Cap 18: Por Unos Minutos.

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—Buenos días, Laura—me dije a mi misma, mientras salía del cuarto estirandome.

Camine hacia la cocina y procedí a colocar el café.

Miércoles. Stormie abordo ayer el avión a Italia, mientras que hoy se irían Rydel y Ellington a las famosas Islas Canarias. Estoy emocionada, Ross y yo ¡Vamos a cuidar de Luke!

Luke es un niño adorable, es muy inocente y me recuerda a Marie. Luke tiene los ojos cafés como los mios, pero mas claro, los heredó de Ratliff y el cabello rubio de su madre.

Ayer había recibido una llamada de papá, avisandome que Vanessa llegaba hoy de Australia...o era ¿Marruecos? El punto es que va estar en New York, ya le he rentado un lujoso departamento a las afueras de las zonas bajas.

Me vestí rápidamente al ver la hora y lave mis taza. Recogí un poco el desorden y salí de casa como alma que lleva al demonio. Tome el ascensor y llegue al lobby, salude a la recepcionista y salí a la calle al encuentro con Ross.

Cuando llego a la esquina de Street Ten, diviso un Bugatti Veyron, aparcado aun lado de la acera. Palmeo la ventanilla del copiloto y abre los seguros.

Me subo al auto.

—Buenos días—canturreo para llamar su atención.

—Buenos días—dice mientras frunce su ceño en concentración para tomar la vía.

—¿Vamos al aeropuerto?—pregunto, escuchando el silencio presente en nuestra atmósfera.

—Esta vez no—dijo serio, neutro, como todos los días.

—Tendras que venirte a mi departamento. Debemos cuidar a Luke.

La idea me tomo de repente, pero estaba fascinada. Sin embargo, actúe como si lo odiara. Como si repugnaba aquella idea.

—Pero, ¿Por qué...? —mi voz salió aguda.

—Ya lo dije; debemos cuidar de Luke—dijo, duramente.

—Podemos turnarnos.

—No, tu sola lo vas a cuidar mientras yo te vigilaré. Ademas, así podremos tener...mas horas de sexo.

Sus palabras me calentaron y no fue solo eso, si no también su mano en mi muslo, enviando calor en donde no debía. Gemí bajo, pero audible.

—Oh, mierda...—lo escuche susurrar.—Dime la hora.

Revise mi celular.

—Nueve con quince. Hay que estar donde Rydel a las diez.

—Pues, nos tardaremos, debemos continuar lo que te prometí.

Y giro el auto, provocando que me pegara a la puerta.

—Espera a que llegue al sofa—le dije mientras me cargaba, y yo enredaba mis piernas a su cadera. Besaba mi cuello.

—Shhh....

Gemí cuando me presiono contra la pared. Metió su mano por mi jeans y toco mi trasero.
Luego la subió recorriendo mi espalda.

Subió las escaleras apresurado, conmigo colgando como un koala.

Abrió la puerta de un cuarto, el cual no era el suyo, sino la habitación en donde dormí aquella vez.

Me coloco en la cama y quito su saco, aproveche para abrir mis piernas, el se acomodo dentro de ellas.

Sus manos recorrieron mi cintura para ir subiendo y descartar mi camisa. Yo quite la suya con la paciencia de una tortuga, era su culpa por cargar camisetas de botones.

Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora