Me levanté al día siguiente. De nuevo podía contemplar con los ojos entre cerrados mi habitación. Estiré mis piernas, me arreglé y salí a comer algo en la cafetería del campus. Había gran variedad de comida y bebidas. Pedí un té y me senté a relajarme. Dentro de la cafería me puse a mirar por la ventana. Los árboles de cerezo eran realmente magníficos, mirarlos me hacía sentir bien.
Era muy temprano por lo que la cafetería no estaba demasiado llena. Las pocas personas que había no parecían tener problemas. Tal vez se debe a que sus problemas no son físicos, si no como el mío.
Mientras tomaba el té empezaron a entrar mas clientes y cada vez había más ruido. Decidí salir fuera a mirar los árboles y pensar en que hacer hoy. Mientras paseaba mi mala suerte volvió a aparecer. Encontré de nuevo a Takano, la amiga de la infancia de Satoshi. En aquel momento sentí que me estaba persiguiendo.
-Himari, no corras. Quiero hablar contigo.
Mis piernas aún seguían en pie y saqué el valor suficiente para continuar la conversación.
-Ta-Ta-Takano ¿Verdad?
-¿Cómo sabes mi nombre?
-Satoshi m-me lo dijo.
-¿Satoshi habla de mí?
De pronto una sonrisa de felicidad estaba en su rostro.
Ella apretó sus manos y me miró fijamente.-Himari, quería hablarte de Satoshi. Últimamente os veo muy juntos ¿Hay algo entre ustedes?
-¡Cl-Claro que no! E-Es que es el hijo de mi anterior médico, solo eso.
-Me alegro... Verás ¿Puedo pedirte un favor?
-No hay problema, creo...
-Cuando yo era niña iba en el coche con mis padres de camino a un parque de atracciones. Todo parecía estar bien hasta que mi padre perdió el control del coche y tuvimos un accidente. Yo perdí mi ojo y sufrí algunos golpes graves, pero ellos murieron. El único que me cuidó fue Satoshi. Yo solo confiaba en él, me crié con él, era mi heroe. Al crecer, Satoshi empezó a empeorar con su enfermedad y tuvieron que cambiarlo a este instituto. Yo me quedé destrozada, me quedé sola. Lo único que yo quería era poder seguir a su lado. Empecé a sufrir acoso escolar de mis compañeros de clase solo porque me faltaba un ojo. Pensé que esa sería la oportunidad perfecta para pedir a mis padres que me ingresaran aquí. Me costó mucho tiempo convencerlos hasta que lo conseguí, fueron 4 años. Entré aquí con una gran alegría, iba a poder estar con Satoshi otra vez. Bueno, eso pensé. Él ya había crecido, llevabamos tanto tiempo separados que él ya no me daba tanta importancia como antes. Tenía sus amigos y actividades, no tenía tiempo para mí. El día que llegaste aquí vi lo bien que él te trataba, me recordó a mis tiempos de antes juntos. Ver que a una desconocida la trataba mejor que amí me destrozó mas de lo que imaginas. Por él derramé muchas lágrimas, sufrí 4 años de acoso escolar, mi cuerpo estaba lleno de heridas... Quiero recuperar la importancia que antes me daba, es por eso que quiero pedirte este favor. No me robes a Satoshi, es lo único que tengo.
Me quedé sin palabras. Nunca pensé que alguien pudiera llegar a tanto por otra persona, a parte de los padres.
-No sabía que habías pasado por tanto... Pero no tengo intenciones raras con él.
-Entonces ¿Puedes evitar hablarle también? Si sigues manteniendo conversaciones puede llegar a apreciarte y no quiero eso...
-Pero es mi amigo...
-¿Todo lo que te he contado no ha servido? ¿Te da igual todo por lo que he pasado?
-No, no es eso...
-Pues bien, vas a dejar de hablar con él ¿Vale? Debo irme, gracias por escuchar.
-¡E-Espera!... Demasiado tarde, se ha ido.
¿Qué debo hacer ahora? Ya no puedo hablar con él, y todo porque no tengo valor para decir que "no". Tras todo lo que ha pasado fui a intentar relajarme. De pronto, los altavoces sonaron por todo el centro.
- ATENCIÓN, TODOS LOS ESTUDIANTES. EN 2 HORAS VA A CELEBRARSE LA CARRERA, POR FAVOR TODOS LOS PARTICIPANTES, ACUDAN AL GIMNASIO. TODOS AQUELLOS QUE DESEEN VER LA COMPETICIÓN QUE SE DIRIJAN A LAS GRADAS. GRACIAS POR SU ATENCIÓN.
Aquel momento me sorprendió, ya que no había oido sobre ninguna carrera. El evento parecía divertido así que decidí ir a verlo. El problema era... ¿Dónde estan las gradas? Fui a dar un paseo para buscar a alguien que me pudiera dirigir. La primera persona que ví fue un chico de 1,70 de cabello rubio, sus ojos no los podía ver porque llevaba puesto unas gafas. Me acerqué a él y vencí mi vergüenza.
-Disculpa, soy Himari. He entrado recientemente aquí y hay sitios que no sé dónde están. ¿Podrías decirme dónde estan las gradas? Te lo agradecería mucho.
El chico me miró y no dijo palabra. Yo me sentía como una idiota. Decidí irme pero respondió de pronto.
-¿Las gradas? Acompañame.
El chico me mostró el camino. El campus era tan grande que el camino se hizo realmente largo. Por el camino se veía de todo; árboles, edificios, fuentes, carteles... Al llegar allí, el chico sin decir palabra alguna estaba apunto de irse, pero yo lo interrumpí.
-Espera, gracias por acompañarme. ¿Cu-Cuál es tu nombre?
- Yusuke Takahashi.
-Encantada de conocerte. ¿Vas a algún club?
-¿Te interesa eso?
-Bueno, es que quiero hacer amigos... Llevo aquí unos días y aún nada. El único que conozco esta ocupado siempre...
-No es buena idea que seas mi amiga.
-¿Po-Por qué?
Yusuke me miró, se dio la vuelta y se fue sin darme una respuesta. Yo me quedé observándolo hasta que ya no pude ver su espalda alejarse. Intenté olvidar lo que pasó y me dirigí a las gradas. Solo quedaban 15 minutos para que comenzara la carrera. Casi todos los asientos estaban llenos, pero por suerte quedaba uno libre en la primera fila. El estadio era inmenso y hermoso. Al cabo de 5 minutos los corredores salieron al campo. Me sorprendí bastante, dos de los trece corredores eran Satoshi y Yusuke.
*CONTINUARÁ*
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Corazón Errático *Pausada*
RomanceHa pasado un mes desde mi último ataque al corazón. Es algo que me pasa frecuentemente, ya no me sorprende. Llevo ingresada en el hospital desde que me ocurrió. La causa de mi situación se debe a la Arritmia. Esta enfermedad provoca que el corazón...