Ximena Adams, esa soy yo, me encanta leer y escuchar sinfonías. A veces viajo para conocer otros lugares pero término regresando rápido por terminar perdida al no conocer nada y esta vez no era la excepción.
Había llegado de un largo viaje y cuando intente cerrar los ojos para descansar mi hermana había entrado gritando.
− ¡Un día más! –grito Sarah emocionada.
−Si un día más –dije fingiendo alegría.
Rodo los ojos.
−Vamos alístate Xime –dijo sentándose.
−Un minuto más –me cubrí los ojos− Estoy cansada por el viaje –dije.
−Llamare a Kendall −amenazo− Y ya sabes lo que sucede –me levante rápido− Sigo sin creer que ya estás aquí en Londres –sonreí.
−Si bueno Nueva York es muy grande y a veces no sabía cómo regresar al departamento de Lena –dije.
Un tiempo, mejor dicho una semana, viaje a Nueva York con mi mejor amiga Lena y con su mamá. Lena a comparación de mi es más linda y atenta y yo, bueno soy desaliñada y torpe con todo.
−Bueno cámbiate, creo que iremos a conocer donde estudiaras –dijo y asentí.
Entre al baño y me duche. Abrí mi equipaje y saque una falda larga azul, un suéter amarillo y mis tenis favoritas. Me coloque mis lentes y me arregle el cabello en una trenza.
−Ya estoy lista –dije con una sonrisa.
−Ya me dio sueño –dijo suspirando.
−Vamos –dije tomando su mano.
Asintió.
− ¿Porque te vistes así? –pregunto Sarah mientras bajamos las escaleras.
−No lo sé, solo creo que me gusta. Me hace sentir cómoda –susurre.
−Bueno así te quiero –dijo con una sonrisa.
−Yo también –sonreír.
−La casa es grande, no te pierdas –se burló Kendall.
−No la molestes –dijo Sarah.
−No creo que me pierda –dije.
−Hola –respondimos al mismo tiempo los tres.
− ¿Dónde está papá? –pregunto Sarah.
−Fue a la empresa a solucionar algunas cosas –dijo mamá sentándose.
−Tenemos que enseñarle a Xime la casa –dijo Kendall.
−Kendall –advirtió mamá.
−Sí creo que me deberían enseñar la casa –dije emocionada.
La casa era grande, por fuera era de color marrón y sus ventanas con bordes blancos y alrededor de la casa hay arbustos.
− ¡Yo! –chillo Sarah.
−Está bien y si van a salir cuídense. Los quiero niños –dijo mamá retirándose.
−Vamos –dijo Sarah tomando mano.
Asentí,
−Bueno esta es la sala –señalo Sarah.
La sala es de color blanco, sofás del mismo color y una mesita al centro, había una televisión. La sala tenía un ventanal con vista al jardín.
−Esta hermoso –sonreí.
−Si –dijo Sarah− Ahora iremos al ático –asentí.
−Por cierto, creo que estudiaremos en el mismo lugar –dijo abriendo una puerta.
−Que bien –susurre.
−Este ático es tuyo −señalo− Papá lo hizo especialmente para ti –sonreí.
Mi nuevo ático era de color caoba, había un escritorio blanco con una portátil cerca de una ventana, una lámpara y un pequeño ventilador negro; también un sofá marrón, una alfombra marrón y una mini biblioteca.
−Esto es hermoso −susurre− Creo que llorare –cerré mis ojos.
−No llores linda, sabes que papá nos ama demasiado –me abrazo− Ven iremos al ático de Kendall –abrí mis ojos y asentí.
−Ven –dijo ella.
El ático de Kendall era blanco, había un gran televisor, una consola de videojuegos, un sofá negro; también un armario de videojuegos y una ventana con buena vista del jardín.
−Todo es hermoso –dije mirando a Sarah.
−Sí, ahora iremos a la zona de las habitaciones –dijo mientras bajamos las escaleras.
−Este es la habitación de Kendall –dijo Sarah− El mío es la puerta del costado –señalo una puerta corrediza− Y el tuyo es este –dijo mientras caminamos− Es muy lindo –sonreí.
Abrí la puerta de la habitación.
−Es amarillo –dijo Sarah− Ahora ya no estarás en el cuarto de invitados −sonreí− Aquí están tus cosas, Kendall las ha traído –asentí.
−Gracias –musite.
Mi habitación era amarillo con un armario grande de ropa y para libros, había un escritorio cerca de una ventana corrediza y una cama que tiene para guardar cosas debajo.
− ¿Es lindo, no? –pregunto.
−Sí, es lindo –respondí.
−Bueno, te dejo para que ordenes tus cosas –dijo y salió de la habitación.
Suspire.
Camine hacia la ventana corrediza, la abrí dejando que el viento desordene mi cabello.
−Solo espero que este año sea mejor que antes –dije.
ESTÁS LEYENDO
De Nerd A ¿POPULAR?
RastgeleCambiar siempre es bueno, algo beneficioso para Ximena Adams.