Día Uno

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Se consideraba a sí mismo un chico romántico, pero al parecer su definición de romance tenía cierto límite. Él nunca se casaría en un crucero, en medio del océano, durante cinco días.

Liam, en cambio, pensaba exactamente lo opuesto. Más bien, su esposa lo hacía, quien además de ser adorable y hermosa, era dueña de la lujosa cadena de cruceros.

De hecho, la palabra lujosa no le hacía honor a la exagerada y fastuosa embarcación. Cada cubierta contaba con más servicios y atracciones que un pueblo entero. Parecía albergar en su interior todo recurso que un ser humano pudiera necesitar para subsistir felizmente, tanto vital como intrascendente.

En su opinión, muchas de las ofertas estaban de más. Él no iba al gimnasio en la esquina de su casa, no sabía muy bien por qué habría de hacerlo en medio del océano. Lo mismo podía aplicarse para el spa, así como también para el ostentoso salón de conferencias.

Quizá era un problema personal, simplemente le costaba entender por qué las personas decidían trasladar a un barco todo aquello que podían conseguir entre edificios.

Tenían frente a sus ojos uno de los paisajes naturales más bellos en el mundo, e incluso así decidían llevarse la ciudad con ellos.

Él era el único de todos los presentes que no portaba aquella mueca de realización y placer esperada de un viaje en crucero completamente gratis con todo incluido.

Que no se malinterprete, adoraba todo lo relacionado a la vida marina. No podía evitar, sin embargo, imaginarse a la tripulación entera flotando a la deriva mientras la nave se hundía lentamente. Otro de sus inconvenientes, quizá el menos importante, era el inevitable mareo que lo invadía con el movimiento del oleaje.

Menos importante en comparación a ahogarse, pero más molesto en cuanto a la realidad.

Por otro lado, no estaba seguro de cuántas personas exactamente estaban allí por la boda y cuántas otras eran ciudadanos privilegiados que podían permitirse unas excéntricas vacaciones. Lo eran para él y su bajo sueldo, al menos.

Dado que la familia de Liam era muy querida y a la de Liz le pertenecía el buque, a Harry no le extrañaba que la numerosa cantidad de individuos embarcados sean invitados. No dimensionaba conocer a tantas personas, a él le bastaría con un monoambiente y hasta le sobraría espacio. 

Indistintamente, sería una pena que tanta gente muriera ahogada o devorada por un monstruo marino.  

- Aquí tienes, Beag -Niall se sentó a su lado mientras le tendía un vaso de agua y una diminuta pastilla para su segundo inconveniente.

Ya no se molestaba por cuestionarle acerca del apodo. Conoció a Niall cuando ambos eran niños y desde que el rubio descubrió que era el mayor por un año, decidió que Harry sería el protegido de la relación. Intentó explicarle que había alcanzado la mayoría de edad hace cuatro años y que lo superaba en tamaño corporal, pero fue inútil, Niall insistió en llamarle "Beag". No quiso ir más allá y averiguar si aquello realmente significaba "pequeño" en irlandés. Se conformaba con creerle, sin detenerse a pensar en todos los significados que el término pudiera albergar. 

- ¿Tan pronto te sometiste a la medicina? -Liam habló desde su lugar frente a ellos. Lucía tan completo con aquella postura relajada y feliz sonrisa en el rostro.

- Estoy muy feliz por ti, Li, de verdad -prometió, intentando transmitirlo con su mirada-. Pero necesito saber qué estaba mal con una iglesia en medio de un fantástico campo verde.

- ¿Tan terrible es? -preguntó Liam, riendo más relajado que hace segundos.

- Algunas veces las películas sobre tiburones comiendo ex pasajeros de barcos son lo único respetable en toda la programación. Muchas veces, si debo ser específico.

- Ahora que lo mencionas, dejaremos que te coma a ti primero, Beag. Te ahorrarías verlo cenarnos a todos nosotros -él no bromearía así en su boda, Liam parecía poder hacerlo.

- Hey -se quejó, procurando no cruzar los brazos y regresar a sus cinco años.

- Dios, Liam, te casarás mañana. Siento que fue ayer cuando huíamos de clase juntos y colábamos a Harry en los bares.

- Oh, Niall, no hagas esto, se supone que deberíamos estar borrachos y riéndonos de todo -protestó Liam y se inclinó hacia delante para envolverlos a ambos en un abrazo.

- Me están aplastando -intentó bromear. Sabía que sus ojos se encontraban húmedos y no tardarían en derramar lágrimas.

Ambos se apartaron risueños y tomaron su segunda ronda de copas. Estaba a punto de beber su agua cuando una figura en especial llamó su atención.

Ignoró su capacidad de reconocerlo apenas entraba en su campo de visión, tenía asuntos más importantes por los cuales preocuparse ahora mismo. 

- ¿Ese es Louis?

Liam y Niall giraron sus cabezas al mismo tiempo. Sonrieron amplio cuando dieron con el lugar indicado.

- Sí -afirmaron, de nuevo al mismo tiempo, y agitaron sus manos para hacerse ver.

- N-no sabía que vendría.

- Lo sabemos, Beag -musitó Niall, empujando su cuerpo con suavidad.

No era capaz de distinguir si las náuseas eran producto de la marea o de la ansiedad producida por Louis caminando hacia ellos en un par de pantalones cortos y el cabello ligeramente húmedo.

De lo que sí estaba seguro era de estar feliz por haber elegido medicarse con un fármaco que te inducía a una profunda somnolencia. Técnicamente, faltaban algunos minutos para que el medicamento hiciera efecto, pero él no iba a desperdiciar los milagros de la farmacología. Se puso de pie informando que debía acostarse, ignorando por completo las voces de Liam y Niall llamándolo. 

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No sé por qué comienzo una nueva historia, si no puedo terminar la que tengo empezada hace siglos. Fue muy doloroso casar a Liam, de verdad.

Esto iba a ser un OS, pero me di cuenta que daba para una mini-historia de cinco capítulos, creo.

Necesito que el descanso termine ahora mismo y tener a los chicos juntos haciendo música nueva y tours nuevos. Lo bueno es que la depresión me ayuda a escribir. Mi vida personal es un desastre enorme; el fandom es un desastre y todavía quedan rumores, drama y dolor durante todo el descanso. Y como si fuera poco, Boca viene para el culo, lo cual espero que mejor para el torneo y la copa. De hecho, hoy es el último superclásico de verano, y si lo perdemos también, creo que estoy para subirme al techo y tirarme de cabeza. No puedo no ser dramática. Si ganamos, no sé, hago cualquier cosa.

Espero no haya tanto horrores en la historia, lo escribí ayer antes de dormir y hoy lo revisé como pude, no tengo mucho tiempo. Da igual.

Gracias a quien lea, comente y todo eso, espero les agrade la historia :)

Siento que me olvido algo y no sé muy bien qué..

NO escribo smut explícito.

La portada tan preciosa la hizo temptressn que además de editar precioso, escribe precioso y tiene unas fics más que hermosas, las cuales deberían ir a leer porque no se van a arrepentir. Gracias corazón ❤️

Afraid | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora