☽TSUKINOME☾ || ❣IchiRuki❣

~Capítulo Veintitrés: Seremos felices~

Muchos dicen que no podremos amarnos, que no nos conocemos, que no estamos destinados. Pero si podemos amarnos aunque no nos conozcamos, eso es porque nuestro corazón nos lo dice, y sí estamos destinados. Nuestro amor ya estaba anunciado en los cielos al igual que en el infierno, para que así nadie pudiera intervenir.

***

     Rukia había llamado a Ichigo no hacía más de una hora para que pudieran verse, ella se encontraba sentada en la mesa más alejada de la puerta en una cafetería. Tamborileaba sus dedos sobre la mesa, junto a su mano se encontraba una taza humeante de café mientras que junto a esta había una rebanada de pastel de fresa. Suspiró. Su vida cambió desde que fue adoptada por Byakuya, la infelicidad que hasta ese día la había seguido incansablemente por fin se había desvanecido y todo gracias a un idiota que se quedó de pie a media calle en una noche lluviosa.

     La pequeña campana que colgaba sobre la puerta tintineo, anunciando la entrada de un nuevo cliente. La mirada de Rukia se elevó automáticamente, Ichigo iba vestido de traje pero sin corbata, ella se sonrojó. El pelinaranja la estaba buscando con la mirada, la mano de ella se elevó sobre su cabeza y sacudió energética captando la atención de él.

— ¿Qué sucede, Rukia? ¿Te sientes bien?— preguntó él mientras se sentaba frente a ella.

— ¿Acaso sólo puedo llamarte para hablar contigo? ¿Qué no somos amigos?— rezongó la peligra, enojada y aún con las mejillas rojas.

     Ichigo sonrío.

—Entonces dime, soy todo oídos.

     Rukia exhaló el aire contenido y el rubor en sus mejillas bajo.

—Sé que no nos conocemos desde hace mucho tiempo pero de verdad aprecio mucho tu amistad, aparte de Renji no había tenido más amigos— hizo una pausa, miró a Ichigo a los ojos.

—Ya dime, niña, ¿qué es lo que te tiene tan angustiada?— dijo de pronto él.

      La pelinegra se quedó perpleja, ¿cómo era posible que él se diera cuanta de aquello? Tal vez estaba siendo demasiado expresiva así que decidió mantener su postura orgullosa ya que lo que tenía que decir era muy delicado. '¿Por qué lo estoy pensando tanto? ¿Por qué me importa lo que él vaya a pensar sobre eso?' pensó.

—Inoue me entregó una invitación para su boda el día que nos conocimos, hace ya varias semanas, así que para corresponder el gesto yo también te daré una. Aunque no estarán listas hasta después de dos semanas, así que creo que tendrás que esperar— sonrío con esfuerzo. 

***

Narra Ichigo.

     Siento como la sangre abandona mi rostro, tengo las manos frías y el corazón paralizado dentro del pecho. ¿Es posible dar una noticia tan inesperada como esa así de natural? El pecho se me oprime, ella está sonriendo como si estuviera feliz de todo esto pero puedo ver que no es cierto, ella sonríe para ocultar un sufrimiento. Me llevó la mano al pecho, siento que me falta el oxígeno, no esperaba algo como esto. Espera un momento. . .

—¡¿Con quién carajos te vas a casar?!— grité, me puse de pie empujando la silla con mis piernas por el impulso. Su rostro estaba sorprendido y a la vez aterrorizado. 

     El pecho me subía y bajaba en una señal de una respiración agitada e irregular. Golpeó con la palma de la mano la mesa, ella da un respingo.

—¡CONTÉSTAME!

—Ichigo. . . n-no es para tanto— dijo con su voz temblorosa, asustada —. Tú también te vas a casar, ¿no es así?

     Sé que debo parar, la estoy asustando, estoy siendo cruel. Pero siento que si me detengo perderé algo muy importante, si me detengo sé que me arrepentiré el resto de mi vida. Perdóname, Rukia.

      La miré fulminante.

—Vine a decirte esto porque creo que ya no nos podremos ver más— comenzó, sus mejillas enrojecieron al igual que el contorno de sus ojos, estos se le inyectaron en lágrimas y se esforzó por no derramarlas —. Me casaré en un mes con Aizen Sosuke. Por esa razón nos será imposible ponernos en contacto.

     Aquellas tranquilas palabras fueron como un cuchillo atravesando mi corazón, la presión en mi pecho se acrecentaba  cada momento al igual que la rabia. No puedo soportar tanto peso, tantas traiciones, tantas perdidas. Con ella a mi lado siento que puedo seguir adelante, antes me sentía confundido pero ahora no, cada vez que duermo sueño con ella, cada vez que estoy triste el pensar en ella me levanta el ánimo. No me puede abandonar de esta forma.

—¡Mentirosa!— grité, lleno de rabia. Aún estaba de pie, tenía las manos hechas puños sólidos, mi nudillos se habían vuelto blancos gracias a que las estaba apretando muy fuerte. Estoy a punto de perder los estribos.

— ¿No crees que te estas excediendo? Sólo somos amigos— murmuró con la mirada clavada en el suelo.

      Mi pupila se encogió, los músculos se me tensaron, pude ver como una lágrima resbalaba por su mejilla. Esas misma palabras le dije yo a Renji, cuando estábamos en el hospital hace unos días, ahora lo entiendo. No es que me exceda o no, no estoy rebasando ningún límite.

—Ambos seremos felices— dijo, mirándome a los ojos, las lágrimas resbalaban por sus mejillas y caían de su mentón —. Tú te casarás con Inoue y formarás una familia al igual que yo con Aizen. 

— ¡Deja de decir estupideces, idiota!

— ¡Pero es la verdad!

      No quiero creerle, no voy a creerle.

—Eres egoísta— musitó —. No quieres que yo me case pero tú si te puedes casar, ¿no es así?

—Te equivocas, lo mío es mucho más complicado— balbuceo —. Tú eres la que ha decidido esto de repente, podría apostar que ni siquiera lo conoces lo suficiente como para casarte.

      Ella enarcó una ceja.

— ¿Y tú si conoces lo suficiente a tu prometida, Ichigo?

      'No te cases, Rukia' dije en mi fuero interno.

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T.T Minaaaa!

    Me duele el kokoro cuando escribo estos capítulos. Siempre estoy como de: ¡maldita escritora haz que se besen ya! y luego me doy cuenta que la escritora soy yo xD En fin, espero que les haya gustado el capítulo de hoy. Besos. Los amo.

Recuerden:

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P.D.: Por si no lo notaron, la imagen en galería es la primer imagen Ichiruki en el Fanfic .-. lo sé eso es deprimente.