Verdades ocultas..

33 0 0
                                    

-Mi nombre es Cordelia Rosalie soy de Los Angeles, calf. Y tengo mellizos, me uní a este grupo de madres jóvenes porque como verán tengo 19,apunto de cumplir 20... No soy madre soltera, no quiero estarlo nunca, puesto que quiero que mis niños tengan un padre a quien amen...-me quede pensando si seguir hablando o si alguien me haría alguna pregunta, justo cuando iba a sentarme una joven me hablo.

-como se llaman tus niños... ¿Se puede saber?-confesó tímidamente limitándose a levantarse.

-la niña se llama Margaret... El niño se llama Charles -conteste alegremente puesto que admiraba esos nombres

-muy bien Rosie que amable eres al venir a este grupo... Démosle un fuerte aplauso a Rosie-todas aplaudieron y yo me sonroje.

🌺🌺🌺🌺🌺🌺
Llegue ala casa, mi mejor amiga Katherine me ayudaba con los niños cuando yo no podía cuidarlos, al ver que llegue se acerco con satisfaccion y dandome un tierno abrazo.

-No ha llegado Aspen?-pregunte puesto que a estas horas ella ya debería haber llegado a su casa y Aspen debería estar cuidando de los niños

-no Rosie... Lo lamento pero debo irme, mañana tengo una examen super importante y debo estudiar, Margaret tenía calentura hace rato, le di jarabe y se compuso, ahorita esta dormida, Charles bueno, el esta normal...-dijo sonriendo, me alegra tanto tenerla porque sin ella no podría tener un espacio libre de al menos 1hr-adiós, te veo mañana-dijo dandome un beso en el cachete saliendo hacia su departamento

-adiós!-dije acompañándola a la puerta de la casa

Los niños nacieron hace 7 meses, me arrepiento de muchas cosas, pero nunca me arrepentiré de haberme embarazado y mucho menos haber decidido tener a los niños...
Hace aproximadamente 2años y medio no hubiera pensado lo mismo, lo que si me arrepiento es no poder salvar a la única persona que siempre amé...

-Hola cariño ya llegue-dijo mi esposo Aspen entrando por la puerta dejando su abrigo y las lleves en la entrada, se me acerco y me dio un beso en el cachete para después darme otro en la boca

-como te fue dime!- dije emocionada ya que hoy tenía una reunión para poder entablar amistades con empresas del medio oriente

-pues bien... Supongo que le heche suficientes ganas como para que el señor Makishira considere en la empresa- dijo rascándose el cabello "me oculta algo" pensé

Es mi esposo desde que teniamos año y medio de novios, la verdad estaba con el por mi mama, aunque eso ya cambio el es rico, descendiente de una familia inglesa, su padre es el primer ministro de la corte real de londres se que no me ama y tambien se que si no fuera por los niños mi mama estuviera arrepentida de tenerme y seria su desgracia familiar...

-que bueno cariño, ya deposite dinero en la cuenta del banco de mi madre- dije, mantenemos a mi madre, por medio de la empresa de mi padrastro, que en este momento Aspen manejaba... En cambio los padres de Aspen no querían gastar ni una libra en territorio americano. Vivimos lujosamente puesto que mi abuela me deje una gran suma de dinero, que ocupe para construir mi propia casa sin que nadie me la pueda quitar, ya que Aspen aun no contaba con capital para hacerlo el mismo

-esta bien corazón-dijo entrando a el cuarto de los mellizos

-están dormidos-dije acercándome al marco de la puerta de los mellizos para observar a un padre cegado por el amor hacia sus niños

-se parecen a ti, tienen los ojos de mi abuela, Charles es un pequeño yo...-lo interrumpí para que no hiciera mas preguntas

-por eso el es mi consentido- dije callando y dejando la habitación tranquila

- ¿Cenaste ya?- le pregunté a Aspen una vez dejo su portafolio en su oficina y empezó a sacar papeles

- de hecho, aún no he comido nada desde el desayuno- me miró desde la oficina hasta la barra de la cocina, noto mi ceño fruncido- lo lamento cariño, no tuve tiempo de nada, estoy exhausto, tengo ganas de dormirme y no despertar hasta que los niños puedan caminar

-Oye no seas abusivo, además, sabes que sin ti la empresa no saldría a flote- dije terminando de preparar el sándwich que le había estado preparando

-Lo se cariño, además, quiero estar con ellos en todo momento, también contigo, no quiero separarme de ti- dijo mientras pasaba el plato frente a el, tomo mi mano y le dió un suave y delicado beso, me agache a la altura de su frente y la bese

- Termina de hacer el trabajo y vente a la cama, no quiero levantarme a media noche y encontrarte aquí- dió una ligera sonrisa mientras salía de la oficina y caminaba hacia nuestra habitación.

Observé mi cuerpo semi desnudo frente al espejo, un pequeño vistazo a la foto que tenía en una esquina bastó para recordarme todo lo que pase para tener está pequeña felicidad. Tome mi bata para dormir y me acosté en la cama.

Desperté, ya que por el monitor del bebé Margaret empezó a llorar, pase por la puerta de nuestro baño, ya que las dos habitaciones se unían por medio de el.

- Corazón tuviste un mal sueño- tome a la bebé en brazos, comencé a cantarle una canción de cuna que le cantaba a mi hermano, poco a poco se tranquilizó y la volví a recostar en su cuna.

Salí por la puerta hacia la sala, ya que Aspen aun no había regresado a la cama, observé que la luz de la oficina seguía prendida, eran las 3 de la mañana, poco a poco me acerque y lo ví, la cara recostada entre papeles y un plato vacío se encontraba en la orilla del escritorio con una nota "gracias amor, encerio lo necesitaba, te amo"

-Cariño, ayúdame a llevarte a la cama- dije tocando su hombro y depositando un beso en su sien

-hmmm si claro- lo dijo con pereza y sin abrir los ojos, dejo caer su cuerpo en la silla hacia atrás, acomode los papeles que tenía en el escritorio y quite un papel que tenía pegado en su cara, era una hoja gruesa y de un tipo de papel suave, tenía el sello real y estaba dirigido para el, no quise leerlo, así que lo deje por encima de los papeles y trate de levantar a mi esposo, su ayuda era mucha, ya que no dejaba caer su peso encima mío, una vez en el cuarto le quite su saco, y su pantalón, dejándolo solo en boxer, camisa y calcetines- Te amo Rosie- dijo una vez que estaba recostado y tapado

Me recosté en la cama, dandole la espalda, sentí su brazo acercándome a el, tome su mano y la besé- y yo a ti amor- le respondí, pero sabía que no me había escuchado, ya que ya estaba roncando, esa noche fue tranquila y dulce, no pude dormirme hasta media hora después...

Hidden TruthsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora