Se acabó. Quien te hace llorar no merece ser recordado como quien te hizo reír

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Al día siguiente, nada más llegar al foro, la muchacha buscó insistentemente a Chris. Tras varios minutos de búsqueda, desistió de la misma y se marchó a la sala de maquillaje para crear a "Renata". En esa misma habitación, preguntó por él: "chicas, ¿habéis visto a Christopher Uckermann?", a lo que las maquilladoras contestaron: "no, creemos que todavía no ha llegado". La joven se encontraba contrariada, no comprendía cómo tras haber insistido tanto la noche anterior con que tenían que hablar y verse a más tardar hoy, ahora ni aparece.

Caracterizada y lista para ser la villana más sexy y temida de México, Dulce salió del vestuario pisando fuerte, quizás demasiado.

- ¡Ay! Ten cuidado, mira por dónde vas, con esos taconazos vas a dejar cojo a alguien -grito una voz masculina.

- ¡Óyeme no me hables así! Relájate. Lo siento, fue sin querer -respondía enfadada.

Sus cabezas chocaron dejando un pequeño hematoma en cada uno, el zapato de la joven, con su respectivo tacón de doce centímetros, pisó el pie del muchacho, produciéndole un dolor inmenso en los dedos, y ambos se vociferaron sin antes voltear la cabeza. Gran fallo. Cuando sus miradas se cruzaron por primera vez, los chillidos dejaron paso a un enorme silencio.

- ¡Eres tú! Te he estado buscando. Perdón por el pie, iba despistada, concentrada en mi personaje de mala malísima -ríe la joven aunque él ni se inmuta.

- No pasa nada, y con respecto a lo de anoche... tranquila, no era nada de importancia -dice Chris restando trascendencia.

- ¡Cómo que no! Si me insististe desesperado, no me digas que no tiene importancia, tú no eres así, cuando te preocupas es por algo serio. Ya dime, que si no lo haces, no podré concentrarme en la grabación -persiste bromeando.

- Bueno, pues será que he cambiado. El asunto era irrelevante, un simple consejo para el proyecto. Me marchó porque tengo problemas verdaderamente cruciales que resolver con el equipo de producción musical -serio, Chris respondía intentando no mirar a Dulce a los ojos, era imposible mantenerle la mirada sabiendo que le estaba mintiendo vilmente en su cara.

- Pero Chris... -triste- me parece muy fuerte que me lo hayas vuelto a hacer. ¿Quién te crees que soy? ¿Un títere para que lo manipules a tu antojo? Un día estás bien conmigo, al otro me hablas pésimo, al siguiente me pides perdón diciéndome que te equivocaste, luego vuelvas a mostrar indiferencia, hasta cierto rencor hacia mí. Por último, me llamas rogándome que por favor platiquemos sobre un asunto importante, y cuando te pregunto me contestas con una absurdez del tipo "no era nada olvídalo". Lo siento, pero ni por el cariño que te tuve, permitiré que un muchacho con personalidad de niño pequeño venga a vacilarme en mis narices. Adiós Christopher, cuando encuentres al chico que una vez conocí me avisas. Ahora, asegúrate bien de que sea él, no tengo ganas de toparme con este imbécil otra vez -tras estas palabras, Dulce se alejó, sin dejar que Chris pronunciará alguna sílaba al respecto.

Ucker estaba sorprendido, boquiabierto, anonadado ante las palabras de Dulce, nunca había visto es actitud tan dura contra él. Siempre fue una niña muy dulce, en cambio ahora, algo en su interior cambió, quizás era hora de pasar página por más que doliera...

Mientras, Dulce tampoco comprendía su propia respuesta. Se hallaba profundamente sorprendida de haberse sido capaz de decir semejante rapapolvo sin derramar ni una sola lágrima, cuando cada poro de su corazón rogaba echar a llorar como una niña de cinco años. Dio gracias a Dios por concederle durante un instante el carácter fuerte y decidido de su querida amiga Roberta Pardo, con quien compartió tantas horas de interpretación, que un pedacito de ella quedó en su interior.

Corazón que intenta mentirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora