Mi abuela se llama Danna Aldrich, nació en Arkansas, Estados Unidos. Actualmente tiene 86 años y vive con mi increíble abuelo, Melvin Aldrich. Él tiene 89 años, originario del mismo lugar que mi abuela.
Me encanta escuchar las historias de mi abuela de cómo conoció a mi abuelo y cómo se enamoró de él. He escuchado la misma historia más de veinte veces y no me canso de hacerlo, pues es una historia hermosa.
Ellos vivían en el mismo barrio. Sus madres eran las mejores amigas, por lo tanto, pasaban todos los días jugando en los jardines de sus casas, llenándose de lodo, haciendo castillos de arena, armando rompecabezas y montándose en los triciclos de colores.
Mi abuela iba al jardín de niños cuando mi abuelo ya estaba en primaria. Una reja de metal separaba ambas instituciones, pero eso no impedía que siguieran juntos. A la hora del recreo, siempre se quedaban de ver en la reja para poder platicar y comer sus almuerzos. Ninguno de los dos tenía más amigos, porque nadie quiere ser amigo de una niña que prefería sentarse todas las tardes frente a una reja solo para platicar y almorzar con otro niño, que ir a jugar con las resbaladillas y las muñecas, pero a ellos no les importaba, mientras estuvieran juntos, todo estaría bien.
Cuando mi abuela cumplió siete años, cursó en la misma primaria que mi abuelo. Por fin pudieron estar juntos, ya no tenían que estar separados por esa reja fría. Tenían la misma rutina día tras día, almorzar juntos en el recreo, platicar y jugar a dibujar con gises en el patio de la escuela. El transporte escolar los recogía al salir de la escuela y mi abuelo pasaba a dejarla hasta la puerta de su casa.
En la secundaria es cuando comienza esta verdadera historia de amor.
Mi abuelo cursó la secundaria por las mañanas, mientras que mi abuela seguía en la primaria por las tardes, esto impedía que se siguieran viendo tan frecuentemente como antes, pero mi abuelo se las ingenió para poder ir en las tardes por mi abuela cuando salía de la escuela. Tuvo que mentirle a sus padres, diciéndoles que iría a cursos de natación justamente a las 6:30 p.m de cada día.
Y así pasaron los días, meses y hasta años para que mi abuela pudiera cursar en la secundaria, lastima que para ese entonces mi abuelo ya se había graduado de la secundaria.Mi abuela se enamoró completamente de él, tanto tiempo que pasaron juntos le hacía sentir cosquillas en el pecho, su mente no dejaba de pensar en él, a pesar de que era tres años mayor que ella lograron ser novios en secreto. ¿Y cómo lograron ser novios? Se preguntarán ustedes, pues les contaré.
Su primera cita fue en un restaurante pequeño del barrio. Para ese entonces, mi abuela tenía 15 años y mi abuelo 18. Mi abuela con un vestido sencillo color rosa, y mi abuelo con un traje negro y camisa blanca. Comieron pizza, tomar un helado y disfrutaron de la música del lugar. Mi abuelo le llevó un gran ramo de rosas y fue ahí, cuando le declaró su gran amor.
Obviamente ella no podría rechazar esta gran propuesta, siempre estuvo enamorado de él. Se dieron un fuerte abrazo y segundos después, sus labios se cruzaron en un beso inolvidable.Desde entonces fueron novios. Sus padres no sabían de su noviazgo, siempre lo mantuvieron oculto, pero un día, todo cambió.
Mi abuela quedó embarazada a los 16 años. No tuvo más remedio que decírselo a sus padres, y como era de esperarse, la rechazaron completamente. La única opción que ella tenía era abortar al bebé, si no quería que sus padres la sacaran de la casa. Así que ella cedió. Mi abuelo le suplicó que no abortara al bebé, él podría conseguir un trabajo para mantenerlos a los tres. Los esfuerzos por convencer a mi abuela fueron en vano, mi abuela ya tenía la cita con el doctor que le practicaría el aborto. Fue un 19 de abril cuando a mi abuela le sacaron el bebé que tenía dentro.
Pasaron los años y ellos seguían completamente enamorados. Mi abuela tenía 25 años y mi abuelo 28 cuando se casaron. La propuesta de matrimonio fue hermosa, pues mi abuelo había preparado una fiesta sorpresa el día del cumpleaños de mi abuela, sus familias, sus amigos y las personas más cercanas a ellos estaban presentes. Justo cuando mi abuela estaba a punto de soplar las velas del pastel, mi abuelo les pidió a los invitados que detuvieran la música, se hincó, sacó de su bolsillo una pequeña caja roja y le pidió matrimonio a mi abuela. Se abrazaron, se besaron y por supuesto mi abuela aceptó.
Meses después se casaron en la iglesia más hermosa de la ciudad, mi abuela con su hermoso vestido blanco y mi guapo abuelo con un esmoquin negro y zapatos brillantes.
Su luna de miel fue en las playas mexicanas. Estuvieron ahí varios días, disfrutando del sol, la arena y las hermosas olas.
Siempre quisieron tener un hijo, pero no pudieron. El aborto que tenido mi abuela en su adolescencia, la había dejado estéril.
Probaron todos los métodos médicos posibles para poder tener hijos, pero no lo lograron. Mi abuela lloraba todas las noches, pues su sueño era poder tener un bebé en sus brazos, lo cual no podría cumplirse.
Fue entonces cuando mi abuelo convenció a mi abuela de adoptar un hijo. Una hermosa niña de apenas un mes de nacido, mi madre.
Casualmente, adoptaron a mi madre un 19 de abril, el mismo día en que mi abuela había abortado a su bebé anterior.
Desde entonces, mi abuelo cada 10 de mayo le llevaba un gran ramo de rosas rojas a mi abuela por el día de las madres. Año tras año, nunca fallaba, "para la mamá más hermosa de todas" decía en las cartitas que había escondidas entre las rosas.
Mi madre creció, fue a la escuela, se enamoró y tuvo una familia.
Mis padres y yo, visitamos a mis abuelos cada fin de semana.
A mi abuelo le detectaron Alzheimer hace un año. Una enfermedad que afecta a la memoria.
A veces mi abuelo ya no me reconoce, no reconoce a mi mamá, tampoco a mi abuela. De vez en cuando sufre algunos ataques de ansiedad y cuando abre los ojos no sabe dónde está.
Mi abuelo lleva ocho años con su enfermedad. Creo que está realmente mal, su mirada está perdida, no sabe quién es, no sabe dónde está, no sabe quién es su querida esposa, no sabe nada.
El nos pregunta frecuentemente "¿Quién eres? ¿Dónde estoy? ¿Cómo te llamas? ¿Quién es ella?". Después de contestar a todas sus preguntas, comienza a recordarnos. "Ohhh, Danna, eres tú, te amo". "Hija, cuanto tiempo sin verte". "Tú eres mi nieta favorita".
El día de ayer, mi abuela nos llamó preocupadamente. No encontraba a mi abuelo. El salió muy temprano de la casa y no dejó ningún rastro.
Lo buscamos por todos lados, llamamos a las autoridades, contactamos a todos sus amigos para obtener información de su paradero. Nada. Nadie lo ha visto, está perdido.Hoy, recibimos una llamada de la policía. Habían encontrado a mi abuelo, muerto.
Un carro lo arrolló cuando cruzaba la calle sin cuidado. En sus manos traía un enorme ramo de rosas rojas, quedaron desechas por el impacto.De alguna manera, mi abuelo recordó que hoy es 10 de mayo y por eso salió ayer a comprar el regalo de mi abuela.
Quizá la mente ya no le funcionaba, pero el corazón, el corazón recuerda.
ESTÁS LEYENDO
El corazón recuerda (Terminada)
Short StoryElla tiene 86 años. Él tiene 89 años. Ella está completamente sana. Él tiene Alzheimer. Ellos se aman incondicionalmente. Ellos han compartido toda su vida juntos. Esta, es la historia de mis abuelos... Gracias a @DanyZarahi por esta increíble por...