Retrum 3: Labios de Ébano [En corrección]

Capítulo 29: Bolos caídos

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Nota de la autora: 

Queridos pálidos, sé que este capítulo ha tardado muchísimo en salir, pero hay distintas razones para ello, ¿empiezo por las buenas o las malas noticias? 

Creo que empezaré por las malas.

Estoy pasando por una depresión... bastante crónica. Eso provoca que no tenga fuerzas de escribir, o que no vea futuro a esto, e incluso que odie lo que escribo y que mi falta de autoestima no haga tener confianza con esta obra. Dicho esto, pasaré a la noticia buena.

Conozco a Francesc Miralles desde que empecé a andar por el mundo de Retrum, y hace unas semanas le comenté que estaba escribiendo esta pequeña obra. Se interesó en dicha obra, y quiere que le muestre los primeros capítulos.

¿Qué quiere decir eso?

Si nos ponemos a pensar en lo grande, podría haber una tercera parte de Retrum realmente, esta obra se podría publicar (habiendo hecho yo todo el esfuerzo y beneficiando más a Francesc Miralles que a mí, pero no importa) aunque tampoco quiero asegurar nada. Lo peor ya lo he pasado, que es empezar la novela, ir siguiendola como puedo, tener a gente interesada... 

El mundo de la escritura es duro, y muy lento. Solo espero que todo vaya bien, y os doy a todos un fuerte abrazo pálido. Gracias por seguir ahí a pesar de todo...

- Alexia

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Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos 
porque uno termina pareciéndose a ellos.

Jorge Luis Borges

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Pasaron semanas después de la llamada de Eric, pero no volvimos a saber nada de él. Intentamos volver a llamar obviamente, pero el terminal no respondía. Esábamos todos algo deprimidos y decepcionados con nosotros mismos, por no poder hacer nada más que mirar a la nada con los brazos cruzados.

Sally se había acostumbrado a dormir en mi cama, ahora llena de pelos, y Jack se quedaba encima de mi silla del escritorio, manteniendo aún las distancias. Mi madre estaba encantada con ellos, no eran traviesos, eran muy tranquilos. Alguna vez les había visto a los tres en el sofá mirando la televisión.

 Estaba en mi habitación encerrada, con un jersei gigante puesto como prenda de estar por casa. Me gustaba la ropa ancha, era cómoda. Sally estiraba su cuerpo coquetamente mientras Jack se quedaba en un rincón contemplando la habitación, cual vigía haciendo guardia. Me estiré perezosa en la cama y cogí el móvil, del cual esos días no me separaba. Parecía una de esas adolescentes que tenían obsesión con su móvil y necesitaban terapia. Quizá exagero demasiado. El grupo de WhatsApp de Retrum estaba bastante muerto, así que decidí revivirlo con unas palabras.

[15:07] ¿Hay alguien vivo por aquí?

[15:07] Veronica: hombreee lyla estas viva ;D 

[15:07] Por lo que veo tú también, Veronica xD

[15:08] Veronica: pos claro, yo me aburro mucho estos días eso sí
me paso mucho rato en el insta

[15:08] ¿El insta?

[15:08] Veronica: NOOOOO NO PUEDE SEEER
AL IGUAL NO SABES QUÉ ES
NO PODÍAS SER MÁS ANTICUADA