Quince

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Querida Nadia:

Ya lo sé Nad.

Bueno... Realmente no, mientras llorabas te escuché pedirle perdón a tu madre y tu hermano.

¿Es eso? Eso explica porque estás triste constantemente.

Pero, ¿Y las marcas qué?

Siento mi estomago retorcerse de la angustia.

Vamos Nad. Déjame entrar.
Me vuelve loco está situación, se siente como ir a la guerra sin un arma con la que defenderme. Es como andar a ciegas en un maldito cuarto oscuro.

¿Cómo te encuentro?
¿Cómo busco tu rastro si escondes las huellas?
¿Cómo te ayudo a respirar si te niegas?

Respóndeme.

¿Cómo se ayuda una persona que no la quiere?

¿Cómo se ayuda a una persona a vivir cuando posiblemente prefiere estar muerta?

Quiero quitarte las sogas que te atan, pero no tengo la llave para quitarme las cadenas que me impusiste.

Viendo la oscuridad acercarse.

Att: Blake

Lo que escribí para ti en mi Cuaderno [AEL#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora