Día Dos

3K 281 218
                                    


- ¡Harry, el barco se hunde! –agua golpeó su rostro e interrumpió su sueño de manera brusca.

Se incorporó de un sobresalto, mano en el pecho y ojos desorbitados. Un vaso vacío yacía sobre el suelo.

Niall se hallaba inclinado hacia adelante, proporcionando descoordinados aplausos mientras reía de manera descontrolada.

- Oh, Dios –se lamentó, escondiendo el rostro entre sus manos.

- Vamos, Beag, en lo que va de una hora te has dormido cuatro veces -protestó Liam con una sonrisa para nada molesta de por medio.

- Exacto, Li –replicó-. Estamos hace una hora observando tus infinitos cambios de corbata. ¿Es de crucial importancia como para interrumpir mi sueño? 

- Oh, mi querido Harry –Niall limpió las lágrimas de sus ojos y se enderezó para mirarlo-. Él tiene previamente seleccionada la maldita corbata que usará, va a juego con alguna parte del vestido de Liz –agitó su mano en desinterés-. Liam nos juntó aquí para hablar sobre ti, pero sigues durmiéndote cuando intentamos adentraros en el tema. 

- Gracias, Niall –ironizó Liam luego de ver su expresión horrorizada al enterarse de aquello-. Pensé que ya habías obtenido demasiadas horas de descanso luego de huir ayer. 

Fingió una mezcla de inocencia e indignación. La realidad era que sí huyó, sin embargo, contaba con numerosas buenas excusas. No todo era miedo a la presencia de Louis. Definitivamente no permitiría que su reencuentro se diera con él bajo un estado de completa vulnerabilidad, ya sea por el medicamento o por la sorpresa de verlo allí.

- Necesitaba dormir, Li, no tenía control sobre mí mismo –lo cual era cien por cien cierto.

- ¿Eso quiere decir que todavía no hablaste con Louis?

- No –musitó, desconfiando de la mirada que sus amigos intercambiaron-. Sin embargo, mientras me dirigía hacia aquí, hablé con las agradables señoras de mayor edad que se encontraban con la mitad de sus piernas sumergidas en la piscina. Me dijeron, y cito textualmente, "¿Estás utilizando protección contra el sol, dulzura? Podríamos aplicarte un poco si así lo deseas". Encantadora conversación, ¿es funcional al porcentaje de chisme que necesitan para tolerar el día? 

- Mierda, Harry, dime que tenían toda su ropa puesta. Escuché que no lo hicieron el primer día –informó un escandalizado Niall.

- Ahí lo tienen, una razón más para no despertarse temprano, las señoras merecen privacidad –frotó sus ojos, contemplando la idea de recuperar la seriedad en la conversación-. Entonces, ¿cómo te sientes, Li? -preguntó.

- Feliz. Muy feliz, para ser más exacto. Deberían casarse algún día –generalizó, aunque le habló directamente a él.

- Es bueno verte feliz. Me alegro mucho por ti, Liam -respondió. Estaba decidido a ignorar sus insinuaciones para nada discretas. 

- Sinceramente, ¿has pensado en que algún día deberíamos casarnos, Beag? –murmuró Niall, ralentizando su voz.

- Eres lindo y todo eso, Ni, pero no creo que funcione. Me aburre el golf.

- Tú, pequeña mierda, te has levantado descarado –gruñó risueño-. Si me gustaran los hombres, Beag, tampoco te elegiría a ti y tu pésimo sentido del humor -Niall imitó una nausea falsa-. Hablo en serio, Harry -puso fin a sus bromas, retomando el tema principal de toda esta emboscada. 

- No hagan esto, estamos en medio del océano y me sacaron de la cama sin una taza de café.

Se levantó, necesitaba un escape inminente y no solo de la conversación.

Afraid | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora