Capítulo Final

14K 846 151
                                    


HELENA

Al bajar hacia la entrada de las Catacumbas, sentí la falta de oxígeno al instante. Regulé mi respiración porque entre la adrenalina de no saber qué ocurrirá, y la humedad que hay en este lugar, tenía miedo de desmayarme por cualquier tontería. Necesitaba calmarme, sentía que tenía un cartel luminoso en la frente que ponía: Vamos a drogarte.

La guía cayó en las redes de Fabio sin mucho esfuerzo. Solo necesitábamos pasar por las dos primeras puertas de seguridad y después drogarla, para vagar libremente por la Necrópolis. El padre de Leo se había encargado de que alguien borrase las cintas de las cámaras de ese día.

Alcé la vista hacia Leo y vi cómo abría la boca y la cerraba, haciendo muecas. Sus oídos también se habían taponado. Bajamos por unas escaleras estrechas, y caminamos recto hasta el primer mausoleo. Sonreí, a pesar de que no estábamos aquí de excursión, pero la historia me apasionaba y llevaba años sin visitar este lugar.

El mausoleo era amplio, una cristalera de unos  3 metros de largo por unos 4 metros de alto, la cubría del oxígeno que nos rodeaba. Dentro, el ambiente era seco para poder conservar las pinturas que aún sobrevivían al paso de los años. Tres focos iluminaban el interior, mostrando unos jarrones y unos espacios en la piedra donde hace miles de años guardaban a los difuntos. Sonaba tétrico todo esto, pero alguno tuvo que empezar desde cero, para que llegásemos hasta este período en la historia.

— Como podéis observar —comienza a contarnos la guía, que se llamaba Claudia —Este es un mausoleo del siglo 1 antes de Cristo. La religión pagana, era la única que había en aquella época. Podéis ver las pinturas, en la base de lo que parece un altar. Cada año se deterioran, y en algún momento de nuestra historia, dejaremos de ver las originales, y comenzaremos a verlas restauradas.

Ivy se acerca más al cristal y contempla anonadada el lugar, nunca había bajado aquí y sabía que en el fondo estaba disfrutando con la breve excursión de hoy.

Leo me acarició los nudillos y enseguida busqué a Alexia, ella no dejaba de mirar hacia la siguiente puerta. Estaba enganchada al brazo de Mauro, y este contemplaba la sala en silencio.

— Podemos pasar a la siguiente sala —nos anuncia Claudia, la guía.

Caminamos detrás de ella y vemos como la primera puerta se abre al pasar todos nosotros. La guía la cierra tan pronto pasa el último, que es Fabio.

Este era el pasillo más largo de la Necrópolis si mal no recuerdo. Vi un tubo de aire en dos salas que estaban empañadas, pero necesitábamos pasar la segunda puerta para entrar a esa zona. Los chicos se miraron entre ellos, teníamos que está cerca.

— Este Mausoleo perteneció a una familia adinerada, como podréis observar arriba, encima de la puerta, se lee perfectamente el nombre de la persona que lo mandó construir —continúa explicando.

Todos asentimos con una sonrisa, como si eso fuese lo más guay del mundo.

— Pensé que esta era la tumba de San Pedro —dice Ivy mirando a la guía directamente a los ojos.

— No, la tumba de San Pedro es la última de todas. Todavía nos quedan muchas por ver. Tenemos que tener cuidado puesto que están restaurando ahora mismo unas salas donde las pinturas están dañadas. Y donde hubo una grieta —responde amablemente la guía.

Eso todo, me suena a chino. Y a Leo también porque aprieta mi mano con delicadeza para que le mire.

— Parece que ya tenemos por donde comenzar a buscar —dice susurrándome al oído.

Lealtad (Crónicas de la mafia #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora