Sueño [Sin Editar]

Palabras

Shinihi, al librarse del detective de Osaka siguió pensando en Ran parado en la puerta de su casa, pues le pareció extraño que ésta aún no le haya llamado, por lo tanto cogió su teléfono para saber si estaba todo bien.

—"Vaya no me contesta"—Pensó con el móvil en el oído.

Suspiró al ver que su karateka no respondía, eso no le dejaba tranquilo ¿Le habrá pasado algo? Agitó la cabeza ante el pensamiento negativo, pues quiso convencerse de que Ran no pudo aceptar la llamada porque simplemente estaría ocupada. Al final el ojiazul decidió ir a visitar al profesor Agasa ya que apenas sabía de él.

En la cabaña, el teléfono sonó en el bolsillo de Ran. Iwao al escucharlo fue directamente hacia ella y se lo quitó.

—Ya puedes despedirte de él—Dijo Iwao tirándolo al suelo para pisarlo sin contemplaciones.

En la mirada de la violácea, se reflejó la ira al ver como destrozaba su móvil ¿Qué pensaba hacer con ellos? debía pensar rápido, idealizar un plan para que al menos sus hijos salieran de este lugar con vida y a salvo.

—Bueno ahora nadie podrá llamarte, ahora te enseñare a no meterte en donde no te llaman, ¿Cómo te atreviste a golpearme aquel día en el campeonato? —Le sujeto de la barbilla con poca delicadeza.

—"Maldito"—Ran lo miró con repugnancia al tenerlo tan cerca, así pues sin pensárselo dos veces, le propinó una buena patada en sus partes dejándolo retorciéndose de dolor en el suelo.

La violácea, intento levantarse como pudo para acercarse a sus hijos, pero Iwao la agarró del pelo.

—Esa imprudencia, te costará caro—La giró bruscamente para darle un fuerte puñetazo en el estómago dejándola caer al suelo de rodillas—¿Cómo te has atrevido estúpida?

De nuevo, iba a golpear a la karateka, pero éste se detuvo al ver que la puerta empezó a abrirse dejando ver a la "profesora" de los niños.

—¿Qué pasa aquí amor?—Preguntó la docente acercándose con cara de pocos amigos.

—"¿Amor?" — Ran apartó su rostro con repugnancia al ver el beso que se dieron esos dos— "Ya entiendo"

La violácea, les hizo señas dándoles a entender que quería hablar, ambos criminales dudaron.

—Mmm, Como grites mataré a los niños— Le advirtió la mujer quitándole el pañuelo de la boca—Bien, ¿qué quieres?

—Dejad a mis hijos marcharse, ellos no tienen nada que ver, por favor, ya me tenéis a mi...

—Creo que eso no va a poder ser querida, si los soltamos irán directos a la policía y eso no nos convendría—La profesora interrumpió a Ran mientras se agachaba a su altura para reírse con malicia—Primero nos divertiremos contigo, por tu culpa metieron a mi novio en la cárcel, ahora, tú lo pagarás...

La ira en la violácea, creció brutalmente por culpa de esos dos, debía actuar pero ¿Qué hacer? ¿Cómo escapar? giró su cabeza para mirar a los niños, Maru con lágrimas en los ojos y Takheru...

—"¿Me está sonriendo?"—Pensó Ran al ver la seguridad en la cara de su hijo. Era idéntico a su padre, estaba claro, tenía un plan—"Este niño.."

Shinichi, mientras tanto estaba en la casa del profesor Agasa sentado en el sofá. El profesor estaba bastante animado pues sabía que venía Shiho de visita.

—¿Profesor que está haciendo?—Preguntó el detective acercándose a Agasa.

—Es un regalo para Shiho, un nuevo invento mio—Respondió Agasa. Shinichi al ver el invento arqueo una ceja.

—"No creo que quiera uno de sus inventos profesor, siempre explotan"—Pensó Shinichi riéndose con los ojos entrecerrados.

Prefirió no decirle nada al verle tan feliz, después de todo Shiho era como su nieta, le tenía mucho cariño.

—Oye Shinichi...

—¿Si profesor?

—Te noto un poco inquieto ¿Ocurre algo?—Se giró el científico loco hacia el detective preocupado.

—N-No, tranquilo estoy bien—Respondió el detective agitando las manos.

—Shinichi, te conozco—Insistió el profesor. Finalmente el detective suspiró.

—Es Ran...

—¿Ran? ¿Qué ocurre con ella?—Preguntó el profesor mientras se dirigía junto al ojiazul al sofá para seguir con la conversación.

—Le dije que me llamará pero no lo hizo, no sé que le ocurre, se habrá arrepentido de haber estado conmigo anoche...—Shinichi se tapo la boca rápidamente al percatarse de que lo último lo había dicho en voz alta.

—¡¿Has estado con Ran?!—Se sorprendió Agasa por la información sobresaltando a Shinichi.

El detective del Este al ver que no tenía salida, prefirió contarle a Agasa.

—Si, ayer estuvo conmigo y la verdad es que estoy pensando que tal vez se haya arrepentido, no sé, llevo un buen rato teniendo un mal presentimiento...

Agasa vio que el ojiazul empezó palidecer, pero él también seguía un tanto sorprendido, pues jamás se habría esperado escuchar algo así.

—Shinichi ...

—Tranquilo profesor, estoy bien...—Mintió

—A lo mejor, le ha pasado algo o no ha escuchado el móvil sonar ¿no crees? no veo que Ran sea de esa clase de mujeres, tú ya la conoces ¿Crees que es capaz de hacerte algo así?—Las palabras de Agasa resonaron en la cabeza de Shinichi, reflexionó.

—No, claro que no, que tonto soy—Sonrió finalmente.

—Y ahora puedes contarme como es eso de que Ran estuvo contigo anoche—A Agasa le salió una sonrisa picara mientras que el detective agachó la mirada sonrojado.