Redención (Primer capítulo)
ParanormalAinhara sabe que su secreto no puede ser comprendido por nadie. En su sangre hay lo que podría hacer tambalear el mundo tal cual se conoce. Su vida ahora es un completo caos, despojada de todo lo que ama, es atrapada en una espiral de dolor y traici...