Capítulo 1

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25 de Diciembre del 2010

Mi familia y yo acabábamos de regresar a casa de haber pasado noche buena con mis tíos y mi abuelo, eran como las 3:00 a.m.

Ya estaba en cama y muy cansada, debido a que era una niña de 11 años y no estaba acostumbrada a ese horario. Como todas las Navidades desde hace ya unos pocos años, mi padre estaba de mal humor, por todos los gastos que se hacían y luego se quedaba sin dinero por darnos lo que deseábamos, aunque le costara mucho hacerlo.

Cuando ya estaba por quedarme dormida, me puse a pensar sobre el peculiar humor de mi padre en Navidad y empecé a recordar:

En el taxi, de regreso a casa mi padre se veía muy enojado, pero no le dí importancia por lo mismo que ya había estado pasando lo mismo desde hace 2 años, él no podía decirle a nada a mi madre porque no era nuestro auto y el taxista no tenía por qué enterarse de nuestros problemas. Cuando llegamos a casa empezó a recriminarle a mi madre todo lo que había gastado y que no era justo nada de eso, él se rompía el lomo trabajando para darnos lo mejor y en un solo día se le iba todo como agua. - Pero de pronto, mis pensamientos se vieron interrumpidos. 

Mi padre mencionó un nombre de hombre que jamás en mi vida había escuchado mientras estaba echada en mi cama, mi madre empezó a llorar y a preguntar: ¡¿POR QUÉ TIENES QUE SACAR A RELUCIR EL PASADO?! ¡¿POR QUÉ ME HACES ESTO?! Dos minutos después más de discusión terminó y mi madre se fue al dormitorio de mis hermanos y mi padre al suyo.

En esa discusión que escuché "accidentalmente" (en la cual ellos pensaron que ya todos nos habíamos dormido) en que me enteré que mi hermano menor no era hijo de mi padre.

En ese momento, mi corazón se rompió, mi mente salió volando por todos lados, teniendo tantas preguntas y a la vez, sin saber si quería saber las respuestas a ellas, pensando en que lo que yo creía que era mi vida, había sido en gran parte una mentira, pensando de todo sobre mi madre, molestándome con ella y con todos, cuestionándome por qué a mí. Y después de eso me costó mucho dormir.

¿Y si yo tampoco soy su hija?

¿Y si se separan?

¿Y mi hermano? ¿Lo quiere de verdad o eso también lo finge?

¿Cuándo piensan decírmelo?

Y mi yo de 11 años, abrumada y asustada por las posibles respuestas a esas y otras preguntas, empecé a preguntarme cosas más improbables que sabía que no había forma de confirmar, un lugar seguro para mí en esos momentos.

Si mi hermano no hubiera nacido, ¿mi padre sería diferente? ¿dejaría de estar molesto o amargado todos los fines de mes por pagar las cuentas?

¿Y si mi hermano hubiera nacido antes que yo? ¿Me llevaría a pasear? ¿Seríamos como mejores amigos o me ignoraría?

Y si estudiáramos en la misma escuela, ¿me protegería y me iría a visitar a mi salón de clases? ¿O, haría como si yo no existiese?

Cuando le digan la verdad y se entere de que yo sabía todo, ¿se molestaría conmigo o me entendería?

Y poco a poco, me fui quedando dormida...

Desperté y sentí como si todo lo que había pasado horas atrás hubiera sido un sueño, uno terrible, pero luego entendí que, por más que me costara, realmente había pasado.

Salí de mi habitación y no podía mirar a mis padres a la cara, entre los cuales había aún una gran tensión.

Mi mamá me preguntó: ¿Que te sucede? ¿Estás mal?

-No, ma. Estoy bien, solo sigo algo zombie.

-Está bien... - Mientras me miraba como si no me creyera. – Bueno, hazme un favor y llévale el desayuno a Facundo, ya que ¡TU PADRE! se resigna a hacerlo. Por mientras, yo iré haciendo el tuyo – Y si, Facundo es el nombre de mi hermano menor.

Me pareció muy extraño que mi mamá mencionara a mi padre y con ese tono, puesto a que él estaba muy cerca a nosotras y podía escucharlo todo.

Agarré la bandeja que me entregaba mi madre y me dirigí a la habitación de mi hermano, pero cuando estuve dentro, me desconcertó ver una silueta grande bajo las sábanas, ya que mi hermano tenía en ese entonces 5 años. Dejé la bandeja en una mesa que estaba cerca, me aproximé a ver quién estaba en la cama de Facundo y  me llevé un gran susto.

-AAAAH! MAMÁ! PAPÁ! QUIEN ES?! HAY ALGUIEN AQUÍ?! QUIÉN EEES?! DÓNDE ESTÁ FACU? – Empecé a gritar histérica, y el chico que se encontraba ahí durmiendo se despertó sobresaltado y le empecé a gritar – QUÉ HACES AQUÍ?! QUIÉN ERES?! VETE!!!

Mis padres llegaron corriendo, sobresaltados, mi madre con un zapato de tacón y mi padre con una... una cuchara? Bueno, no opinaré porque hay algo más importante aquí. Evaluaron la escena, pero parecían confundidos y yo no entendía el por qué.

-Bianca, dónde está? Se ha ido o se ha escondido? Dime hija! – Más confundida no podía estar, el intruso estaba justo frente a nosotros! Y ellos me preguntaban que dónde se había metido?

- Está justo en sus narices! Que no lo ven?! – dije señalándolo con ambas manos – Dónde está Facu? Donde está? Necesito verlo.

- Cariño...

-DÓNDE ESTÁ?!

- BIANCA! CÁLMATE Y ESCÚCHAME! – dijeron mis padres al unísono, así que me calmé. – Estás bien, hija? Cuántos dedos ves aquí? – dijo ahora mi madre mientras me tocaba la frente, revisándome la temperatura, y me mostraba 3 dedos frente a mí.

- Qué? Sí, estoy bien, veo 3. A qué viene todo esto? – mis padres se miraron mutuamente e intercambiaron miradas con el desconocido que ahora se encontraba a mis espaldas.

- Segura que te sientes bien? – QUE SI! QUÉ LES PASA?! – Es que... Facundo está detrás de ti... No sabemos el por qué de este escándalo, ha estado ahí desde que entraste y como viste, estaba durmiendo.

Esperen QUÉ?! De qué me perdí? Hasta el día de ayer mi hermano MENOR, Facundo, tenía 5 años, eso no puede cambiar de un día para otro.

Empecé a recodar y vinieron a mi mente todas esas preguntas con respuestas, que creía que eran improbables, que me hice a mí misma justo la noche anterior... y todas piezas fueron encajando dentro de mi cabeza... aunque era un disparate! No puede ser posible que unas simples preguntas o, no sé cómo llarmarlas, ¿ilusiones? se volvieran realidad. Además, ellos no habían tenido una pelea fuerte hace unas horas? Así que no, creo que me están haciendo una broma de mal gusto.

-No no no no, él no es Facu, Facu tiene 5 años y él claramente no los tiene, además ustedes no estaban enojados el uno con el otro? No jueguen conmigo, por favor, estoy muy confundida. Ma, dime que todo esto es una broma.

- Daniel, amor, creo que debemos llevarla al hospital, puede que se haya golpeado la cabeza – le dijo mi madre a mi padre y luego se dirigió hacia mí – Cariño, tu padre y yo estábamos enojados por las tonterías que hizo Facundo ayer en casa de tu tía, justo cuando te despertaste acabábamos de acordar su castigo, por eso estábamos enojados, pero con Facu.

Después de que me volvieran a repetir todo una y otra vez y yo mostrándome reacia a creerles, "Facundo" me cargó por órdenes de mi padre, me metieron en un taxi y me llevaron al hospital, no me resistí por mucho tiempo porque la idea de que me estaba volviendo loca se estaba haciendo más consistente. Luego de todos los exámenes todo estaba normal, así que al parecer todas esas preguntas que me hice antes de dormirme, que yo creía que no tenían respuestas, se volvieron realidad de una u otra manera que no entiendo. Será eso posible ¿o me estaré volviendo realmente loca?

Creo que mejor voy a buscar a Alice y que me diga que todo es una broma.


NOTA:

Hola! Soy nueva en esto, así que apreciaría mucho sus comentarios y puntos de vista.

Gracias! :D 

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⏰ Última actualización: Feb 03, 2016 ⏰

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