De simples visiones...

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Se que debo ser agradecido, ya que la vida es una oportunidad única, pero, me cuesta trabajo el levantarme día a día, y esto ocasiona que desee estar muerto. Hoy por fortuna he logrado despertar, pero el sentimiento de tristeza y nostalgia, no me abandona, por lo cual no puedo evitar el derramar una lágrima, que después de un momento se vuelve un mar de llanto y un vacío de oscuridad.

-¡Basta!, no puedo hacer esto, no solo por mí, sino más bien por Cassidy­_ me digo alzando mi mirar, evitando el derramar, una lágrima más.

Miro la hora, y por suerte no es tarde, son las siete de la mañana. Esta es la hora en la que despierto generalmente todos los días. Me apresuro a ponerme de pie, para entonces tomar una ducha; no tomo importancia alguna, al hecho de que el agua este helada. Terminado de asearme bajo con rapidez a preparar el desayuno, para enseguida dirigirnos al colegio.

No me es de sorprender que Cassidy me esté esperando ya. Últimamente suele madrugar muy temprano, y tengo sospecha, de que es gracias a sus pesadillas

-Hola Cassidy_ menciono, andando a la cocina

-hola Lucian

El día de hoy he querido preparar algunos huevos revueltos. Camino al comedor el cual se encuentra cerca de la sala, llevando conmigo el desayuno ya preparado y aun caliente. Es muy triste, de los cuatro asientos que siempre solían estar ocupados en aquella mesa de roble blanco, ahora dos se encuentran vacíos_ Cassidy ven a desayunar.

-¿Qué tal dormiste?_ menciono intentando conversar

- volví a tener esa pesadilla de nuevo, creo tendrás en mente ya, que desperté llorando nuevamente.

Mi rostro se torna de preocupación y evito mostrarlo a Cassidy, porque en los últimos meses, presente ha estado en sus sueños una pesadilla muy inusual, la cual no la deja descansar.

-¿Sabes?, lo que hago yo al momento de tener una pesadilla, es que con todas mis fuerzas intento volver en si, y cuando se que estoy a salvo, cierro mi mirar al mundo y lo abro al pasado, recordando aquellos hermosos momentos, llega un cierto punto, en el cual empiezo a cantar la canción de mamá, y ya pasado un rato, me digo a mi mismo « esto no es real »

- lo haces ver tan fácil, aun así, nunca cantare igual a mamá y eso lo sabes Lucian, era la única persona que sabía cómo cantarla, ella me ayudaba a dormir y hacía también que de alguna manera, supiera que los monstruos no existen.

En ese instante, inclina su mirar con tristeza y no puedo inculparla porque igualmente yo pienso lo mismo; la voz de madre era tierna, suave y delicada, casi como el primer rayo de luz del día. Con algo de lógica y un tanto de presteza trato de cambiar el tema de conversación, para no aumentar la tristeza de mi hermana.

-come rápido tu desayuno, no pensaras llegar de nuevo tarde al colegio_ sonríe sin dudarlo, a pesar del echo de que fue un intento muy patético_ he logrado sacarle esa sonrisa que tenía en mente, me digo.

Saliendo de casa no puedo evitar el tener que mirar, ese hogar que alguna vez tuvo a una familia, que alguna vez saco sonrisas

-madre, padre_ digo en susurro al intentar ser fuerte y no decaer en llanto_ seguiré, se los prometo

Al momento de voltear para seguir mi camino, noto esa extraña sombra que está al lado de la puerta, pienso que es el árbol que madre plantó hace ya muchos años atrás, por ello no le tomo importancia alguna.

-¿Por qué Lucian?

-¿A qué se debe esa pregunta?­_ respondo

-no me gusta este bosque sabes, tiene algo, que provoca miedo y hace que se respire algo de misterio

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⏰ Última actualización: Feb 06, 2016 ⏰

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