La casa

148 19 3
                                    

-William Solace, necesito hablar contigo, ven a mi oficina inmediatamente

Asi fue como todo comenzó el dia martes, Gabrielle lo llamo para decirle que había una familia que quería, ‒en realidad tendría‒ que vivir con él esta familia recibiría un pago del estado por hacerse cargo de el

-Pero ¿no puedo esperar un poco?, por favor, lo que pasa es que no los conozco

-Pero Will tu sabes que cuando un niño va creciendo es mas complicado encontrarle un hogar, los padres adoptivos generalmente quieren bebés para poder criarlos ellos mismos.

-¿Me quieres decir que esta es la última oportunidad que tengo para encontrar una familia?

-No, pero cuando los niños crecen se los traslada a otros centros; ya no son centros de adopción como tal y ahí es muy pero muy poco probable que llegues a encontrar una familia que quiera adoptarte

-Ya entiendo, pero es igual una decisión importante

-No quiero mentirte Will, tu eres muy inteligente y llegaras a comprender que esto es lo mejor para ti, en esos centros no hay suficiente capital para que todos los niños estudien y la mayoría solo trabaja, claro les enseñan algún oficio, pero ahí termina toda su formación
Como te dije solo depende de ti.

-¿Y conocen a esta familia? - Will sabía que no tendría otra opción, pero le daba miedo, cambiar e ir a algo completamente desconocido

-Es una de muchas familias que tenemos que se encarga de cuidar a niños, nosotros les damos algo de dinero y ellos a cambio te ponen en un colegio y se encargan de cuidar de ti, una trabajadora social irá regularmente a controlar que todo vaya en orden hasta que te adaptes.

-Quisiera conocerlos primero- no era como cualquier adopción, no lo adoptarían porque lo querían, sino porque recibirían dinero a cambio

-Mañana vendrán y si te decides mañana mismo podrías irte con ellos.

Ya por la tarde, Will estaba sentado en su árbol preferido, quizá sería su ultima vez, hoy por la mañana habían venido Gonzalo y Vivian a conocerlo, bueno más bien a ver si había decidido irse con ellos, él les dijo que estaba bien que se iría con ellos.
Después de pensarlo toda la noche decidió que era lo mejor, después de todo talvez podría estudiar en el colegio y luego ir a la universidad, pero lo que más peso tuvo al momento de tomar la decisión fue que podría decirle a Nico su dirección e incluso, si le daban permiso, podría ir a visitarlo en algún momento.
Gonzalo y Vivian dijeron que iban a hacer algunos arreglos y acondicionar la casa para su llegada, que volverían por la tarde, seguro ya estaban por llegar

‒ Will‒ dijo Alice, una de las encargadas de cuidar a los niños, Will estaba tan sumido en sus pensamientos que dio un respingo

‒ Alice, me asustaste‒ dijo fingiendo llevarse una mano al corazón, lo cierto es que de verdad lo había asustado, no se había percatado de que alguien se acercaba

‒ ¡Ah! estabas muy distraído, yo vine a decirte que ya llegaron, están en la puerta de la casa esperándote en su carro, oh Will aun no puedo creer que te vayas, es tan pronto fue muy rapido, te extrañaremos mucho, ¿volverás a visitarnos alguna vez?

‒ Claro que sí, también me encantaría ir a visitar a Nico en su nueva casa, yo los extrañare mucho, como extraño a Nico, ahora debo irme, gracias por todo lo que hiciste por mi, cuando me encontraste- Will le dio un abrazo de despedida.

Y sin más, Will se fue corriendo a su cuarto a coger su maleta, más bien mochila, y de paso se despidió de algunos de sus compañeros que se encontraban ahí.
En el auto, fuera de la casa, se encontraban Gonzalo y Vivian, ambos esperando impacientemente a Will.

‒ William, entra al auto, tardaste demasiado -dijo Gonzalo

Will esperó una bienvenida mas emotiva, vio el auto detenidamente, era una camioneta de color blanco, en la parte delantera al volante se encontraba Gonzalo, al lado suyo estaba Vivian, la camioneta tenia un aspecto descuidado y con la pintura completamente desgastada.

‒William que esperas se hace tarde‒ Will había estado parado ahí sin querer entrar a la camioneta, sumido en sus pensamientos

‒ lo lamento, me distraje un poco‒ Se obligó a sí mismo a entrar.

El viaje en la camioneta fue bastante largo, la casa hogar era alejada del centro, pero aun así pareció demasiado, pasaron por un parque abandonado, decenas de árboles, y flores, incluso pasaron cerca de una laguna y luego una escuela, se detuvieron a pocas cuadras de ahí.
Vivian bajó del auto.

‒ William, a que esperas, ya llegamos, baja del auto, tengo que guardarlo, apresúrate, ¡¿acaso siempre eres tan lento?! -le reprochó Gonzalo
‒ lo siento, señor ‒ dijo Will y bajo inmediatamente

La casa era de un color terracota con la pintura bastante vieja, prácticamente se caía a pedazos, el jardín de un aspecto descuidado, sin flores, solo con un poco de césped amarillento, por dentro la casa tenia también una apariencia abandonada, con el polvo acumulándose en el piso y los muebles. Las paredes con la pintura desteñida deteriorada y con algunas grietas en las columnas.
Will se quedó viendo el aspecto del salón al que acababan de entrar, Vivian por su parte comenzó a subir las escaleras, estas eran viejas y a cada paso que daba chirriaban.

‒ William vamos, arriba esta tu cuarto, apresúrate niño, tengo que hacer la cena
‒ está bien señora‒ dijo Will y comenzó a subir sin mas
‒ este es tu cuarto, desempaca y baja cuando te llame para la cena‒ y sin esperar ninguna respuesta por parte de Will ella salió de la habitación y bajo las gradas hacia la cocina murmurando algo sobre los niños

La habitación era igual que el resto de la casa, era pequeña y vieja, la cama era pequeñísima, había una mesa con una silla de madera en una esquina y un roperillo en la otra.
Will abrió el ropero y ahí vio dos frazadas que sacó y se puso a hacer la cama, sacó sus pertenencias de su mochila y limpio un poco el cuarto, desempolvando el piso y también la mesa, en la que puso unos cuadernos que tenía y la carta que mandó Nico.

Cuando bajo para la cena conoció la cocina, era pequeñísima con una mesita para cuatro personas, en la que ya estaban sentados Gonzalo y Vivian, ya estaba también su plato servido.
Al terminar de comer se enteró que iría a la escuelita que había visto cerca de la casa, tenía varios deberes dentro de la casa que realizaría desde mañana. Gonzalo y Vivian después de eso le dijeron que saldrían, que se vaya a su cuarto a dormir y que no salga.
Esa noche no llegaron a dormir, Will se sentía muy solo, mañana iría a la escuela a pasar clases y se sentía muy nervioso.

REMEMBER ME WHEN THE DARKNESS COMESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora