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Cuando dijo su nombre seguido de su sonrisa tan particular, me acordé al instante de él. No entiendo como no me había acordado antes, quedé como una tonta. Contesté lo más rápido que mis reflejos me lo permitieron.

-Leeeo, mil disculpas, ¿como estás tanto tiempo? - dije muy avergonzada y nerviosa.

Con Leonel fuimos amigos desde muy chiquitos, vivíamos en el mismo barrio y en la misma cuadra, además nuestras familias eran amigas, así que practicamente tuvimos vínculo desde antes de nacer.

Ambos teníamos la misma edad, por lo que además de todo lo anterior también ibamos al mismo grado. En nuestro tercer año de primaria, la familia de Leonel decidió mudarse a una ciudad cercana a Capital, debido a que tenían un negocio que en nuestra ciudad mucho no prosperaba, si bien no tenían mala venta, ellos sabían que mudandose les iba a ir mucho mejor.

Cuando él se fue, prometimos que nos íbamos a seguir viendo, pero no pasó, antes era todo distinto, si bien estabamos "modernizados" no es lo mismo que ahora, no había whatsapp. ni twitter, ni facebook, ni nada de todo lo que existe hoy. Nuestra relación fue desapareciendo con el tiempo, y quedó tan en la nada que hoy viendolo después de más de cinco años ya ni lo reconocía.

-Bien Juli, no pasa nada, yo tampoco estaba del todo seguro que fueses vos- dijo con una sonrisita nerviosa.

-GANADORRRR, digo Leo ya nos tenemos que ir- se escuchó decir a un chico que estaba sentado en la mesa con él.

Él solo sonrió.

-Bueno, creo que tenes que irte.

-Si, lamentablemente si, pero esto no tiene que quedar acá, nos tenemos que juntar y ponernos al día ¿hace cuanto no nos vemos? ¿7?¿8? años- dijo él contando con sus dedos.

Me limité a sonreir, y antes de poder contestarle el chico nos volvió a interrumpir, Leo le hizo un gesto al cual el chico respondió con otro que claramente ni yo ni nadie de los que estabamos ahí entendimos, seguido de ésto sacó un pequeño papel, escribió algo y me lo entregó. Yo no entendía nada, me dió un fugaz beso en la mejilla y se fué.

{7:45 pm}

Faltaba media hora para que el local cierre y la gente no paraba de venir, yo estaba agotadisima, me quería ir cuanto antes.

Fuí atender a uno de los últimos clientes que dejamos entrar, y cuando volví al mostrador iba a sacar la libretita donde anotabamos los pedidos de mi bolsillo, cuando toco el papel que Leonel me había dado a la mañana, todavía no lo había visto, no sabía que tenía escrito allí, pero por el momento no lo iba a abrir iba a esperar un poco más.

-Si no lo abrís vos, lo voy abrir yo, estás avisada- dijo Luna, una de mis compañeras y de mis amigas más cercanas.

- Callate nena, y vamos a seguir dale que ya falta poco-

Ella solo hizo un gesto de negación con la cabeza y siguió con su trabajo.

Finalmente el local ya estaba vacío, cerrado y limpio. Así que nos dirigimos todos a nuestro sector, para cambiarnos,agarrar nuestras cosas y por fin poder irnos.

Cuando me saqué el delantal, saqué el papelito y por fin decidí abrirlo.

Facu, Maca y Luna miraban con atención esperando saber que es lo que tenía escrito.

Leonel 11 45 32 43 66 54

Era su número de celular, por lo cuál reí y decicí mandarle un mensaje, después de todo siempre es bueno recuperar un viejo amigo.

-Leeeo, soy Juli.

-Pensé que no me ibas a hablar nunca nena.

-Perdónnn, es que recién salgo de trabajar.

-Bueno no pasa nada, te quería avisar que hoy festejo mis 18 en un boliche de la zona, si queres podes venir con amigas es a la una.

No alcance ni a contestar que ya salió de "en línea" así que supuse que ya se estaba yendo. Acto seguido sonreí por lo distraídos que fuimos él en invitarme y yo en "aceptar" sin siquiera saber donde era el lugar.

" *Santa Maria Club, se llama el boliche* ".

Reí negando con la cabeza y me propuse invitar a mis amigas a salir. Estuve alrededor de media hora tratando de convencerlas y no quisieron, entonces opté por invitar a los chicos del trabajo, sin dudar ellos aceptaban siempre.

Alrededor de 01:10 salimos rumbo al boliche, fuimos caminando ya que quedaba cerca además ninguno de los cuatro tenia auto. Finalmente Facundo, Luna, Maca, su novio y yo llegamos al lugar.

-Hola buenas noches, ¿vienen a la fiesta del señor Saja?- dijo uno de los de seguridad que se encontraba en la puerta.

Con los chicos tratamos de contener la risa ante tanta cordialidad y simplemente asentimos, el hombre nos dejó pasar y nos guió hasta el lugar. Era un sector VIP.

Cuando entramos, lo noté enseguida, había caras conocidas, demasiado.
No podía creer poder estar rodeada de todos y de cada uno de ellos. Estaba en shock y no lo podía creer.

En ese momento veo a Leonel aparecer con un trago en la mano.

-Juli ¡viniste!- dijo gritando ya que la música estaba muy fuerte.

Asentí y me acerqué a su oído.

-¿Por que no me dijiste que te habías vuelto tan reconocido?.

Fue lo único que me salió decirle.

Forbidden Love . << Cristian Pavón >>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora