Capítulo 1.

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Suena la alarma y con dificultad la apago, siento mis parapados caídos pero los obligo a abrirse.

Me levanto de la cama, desayuné, me lave los dientes y al final me cambié.

...

Ya en la escuela busco a mi mejor amiga pero la veo hablando con un estúpido chico, rodeo los ojos y mejor tomo asiento en el aula.

Últimamente estos días me he sentido muy extraña ya que cuando veo a Mariane hablando con un chico más me enojo, eso antes no me pasaba de hecho antes me daba felicidad pero ahora... Creo que me desespere en que le rompan tanto el corazón.

Ojalá ella supiera que yo nunca le rompería su corazón. ¿Qué carajos acabo de pensar? Ya no tengo el poder sobre estos pensamientos, rayos, quizá lo pensé en la forma de amigas ¿no?

Checo mi reloj y aún faltan 30 minutos para que empiecen las clases, tengo un secreto que es que yo siempre llego temprano para estar con mi mejor amiga pero aún así es en vano ya que a ella le interesa más conquistar a los chicos.

Saco mi libreta y un lapicero y empiezo a hacer una mandala. Hacer mandalas es uno de mis grandes talentos y yo misma admito que me salen bien.

Mientras hago mi mandala alguien toca mi hombro, espero que sea Mariane, volteo y es un chico.

-Hola-Me Dice algo tímido.

-Hola- La verdad a mi no me interesa lo que me vaya a decir.

-¿Qué haces?

-Dibujando.

-Ok, bueno a lo que venía, ¿quieres salir algún día conmigo?-Con esa cara de mono abortado no, ni en sueños.

-No gracias, la verdad estoy muy cansada para salir

-Por favor, no te haré nada malo.

-No es eso, solamente estoy cansada.

-De acuerdo, esperaré. -Para cuando te diga que sí tú ya estarás muerto, ingenuo.

Volví mi vista hacia el frente y ahí estaba Mariane, me puse feliz al instante, pero lo malo es que estaba en el marco de la puerta hablando con el tipo, no se si ella se de cuenta pero yo veo como el maldito tipo mira sus senos, esto ya me dio asco.

Mariane es tan hermosa como para caer de nuevo en un chico que sólo quiere sexo. Pero ella y yo sabemos que yo siempre seré su pañuelo de lágrimas.

Mejor vuelvo a hacer mi mandala, aún me falta mucho para terminarla.

De nuevo alguien tocó mi hombro, volteo y esta vez es Mariane.

-¿A que hora llegaste princesa? -Me Dice.

-Cuando estabas con el chico mira senos.-Ella sonrió un poco pero después fruncio el ceño.

-¿"Mira senos"? Ja, ¿ Por qué?

-¿Acaso no viste como te las veía? Que ciega-Digo dándome la vuelta para seguir con mi trabajo. Al decir eso lo dije en tono de enojada ¿se habrá dado cuenta?

-Sara...-Me dice Mariane. Volteo de mala gana y alzo una ceja.-¿Por qué te has vuelto así? Antes te daba gusto por mí.

-Me choque de que siempre me ignores por tus novios. Después andas llorando.-Dije enojada.

-Lo siento ¿sí?

-Creo que tu misma sabes que sería imposible enojarme tanto contigo.-Ella sonrió y me abrazo por detrás de los hombros.

-Eres buena persona. Te Amo. -Dijo en mi oído y mi piel se erizo al sentir su respiración pero también a la vez sentía como mi corazón se aceleraba.

Me Enamoré De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora