Obligada a tu amor (Tom Hiddleston)

Capítulo 26

El resto del camino lo hicimos en silencio, de vez en cuando Elsa volteaba a verme pero yo no quería hablar, sólo deseaba escapar y no volver jamás a aquel lugar. Estuvo manejando por al menos 40 minutos hasta que llegó al límite, se detuvo lentamente y suspiró profundo.

- Creo que deberías hablar con él.

- Elsa era él con mi hermana, no me interesa si al final se acostaron o no, de todos modos se estaban besando y tocando.- mi voz comenzó a quebrarse al recordar las imagenes.- No me obligues a hacer algo que no quiero hacer.

- Está bien.- me bajé del auto y ella bajó la ventana del asiento en donde iba yo.- Si necesitas algo llámame.

- Lo haré.- arrancó nuevamente el motor del auto y la vi alejarse poco a poco hacia el interior de la ciudad.

Caminé por más de una hora hasta lograr divisar el edificio abandonado, mi edificio. Al menos la temperatura del día era agradable, pero sentía mi cuerpo cansado al igual que mi alma.
Llegué hasta la entrada y subí de a poco las escaleras; sabía que nadie había entrado en este tiempo ya que la puerta de entrada seguía con la cadena y el candado puesto. Ingresé al último piso y me acerqué hasta mi pequeña cama improvisada, dejé mi bolso a un lado mientras que me acostaba de lado para agarrar mis piernas y llorar desconsoladamente todo lo que yo quisiera... nadie me iba a escuchar estando ahí. En medio de mi llanto recordé de quién era la camisa que llevaba puesta y tal como si se tratara de veneno, me la arranqué desesperada quedando tan sólo en short con mi brasier de color negro, tiré la camisa al suelo que tenía algunos lados rasgados por mis uñas y me arrodillé de golpe mientras las lágrimas seguían corriendo por mi rostro.

¿Alguna vez han sentido lo que es estar en alto, muy alto y que de la nada te empujen al suelo? Yo antes creía saberlo, pero resulta que recién hoy me daba cuenta de lo que realmente se sentía caer. Tom no era mi primer amor, lo sé, Louis fue el primer hombre que llegué a amar en serio y fue difícil el tener que separarme de él, esa vez sentí que me quebraba por dentro pero sabía que lo había hecho por una buena razón y era porque no deseaba dejarme influenciar por sus malos hábitos, pero con Thomas... por él si me estaba quebrando lentamente, nunca llegué a pensar que algo así me sucedería y la mezcla de tristeza, impotencia y odio se centraba en aquel hombre junto a mi hermana, junto a mi descriteriada hermana que tanto admiraba y que del día a la mañana se había convertido en una verdadera zorra.

El día siguió su curso y yo ya había vuelto a colocarme una polera vieja para volver a acostarme a ahogar mis penas entre la manta que cubría el suelo... tarde o temprano Thomas comenzaría a llamar y lo mejor es que fuese tarde para que así mi cansancio me ganara y el sueño intentara aliviar mi dolor.

Thomas

Estuve prácticamente todo el día con Luke, debía terminar de explicarme los acuerdos con respecto a los nuevos proyectos y a la vez coordinar con los directores los momentoa de encuentro y cuando empezaban las grabaciones. Le había mandado unos mensajes a Andrea diciéndole que llegaría al anochecer pero no recibí respuesta de su parte, supuse que estaría durmiendo o estaba ocupada viendo alguna película o algo por el estilo, así que no quise molestarle más y dejé de insistirle.

- Creo que ya es hora de que me vaya Luke ¿no hay nada más que deba firmar?.- ya eran las 7 de la tarde y Andrea debía estar esperándome para la cena.

- No, descuida. Por cualquier cosa te llamo y ahí vienes.- estaba guardando unos papeles dentro de una carpeta.- Tom ¿puedo preguntarte algo?

- ¿Qué cosa?

- ¿Cómo van las cosas con Andy?

- Mejor de lo que tú crees.- no pude evitar sonreír.- A decir verdad, estamos saliendo pero seguimos con el tema de que estamos casados.