Tiana: El amor de una ninfa.

De lejos

Abrí mis ojos,me encontraba en uno de mis bosques preferidos,el que me condujo hasta Edward.A mi lado estaba Desiel,mirándome con seriedad,pero también con compasión.

-Ay Tiana-dijo y suspiro-Porque insistes en dar coces contra el aguijón,no ves lo mucho que te ha lastimado este amor,lo mucho que contamino tu pureza...tu misma esencia.

-Lo se,no lo sabia,pero ahora lo se.Lo amo Desiel,nada nunca podrá cambiar eso,pero su mundo,el mundo de los mortales,es duro y difícil.Pude sentir la burla y el desprecio,el temor y la vergüenza,y una confusión tan grande como nunca había sentido.Me rindo,no puedo con esto-dije con un hondo pesar.

-Tu eres Tiana,ninfa y guardiana de los bosques,eres fuerte,dulce,inocente y amorosa.Nada que confunda en ti lo que eres,es bueno para ti.Nada que te robe tu identidad,tu propósito... te conviene-me dijo ella.

-¿Tu lo hiciste Desiel,tu me quitaste mis poderes y me hiciste sangrar?-le pregunte.

-Fue necesario para que sintieras por ti misma,lo que es ser un mortal.Ahora que haz decidido hacer lo correcto,volverás a tu estado original.Quiero que te alejes por un tiempo Tiana,ve con Lumia a las montañas,quédate con ella,aprende de su temple y de su madurez.Avisare a Meriva para que se ocupe de tu área también.Haz elegido bien,mi niña,no lo dudes.-me dijo y segundos después se había ido.

Pense en sus indicaciones,debía ir con Lumia,la quería mucho pero era un poco aburrida.Bueno, ordenes son ordenes,así que lo debía hacer.Meriva se ocuparía de mi zona,eso si que no me agradaba.Ella era la otra ninfa de los bosques,pero casi nunca hablábamos,me parecía muy arrogante,y despectiva,no tanto como los mortales,pero demasiado para ser una ninfa.

Momentos después estaba ahí,en las heladas montañas de los Andes.Mis poderes renovados me permitieron lucir un abrigado vestido peludo y con plumas,realmente muy bello.Recogí mi cabello,y suspire,era de nuevo yo.Era lo que debía ser.

-Lumia-la llame y ella apareció casi instantáneamente junto a mi.

-Tiana,me aviso Desiel que estarías un tiempo conmigo.Pareces que estuviste comportándote de  manera bastante indecente durante estos días-me dijo,regañandome antes de decirme cualquier cosa.

-Lo se,estuve mal¿Van a turnarse para sermonearme?-dije cansada de que me dijeran, lo que yo ya se.

-Esta bien,no dire nada al respecto.Espero que este tiempo juntas te ayude a formar tu impulsivo carácter-me dijo con su habitual solemnidad.

Lumia y yo,nos ocupamos de su zona,ese ambiente no me agrada mucho,el frió intenso me cansa,y el viento helado no me provoca cantar,ni bailar,ni nada.Quizás no es eso,lo se,quizás solo son excusas,y la verdad es que mi corazón roto no quiere cantan,ni bailar,ni nada.

Lumia me enseña sobre muchos temas,pero como las demás ninfas,nunca me habla de aquellos temas prohibidos,de los que hubiera necesitado saber con tanta desesperación dias antes.

Me aburro,duermo mucho,Lumia me dice que no sabe porque lo hago,que nosotras no lo necesitamos,lo que ella no sabe es que cuando uno duerme...sueña.Y que cuando sueño ,es con el con quien lo hago,y por un momento en esa fantasía estoy nuevamente con mi amor,y no sola,perdida y desecha.

Un día,luego de tres meses de estar en la montaña,decido incomodar un poco a Lumia con una de mis preguntas.

-Lumia¿Sabias que las mujeres mortales sangran por su parte intima todos los meses?

Ella me mira y suspira,me quiere mucho,pero sospecho que ya no me soporta.

-No,no lo sabia...y tampoco me interesa saberlo.Me perece completamente asqueroso-me responde.

Reí por dentro pensando en todo lo que creí que era asqueroso,y resulto siendo lo mas delicioso que había sentido.

-Y¿Sabias que las mujeres mortales se humedecen cuando los hombres que las aman las acarician?-volvi a preguntar.

Ella abrio muy grande los ojos, me miro con expresion asqueada y me respondio.

-¡Por los picos mas altos de esta montaña!Tiana,¿Que te sucede?Esas cosas que dicen son repugnantes.Esa raza sucia e indigna¿Como  permitiste que te corrompieran de esa manera?.

-Solo son preguntas Lumia,solo quería saber si lo sabias-dije simplemente.

-Sabes algo?Ya haz pasado unos cuantos meses a mi cuidado,creo que ya es tiempo de que vuelvas a tu región y a tu trabajo.-me dijo con seriedad.

-Muy bien,gracias por todo lo que haz hecho por mi en este tiempo,ya veré la manera de compensartelo-dije y saludándola con una reverencia me marche.

Pense adonde ir primero,ahora que era libre.Mi corazón me arrastraba hacia cierto lugar,que sabia bien que no debería visitar.¡Cielos!Porque mi corazón insiste tanto,y mi sensatez se calla la boca.

-Solo una vez mas-me dije,queriéndome creer.

Una vez mas el parque del Conrado,se presentaba ante mi.

Camine,mis pasos me guiaban hacia alla,donde termina el camino,donde hay cierta cabaña.

Pies confabulados con mi corazón.¡Sera que todo mi cuerpo es cómplice de esto!

Llegue allá,la vi pequeña y pintoresca,recordé mis días en ella.

Me acerque mas,y un poco mas.Meses después del primer día,nuevamente pegada a la ventana.

Lo vi,estaba ahí,sentado como antes lo hacia,escribiendo en su computadora.

Me enojo un poco,Edward se ve tan tranquilo como siempre,parece desconocer que volteo mi mundo de cabeza.

Lo miro,es tan hermoso,y eso me duele,ya no me alegra,porque ya no me pertenece.En un momento levanto su mirada,y sus ojos claros de indefinido color me vuelven a enamorar.Pero ya no puedo permitirme sentir lo que siento,querer lo que quiero,ni amarlo a el, a mi hombre mortal perfecto...a mi amado Edward.