Querida Nadia:
Anoche tuve un sueño y tú estabas en el... Estabas llorando, eso me dolía y me oprimía el corazón porque podía sentir tu dolor.
Algo me impedía abrazarte y estrecharte entre mis brazos como quería, solo me mantenía allí, observándote sufrir sin poder hacer nada.
Cuando esta mañana te vi, estabas radiante y rebosante de alegría… Y la preocupación que albergaba en mi pecho tan rápido como vino se fue.
Sentí alivio de que estuvieses bien y feliz, pero mi ánimo decayó cuando apareció John y tú lo volteaste a ver, lo más triste de todo fue cuando él te saludo y te sonrojaste ante un comentario que hizo.
Algo se fracturo dentro de mí.
¿Las esperanzas tal vez? Guardaba esperanzas que poco a poco se están extinguiendo, ¿Como sabrías eso? Aun siendo yo consciente de ello sigue doliendo como la mierda y cada vez el dolor es más frecuente e intenso.
No soporte seguir viéndote por ello me marche de allí lo más rápido que pude.
Qué triste es sufrir por alguien que no sabe que te hace daño y que no sepas de mí, duele aún más.
Lamentablemente es así, sufro pero eso no evita que te siga queriendo como lo hago, aunque tú no lo sepas, aunque tú no me notes, aunque yo no te importe...
Att: Blake
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Lo que escribí para ti en mi Cuaderno [AEL#1]
Chick-LitPrimer libro de la bilogía "Amor entre líneas" Querida Nadia: Si alguna vez creí que ignorando esto que siento por ti dejaría de amarte o por lo menos siendo tu amigo menguaría está ansiedad, en serio era un iluso porque al final termine admitiendo...