My curse [m-preg]

Capítulo 26 ~ Noventa y tres

ME ENCANTA QUE WATTPAD DESPUBLIQUE CAPÍTULOS.

Bueno, como he dicho en Titan, hasta el lunes no voy a poder colgar así que cuelgo hoy y os regalo el capítulo más largo que ha habido en My Curse (me he emocionado al final JAJAJA) y bueno, eso, que espero que os guste :3

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26.

Cuando Stiles despertó del sueño reparador, decidieron volver a la residencia cargando con Isaac. El rubio aún estaba frío, y aunque la abuela de Scott había aportado soluciones, todas ellas requerían hacerse sin humanos cerca, excluyendo al enfermo.

Volvieron en silencio y ocultos bajo la barrera psíquica de Stiles. Sólo por si acaso, ya que no sabían si eran buscados o ya estaban fuera de peligro. Llegaron a la residencia beta y fueron a la habitación de Stiles e Isaac, tendiendo al rubio en su cama y volviéndolo a cubrir con numerosas mantas. El castaño se sentó en su cama y Derek se quedó junto a él con los brazos cruzados.

-Necesita calor -repuso mirando a los tres metamorfos que tenía delante-. Y las mantas no le hacen nada apenas, Deaton quería dejarlo frío físicamente y aletargado psicológicamente, por lo que sólo puede recuperar su temperatura de una manera.

Stiles fue a levantarse para transformarse en pantera como cuando tuvo que hacer lo mismo por Derek, pero Scott se le adelantó. Lo miró unos segundos y luego al lobo.

-Tienes que explicarle lo que pasa con él. Además, es mi forma de daros las gracias por confiar en mí y no abandonarme en la tribu con Deaton.

-Aún tengo mis reservas pantera, pero no tengo más remedio que confiar en ti -repuso Derek resoplando.

Scott se transformó en pantera y su abuela retiró las mantas para que ésta se colocara sobre el cuerpo de Isaac. El animal apoyó la cabeza en sus patas delanteras y suspiró cerrando los ojos. La anciana caminó hasta estar delante de la otra pareja, que seguía sus movimientos. Ésta les tendió la mano con una leve sonrisa.

-No me he presentado. Mi nombre es Carmen, y como ya sabéis soy la abuela de Scott. Conocí a tu madre, pantera. Y a tu padre, y a ti. Estuve presente en el momento en el que te echaron de la tribu, y prácticamente conozco la historia de las panteras desde que somos una raza, porque mi madre me la contó a mí, pero previamente a ella se la contó su madre, y así hasta el principio. Pero te juro que nunca, nunca, nunca -recalcó negando varias veces con la cabeza-, me había encontrado con un caso como el tuyo. Es más, nunca lo ha habido.

-¿A qué te refieres? -preguntó Stiles frunciendo el ceño-. Porque la tontería que me soltaste en la tribu de que la pantera estaba embarazada...

-Es que lo está, Sugo. Tu pantera está embarazada, tú no.

-Pero eso es imposible joder, soy un hombre.

-Si pasaras más tiempo como pantera te hubieras dado cuenta que eres hembra. Todas las panteras somos hembras, nos distingue nuestra forma humana como hombres o mujeres. Y nos embarazan bajo la forma humana, quedando la pantera a su vez encinta. Pero tú, Sugo... Copulasteis como humanos, y el lobo hizo nudo contigo, pese a que era persona y pese a que tú eras un hombre, cuando ya sabes que sólo hace el nudo como animal y a las hembras de su especie. Eres especial, Sugo, no me cabe duda. Tu padre lo era, pero tu madre acabó completándote y haciéndote perfecto.

-Mi madre era una egoísta.

-Y eso ha sido lo que te ha hecho como eres. Si no hubiera sido así, Derek jamás te hubiera intentado matar, ni te habrían atacado, ni tu tatuaje estaría en su piel ni viceversa. Gracias al egoísmo de tu madre tienes todo eso, así que en tu historia no destaca lo que hizo ella, sino lo que lograste tú con lo que te dio.