Arek suspiró cuando hubo eliminado al último enemigo. Le daba la impresión de que los maestros no se daban cuenta de que era la última prueba antes de los exámenes de admisión a los Colegios Avanzados.
Mientras salía recordó su impresión al entrar a la Escuela, el único edificio donde se puede estudiar magia elemental. Recordaba su miedo a empezar, a no cumplir las expectativas de su familia, quienes en su árbol genealógico sólo tenían a Caballeros Mágicos y Clérigos de la historia. Desde el principio supo que no sería ninguna de las dos cosas. No le gustaba portar armas y tampoco le entusiasmaba curar a los demás. Tampoco le gustaba protegerse detrás de sus propias criaturas, así que tampoco sería un Invocador. Siempre supo que le gustaba demasiado usar solo magia para los combates, claro que su familia de caballeros eclesiásticos no lo ayudaría a convertirse en lo que ellos creían de cobardes, un Brujo. Por ello cuando eligió las optativas de Brujeria y Combate Mágico en vez de Esgrima y Milagros, mas propios de Caballeros Mágicos y Clérigos se enfadaron tanto que decidieron dejar de pagar su matrícula en la Escuela, pero como Arek conocía demasiados secretos se su familia, no tan brillante y honrosa por dentro como por fuera, prefirieron seguir pagando su estancia en la Escuela.
Seguía pensando en ello cuando se encontró con sus mejores amigos y compañeros de habitación: Crane, Dan y Jax.
Llevaba con ellos desde que entró en la Escuela, se conocieron en su habitación y, aunque se parecían poco, se llevaron bien y desde entonces no se separaban.
— Mira que has tardado, cabrón.—exclamó Jax—Sueles tardar menos que nosotros
—Cuando terminé le pedí que lanzase otra ronda, pero ni con eso conseguí necesitar usar más de la mitad del potencial.— suspiró Arek.
—Sigo diciendo que el día que uses todo tu potencial acabarás con la Escuela. —exclamó Dan.
—No te lo niego—bromeó el aludido.
—¿Planeáis llegar a tiempo a la fiesta o preferís quedaros aquí más tiempo?—les reprochó Crane .
—De acuerdo, mamá—susurraron no muy bajo Arek y Jax.
Con ello se fueron a la habitación para cambiarse. En dos horas tendrían una fiesta y después de los entrenamientos tenían que ducharse. Arek se desvistió y entró a la ducha.
Al salir, 10 minutos después se miró al espejo. Tenía un cuerpo musculoso y marcado pero sin excederse y bien repartido en su metro ochenta, al igual que Crane y Dan, Jax tenía una complexión más robusta que nosotros, bastante más musculoso que los demás. Lo único que los diferenciaba eran los rasos faciales, Jax y él los tenían más marcados mientras que los otros dos tenían los rasgos más suaves; su color de pelo, el suyo era negro azabache , Jax era castaño claro, Crane rubio y Dan pelirrojo; sus ojos, los de Arek eran de un rojo profundo, los de Jax eran marrones, los de Dan verdes y los de Crane azules; y sus tatuajes,todos tenían unas alas en la muñeca derecha, un recuerdo de su amistad, pero en el resto no tenían dos tatuajes iguales. Arek tenía el la gran mayoría de su cuerpo cubierto por tinta, solo se libraba su pecho. Destacaban dos tatuajes: una gran mancha negra cubriendo su hombro de la cual salían líneas asemejando a raices de arboles hacia su antebrazo, a mitad del cual se paraba para dejar paso a unas llamas negras con destellos morados y azules oscuros que parecían querer consumir las raíces y el mejor tatuaje de su cuerpo, un gran fénix negro con las llamas moradas y azules que cubría desde la parte mas baja de su espalda hasta su nuca. El primero hacía referencia a la corrupción que habitaba en él, mientras que el fénix significaba que, aunque siempre traten de derribarte, puedes resurgir como un fénix. El resto de los tatuajes eran de menor importancia.
Una hora más tarde llegaban en su flamante deportivo negro, vestidos con chaquetas de cuero negras y pantalones a juego, preparados para su ultima fiesta, ya que dos días después serian destinados a los Colegios donde realizarían sus especializaciones.
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Colegio de Magias Oscuras y Poco Éticas
FantasyEn un mundo medieval donde la magia está impregnada en todos los ámbitos de la vida y es considerada el mayor potencial bélico de una nación, no es de extrañar que haya escuelas en las cuales se adiestren a futuros soldados y mercenarios. Con todo y...