Ahí estaba yo, sentada en el piso en el baño de la casa de mi amiga, con un test de embarazo en la mano; dos líneas rojas me decían claramente que estaba embarazada. Inmediatamente me invadió una mezcla de sentimientos encontrados, lloraba de nervios, de emoción... quién sabe por qué lloraba... estaba asustada.
Creo que cualquier chica de mi edad estaría igual o peor que yo, al enterarse de que va a ser madre con apenas 16 años, con toda la responsabilidad que eso implica.
No era un juego, una vida adentro mío... Un ser que dependía solamente de mí. Nunca tuve dudas con respecto a su nacimiento, mi bebé iba a nacer... Nunca quise deshacerme de él, siempre tuve muy claro que tenía que hacerme cargo de mis actos.
Para muchas mujeres es muy fácil tomarse una pastilla y olvidarse, sin juzgar a nadie... Cada uno sabe lo que hace. Yo no creo tener el derecho de decidir por la vida de nadie y mucho menos de mi hijo, si llegó a mi vientre fue porque obviamente no me cuidé, pero quiero creer que por alguna razón inexplicable llegó a mi vida y no mucho tiempo después me iba a dar cuenta por qué...
ESTÁS LEYENDO
LUZ DE MIS OJOS
Non-Fiction16 años, un hijo y la maternidad idealizada. Nadie tiene idea de nada!