Los recuerdos de Katty

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Leyla salió del vagón de Víctor con su cabeza dando vueltas, camino sin saber hacia dónde, solo camino, como una muñeca de papel siendo llevada por el viento.

Se dio cuenta de que estaba frente al vagón de Katty, tocó algunas veces, no supo cuantas, después de un momento Katty abrió la puerta.

-Leyla ¿Qué haces ahí? Entra estás empapada.

La chica entró al vagón y tomó asiento en una silla de madera mientras Katty buscaba una manta, regreso con ella y la puso sobre sus hombros.

-¿Qué sucede Leyla? – preguntó la mujer preocupada.

-Yo... hable con Victor – soltó con voz ronca.

-Aja... - articulo la mujer para hacerla continuar.

-Él, él me...yo...

Leyla se tambaleo un poco en la silla, de pronto todo daba vueltas y su vista se torno borrosa.

Cayó en los brazos de Katty desmayada y ardiendo de la fiebre.

A la mañana siguiente despertó con el suave aroma de Katty inundando su nariz, le tomó un momento darse cuenta de que no se encontraba en su vagón si no en el de la morena.

Se sentó en la cama y toco su rostro, lo sentía muy caliente, recordó de pronto porque estaba ahí y un hueco se abrió en su pecho.

Katty entró en el vagón con un bol entre las manos.

-Ya despertaste – le sonrió, era algo que Leyla adoraba de Katty siempre tenía una sonrisa en el rostro para ella.

-Katty – su voz sonó más débil de lo que esperaba.

-No hagas esfuerzo, estar ardiendo de fiebre, es por mojarte en la lluvia, no sé qué pensabas niña – comenzó a reprenderla Katty pero se detuvo cuando vio que lloraba.

Se acercó a ella rápidamente, como lo haría una madre al ver a su pequeña.

-¿Qué sucede cariño? – pregunto dulcemente.

-Ayer, ayer yo... le confesé a Víctor mi amor.

-Oh, bueno él... él es algo... introvertido, él... tal vez solo necesite tiempo.

-Katty, ¿Por qué lo dejo Ivanna?

El rostro de Katty palideció un poco, tal vez se hubiese notado más si su piel hubiese sido clara, pero aun así Leyla reconoció su nerviosismo.

-Yo... no lo sé querida – fingió Katty.

-Si lo sabes.

-Yo... no soy quien para...

-Él me lo dijo, me lo dijo anoche, él... asesino a alguien.

La rigidez de Katty era obvia, tenía la mandíbula tensa y casi temblaba. Se acercó a Leyla despacio y se sentó en la cama junto a ella, tomo sus manos y la miro a los ojos seria.

-Ahora escúchame bien – su tono no era dulce como siempre, había una sombra en torno a ella y Leyla por primera vez sintió miedo de la morena – no debes mencionar eso de nuevo, jamás ¿entiendes?

Ella asintió aun sin entender, bueno, era bastante obvio pero aun así, había cosas que no le quedaban claras.

-Katty, dime que sucedió.

Katty suspiro y sacudió la cabeza un poco.

-Por favor, necesito entenderlo porque... él no, no puede haber, él no...

-Él no estaba en su sano juicio Leyla. Él había... enloquecido por el dolor, era una persona diferente.

Leyla cubrió su rostro con ambas manos y comenzó a sollozar, entonces era cierto, todo era cierto.

Katty la abrazo por un momento y cuando Leyla levanto la mirada de nuevo supo que debía contarle.

-Bien.

Yo... yo era muy pequeña cuando mis padres comenzaron a trabajar en el circo, todo era fascinante, hermoso. Víctor era el hijo del domador de leones, a pesar de ser joven ya era un increíble domador, incluso ya era muy respetado por los miembros del circo, él se la pasaba con Lionel, un chico de la calle que su unió al circo porque su talento era inigualable, el traga-fuego, cada uno era increíble en lo que hacía, pero si se juntaban para algún acto, este resultaba totalmente espléndido. Víctor y Lionel eran los mejores amigos que puedas llegar conocer, se adoraban, eran como hermanos.

Ivanna era la hija del antiguo dueño y estaba totalmente enamorada de Víctor, se casaron, tuvieron una hija y por muchos años fueron muy felices.

Sofy era el corazón y el alma de Víctor, él la amaba con toda su alma, al igual que a Ivanna, no estoy segura de cómo pasó, jamás noté nada, jamás sospeche nada, nadie lo hizo. Solo supimos que Víctor echo a Lionel del circo a patadas. Cuando Markoc pidió explicaciones Víctor dijo que si volvía lo mataría y luego se iría él.

Markoc tuvo que decidir, Víctor era el corazón del circo, la mayoría de las personas que venían era para verlo a él, otros circos le habían ofrecido irse con ellos, todos lo sabíamos además de que Ivanna llevaba las finanzas de Markoc. Por lo que este decidió que Leonel debía irse.

Leonel lo hizo, se fue y jamás volvió. Aunque yo no lo creo, no, él amaba a Sofy demasiado, estoy segura de que intentó volver, o al menos tratar de...

Sofy enfermo, poco a poco fue perdiendo su cuerpo y su mente, se dejó caer en el terrible abismo del dolor y... un día decidió, volar.

Víctor no lo soporto, cayó en el abismo también y por más que Ivanna trato de sacarlo, él no quiso hacerlo. Ella se canso, la entiendo, había perdido a su hija y podría decir lo mismo de su esposo, no lo soporto más y... se fue.

A Víctor no le importo, ya no, ya nada podría lastimarlo mas, ya no le quedaba nada.

No sé qué pasó, solo recuerdo que una noche llegó hasta aquí con sangre en su ropa y en sus manos. Markoc lo ayudó, nos fuimos del pueblo, Víctor dejó de actuar durante un tiempo, ni siquiera salía de su vagón, no comía, no hacía nada salvo lamentarse entre sollozos, nadie podía hacer nada por él.

Una noche él salió, vestido para dar un acto y lo hizo, dio su mejor acto, fue grandioso, lo recuerdo claramente, dominaba a los leones como si fuese el líder, el rey. Yo me alegré mucho por él, pensé que tal vez, tal vez estuviera mejor ahora, después recordé, recordé que era el aniversario de la muerte de Sofy, hacia un año de su muerte.

¿Tendría esto que ver con su inesperada actuación?

Después de mi acto me dirigí a su vagón pero no estaba ahí, por lo que volví con las chicas, después de un rato Víctor apareció, tan elegante como siempre, tan hermoso como siempre, traía con él a una pequeña escuálida y sucia niña con ojos tristes.

Yo te vi Leyla, y lo vi a él, yo vi en sus ojos algo que hacía mucho no estaba, y mi aprensión se fue, supe que Víctor estaría a salvo, supe que no haría nada estúpido porque no vi la locura en sus ojos grises, vi serenidad en él.

Leyla lloraba a mares, la historia de Víctor era tan cruel, no tenía idea de lo que había pasado esa noche, la noche en la que se convirtió en asesino, no sabía que pensar pero de lo que estaba segura era de su amor por el domador y sabía que no se iría, jamás. 

La chica que domo al domadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora