Cada vez que me besabas, apenas dos segundos de tus labios en contacto con los míos y te subías al carro gritando que me amabas mientras pisabas a fondo el acelerador, dejabas un aura de tu presencia vacía alrededor de la casa.
Repetimos la misma rutina todos los días Louis, luego de irte yo entraba a la cocina sólo para ver tu desayuno frío e intacto sobre la mesa, limpiaba el desorden a cuestas del reclamo de nuestra empleada, solo intentaba desprenderme de mis pensamientos.
Luego volvía a nuestra cama, para dormir unas horas más.
Siempre hacía eso, ¿Sabes?
Me despertaba a la hora que te ibas para intentar pasar un tiempo a solas contigo, pero siempre fallaba, solo conseguía un beso y un "te amo" apresurado.Despertaba unas horas después, me levantaba a la universidad y volvía a casa, aun faltando unas horas para que vuelvas.
Eran horas solitarias, solo yo y mis pensamientos, horas completamente mías.
La empleada dejaba la cena preparada, ocupaba esa porcelana que me regalaste de tu viaje a China, era hermosa, fina, delicada, pero era fría. Porque siempre terminaba cenando solo, aguardaba horas para que me acompañases a comer, pero nunca llegabas, tragaba cada pedazo sin siquiera intentar saborearlo, la soledad que dejaste era demasiado para intentar ignorarla.
Terminaba encendiendo la calefacción, en el intento de detener el frio que calaba en la casa y mi cuerpo.
Después de cenar, todas las noches, sin falta, iba a nuestra biblioteca.
Miraba nuestra casa y no podía dejar de observar como todo era tan extravagante.
Te encargabas de que estuviese ocupada con lo mas caro y tecnológico.
Te encanta demostrar que tienes dinero para botar.
Rebusco en la librería hasta que encuentro mi libro favorito.
"El rey Midas"
¿Recuerdas cuando me leías esa historia en el parque cerca de nuestra secundaría?
Yo me sentaba en tu regazo mientras me leías en voz alta la historia.
Te detenías cada cierto tiempo para besarme y acariciarme.
Y al terminar el cuento siempre terminabas con la misma frase, "tu eres todo el oro que necesito, por ti dejaría todo el oro que poseo".
Pero allí me encontraba, leyendo el libro completamente solo.
"Midas pensaba que toda su felicidad le era proporcionada por su oro"
"Midas quiso detener a su hija antes de que lo tocase, pero era demasiado tarde, una estatua de oro se erguía ante sus ojos"
Al final del cuento Midas se da cuenta que solo necesita el amor de su hija para ser feliz.
Terminaba siendo un final feliz.
En ese momento no estaba seguro si podía aguantar hasta el final.
Cuando veía tu coche aparcando en el jardín, guardaba el libro e iba a nuestra habitación.
Aparecías y me pedías perdón por haber faltado a la cena.
Decía que no importaba, a pesar que si lo hacía.
¿De que me servía decírtelo? Al siguiente día llegarías temprano para cenar, al siguiente también, y luego volveríamos a la rutina de siempre.
Al siguiente día tenías que viajar a Grecia por mierdas del trabajo.
Así que, como siempre que viajabas, te llevaba al aeropuerto.
En la puerta de embarcación me tomaste, flexionando posesivamente tus dedos en mi cintura.
Dolían, pero era reconfortante saber que aun podías sentirte de esa manera.
Me susurraste al oído te amo, y te fuiste, dejándome con una tormenta de pensamientos.
Me mandabas mensajes cada hora hablando sobre lo hermoso que era el lugar.
Me dejó impresionado el que decía que deberíamos ir de vacaciones a ese lugar.
Claro, luego te arrepentiste de haber mandado eso, dijiste que este año no tomarías vacaciones, había demasiado dinero en juego.
Aunque sea fui feliz unos momentos.
Al siguiente día fui de compras, y me perseguías, tu rostro y tus ojos aparecían en cada persona del lugar.
Era extraño estar en casa, porque se sentía igual que tu estuvieses de viaje.
Éramos solo yo y tu soledad.
Al siguiente día fui a buscarte al aeropuerto.
Y cuando tomaste mi mano y me acercaste para besarme, no sentí nada.
Había dejado mis maletas preparadas el día anterior a que llegaras, ya no podía seguir con esto.
Te ame como nunca mas lo haré con alguien.
Te acompañe porque te amé.
Te comprendí porque te amé.
Pero ahora...
Todo lo que siento es frío.
Y todo lo que veo es oro.
Te convertiste en Midas.
Y no estoy dispuesto a convertirme en oro para que aprendas la lección.
Te amé, pero lo único que amo ahora son los recuerdos.
Harry.

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All I see is gold Larry O.S
РазноеAhora no puedo decir si era de esta manera que se sentía cuando empezamos... Te convertiste en Midas ------------- Inspirada en la canción All I see is gold de Bridgit Mendler. Se habla mucho de la leyenda del rey Midas, que es el rey que todo lo qu...