ESTAR A TU LADO LO ES TODO ♥NALU♥

CAPITULO 1

La vida era dura y la seguía siendo hasta hoy, durante años había luchado para ser lo que soy ahora, lo había conseguido con tanta dedicación y esfuerzo, era hora de empezar de cero.

Me contemplaba en el espejo, me gustaba lo que veía: una chica linda, rubia y delgada; por fin lo había conseguido; tras años de humillaciones y burlas.

Muchos dirían que soy una persona superficial y narcisista, sin embargo, yo diría más bien alguien que se quiso así mismo y opto por lo mejor, la vida me había hecho así y no me arrepentía de nada.

Debían saber que la niña estúpida y vulnerable que hacía unos años atrás la habían de encontrar, quizá sola sollozando, ahora era una persona fuerte, dispuesta a todo, los golpes la habían hecho así.

Me miraba una y otra vez, la satisfacción y la dicha me invadían, ahora si podría decir que estaba orgullosa de mí, había pasado de ser un cerdo a una barbie, hace unos años quizá me pude convencer que no lo lograría, pero ahora que no era capaz de hacer.

Agradecía a las personas que alguna vez me insultaron diciéndome: gorda, cerdo, puerco, porque sin ellas no hubiera logrado esto.

Sin embargo a la única persona a la cual le debía todo siempre había sido el....

*****FLASHBACK*****

—Lucy, es hora de ir a la escuela —aviso Virgo.

Seque mis lágrimas, no quería que mis padres me vieran de esta forma.

—Lucy, apresúrate— reitero Virgo.

Coji mi mochila y me apresure, de todas formas tenía que hacerlo, no quedaba de otra.

—Buenos días princesa—saludo papa.

—Que linda estas—dijo mama.

Me ruborice ante sus comentarios, eran los únicos que me hacían ese tipo de cumplidos.

—Se hace tarde—indico Virgo.

Me despedí de ellos, subí al auto me entretuve mirando el paisaje, por un momento quería que dure para siempre, un portazo se escucho, había llegado.

Bienvenida al infierno.

Todos me miraban y hablaban a mis espaldas, algunos se burlaban y yo sentía como si el mundo se ve viniera encima, camine en silencio, un poco intimidada, entre al aula, enseguida me llovieron bolas de papel, y yo lo único que hacía era tratar de cubrirme.

Me senté sola en un rincón, como de costumbre, me desparrame en mi carpeta, tratando de ahogar las lagrimas.

— "Se fuerte" —me decía.

Sonó la campana, era recreo, la cola para el comedor era inmensa, cogí mi bandeja, pronto llegaría mi turno.

Me apresure a sentarme para tomar un bocado, un golpe me paralizo, habían tirado mi bandeja.

—Recógelo—ordeno una peliblanca— AHORA.

Rejunte lo que pude.