Instituto Whitmore

C27: Un día fuera de lo normal pt. 2

-¿Qué tienes?-

-Nada.-

-¿Qué tienes?-

-Nada.-

-¿Qué tienes?-

-¡Nada!- le grite debajo de mis sabanas por última vez a Ethan que no me dejaba en paz.

-Niña sabes que a mí no me mientes.- dijo acostándose a un lado mío.

-¿Si te digo me dejas sola?- me quite las sabanas.

-No prometo nada pero lo intentare.-se acomodó más para que le contara.

Rodee los ojos y me senté a lado de él, una de las cosas que tenía es que era demasiado terco, así que si quiere algo lo consigue sin importar que. Una vez estábamos en clase de literatura y nos encargaron hacer una reseña de un libro, claro que al chiflado de mi mejor amigo no estaba de acuerdo con el libro seleccionado por el maestro y abogó literalmente toda la clase para cambiarlo a uno mejor. Lo mejor es que si lo cambiaron. Tener a Ethan tiene sus ventajas.

-Mira...- comencé pero sentí como la puerta crugia por fuera. Voltee a ver a Ethan.- ¿No vienes solo verdad?- gruñí.

Ethan abrió los ojos y noté como se tensaba y se ponía nervioso, me pare de la cama cansada y abrí la puerta de mi cuarto quitándome para que la bola de changos apestosos no calleran encima de mi.

-¿Quién hablará?- me cruce de brazos enojada frente a ellos.

Todo empezaron a decir cosas al mismo tiempo pidiéndome perdón con las manos y arrodillándose como si fueran unos niños que acababan de romper un jarrón y su mama los descubrió.

Levante mi mano para que pararan de hablar y pararon.

-¿Que quieren?- pregunté con el mismo tono.

Dave se levantó y se rasco la cabeza.

-Nada, es solo que venía a avisarte que...- dudo viendo a los demás que se encontraban igual.- Papá y mamá no vendrán Nana.- me dijo dudando y de estar enojada caí completamente en un sentimiento de tristeza.

-Pero no te pongas así.- me agarro Matt de los hombros.

-Si te hace sentir mejor estaremos abajo ya sabes...- le apareció una sonrisa pícara en su rostro y fingió tener un vaso para tomar de el.

Los demás rieron inmaduros y yo me quedé callada en mi lugar. Agarre a Ethan de la camisa y lo jale hasta la entrada de la puerta empujando a todos y sacándolos de ahí.

-Vengan cuando maduren.- les dije antes de cerrar la puerta fuerte y me voltee deslizándome hasta que quedó mi trasero en el piso.

-Creo que está de mal humor.- escuche levemente la voz de James detrás de la puerta.

Escuche pasos lo que me imaginé que se habrían ido ya, no sé porque estoy de este humor, se supone que tengo que estar feliz porque al fin estoy en mi verdadera casa, mis padres nunca están no debería de importarme tanto. Apreté el collar que el extraño de la máscara blanca me había dado el día de brujas, al principio estaba decidida a tirarlo porque pensé que era un rastreador o una cámara pero no sé porque algo en mí no me deja hacerlo, siempre cuando veo esa hermosa piedra zul colgando de mi cuello me siento verdaderamente completa, siempre me había sentido vacía en mi infancia, un vacío que nadie podía completar, pero al ver el collar sentía que ese vacío que tenía se iba llendo poco a poco.

Deje de verlo y lo apreté más fuerte que nunca pero por una extraña razón me dio un toque muy fuerte haciendo que saltara y lo aventara lejos, trate de contener la respiración un poco pero no podía, estaba muy agitada. Voltee a ver mi mano en donde había sentido el fuerte toque, pero para mi sorpresa no tenía nada, ni siquiera me dolía, solo me sentía muy confundida.