A Little More Deep (Completa)

Capítulo 3

Apenas llego a mi casa miro mi celular, tengo algunas llamadas perdidas de Jane. Comienzo a sentirme culpable, me asusté y me puse tan nerviosa que olvidé que estaba esperándome. Le mando un mensaje diciéndole que tuve una urgencia y debía volver.

— Hola hermanita — Saluda con voz cantarina.

Alex entra todo sudado, las gotas se deslizan sobre su pelo oscuro y pasa la mano por el para peinarlo un poco. Se sienta a mi lado con una sonrisa tan contagiosa que se la devuelvo, olvidándome lo que pasó hace instantes.

— Hola hermanito, ¿Dónde estabas? — Curioseo sobre su día.

— Estaba entrenando, mañana son las pruebas para entrar al equipo — Contesta feliz, sé que está nervioso, siempre amó el rugby.

— ¿Puedo ir a verte? — Pregunto ilusionada, no fui la mejor hermana, así que quiero aprovechar cada momento.

— Claro que si Ash, me encantaría — Intenta acercarse para abrazarme, pero pongo una mano en su pecho por el sudor. — Me siento un poco más confiado ahora que conozco a Jack, es el capitán.

— ¿De verdad? — Intento que no note mi enojo al hablar, mi hermano cree que ese chico es un ángel y es porque todavía no lo conoce.

— Si, pero igual voy a hacer todo lo que pueda.

— No espero menos — Cambio de tema para no seguir hablando de Jack —¿Papá? ya tendría que venir.

— Hoy no viene, dijo que se le hizo tarde y dormirá allá.

Suspirando, se levanta y va a la cocina, yo lo sigo.

— ¿Sería raro si él está con alguien?

Desde que mamá se fue siempre quise saber eso, nunca me animé a plantearlo.

— No sería raro Ash, pero no creo que él quiera estar con alguien más por ahora — Mientras habla veo como pone fideos en una olla.

— ¿Fideos? ¿eso es lo que el chef Alex piensa hacer hoy? — Me siento sobre la mesada de la cocina.

— No se cocinar, y sé que tú te quejaras, así que déjalo así.

Me toma de los pies y me baja de la mesada, mientras yo hago un puchero porque estaba cómoda.

— El sábado voy a una fiesta — Suelto lo más tranquila para que no se altere.

La sonrisa que tenía en la cara se transforma radicalmente.

— ¿Qué? No — Me niega rápidamente.

Entiendo que en el pasado no era la más tranquila, y que hice cualquier cosa, pero no me puede negar salir de fiesta, solo busco hacer amigos, no emborracharme y salir con cualquiera.

— ¿Es la de la presentación de los nuevos?

— Esa misma — Confirmo con un asentimiento.

— Yo también iré.

— ¿Ves? Estarás ahí para cuidarme.

— No creo que necesite hacer eso, pero te echaré un ojo.

...

Me levanto y miro por la ventana, un triste día nublado. Me decanto por un jersey gris y unos jeans negros bastante sueltos, ya le empiezo a tomar gusto a la ropa ancha. Una vez que estoy preparada bajo a la cocina donde me encuentro a Alex.

— Buen día señora — Una sonrisa alegre se extiende por su rostro.

— Buen día señor sonrisas — Imito su tono de voz.