25 de Abril de 2014. Los ángeles, NY
Querido padre:
Muchos me dicen que cuando una persona muere hay que dajarlo descansar en paz y no sufrir por ellos, pero como no sufrir por aquel hombre que me había dado la vida sin darmela, que había sido mi eterna compañía cuando estaba sola, tu y sólo tu sabes aun que no seas mi padre, cada parte de mi. Cada gesto mio, cada palabra, cada sonrisa, el motivo de mis lágrimas.
No te voy a hablar de porque eres mi padre y yo tu hija, pero me gustaría que ahora que tu estás en camino al cielo, sepas que siempre te voy a recordar y que una parte de mi corazón o quizás todo se va contigo con tu aroma, con tus te amo, con tus abrazos, besos y también tus retos.
Te prometo ser feliz mi loco Ernes, pero tú prometeme cuidarme desde allí.
Te amo con todo mi corazón y te dejo ir en paz.
Joco❤- ¿Ese papel es para Ernes?
Eso me lo había preguntado Lissa la hermana de mi padre. Una mujer de unos veintricuatro años, alta, ojos azules y un pelo rubio muy envidiable. Ella y yo no teníamos una relación de tía a sobrina y gracias a dios se que nunca me veré obligada a ternerla.
- Si, es una carta y es para mi padre.
- Eso lo tendrías que haber hecho antes niña, ahora sabes que el nunca leerá tu carta.
Ella me había dicho eso porque a pesar de que Ernes sabía que lo amaba con todo mi corazón, yo nunca había sido demostrativa con el, era algo que Ernes siempre charlaba con mi tía lissa y ella se encargaba de decírmelo, digamos que a ella no le gustaba que su hermano se este haciendo cargo de una niña que ni siquiera era hija propia de él.
- Mi padre sabía que yo lo amaba y creo que no era necesario escribirle unas lineas para que lo sepa, pero esta era una buena oportunidad.
- Pero ahora lo estás haciendo niña y es tarde, ni siquiera eres una Humpfry y eso se nota a kilómetros de distancia, no te pareces en nada a tu padre.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, cada vez que me mencionaban que no era una Humpfry y que Ernes tuvo que hacerse cargo de mi, una pobre niña sin padre y sin madre es inevitable que me pase esto. Pero a la vez me siento mas Humpfry que nadie porque me crié con uno y tengo los mismos valores que él.
- Disculpame tía Lissa pero toda esta gente que esta aquí es por puro compromiso porque ni ese viejo de ahí, ni esa prostituta de ahí saben de que murió mi padre y si hablamos de ser Humpfry tu tampoco lo eres.
- Eres una niña insolente como te atreves a decir eso, así como si no doliera.
- Que hipócrita eres.
Lissa y yo teníamos una relación tan distanciada ya que ella amaba con todas sus fuerzas a mi padre y le había dolido que el dejara su carrera de medico por hacerse cargo de mí, lo que ella nunca comprendió que fue una decisión de Ernes y que yo no tenia la culpa. Las dos teníamos pocos años de diferencia.
Entre lágrimas escucho una voz que no conocía pero que sentía muy familiar al escucharla.
- ¿Tu eres Joco?
- Si, ustedes ¿Quienes son?
- Eva. - Ven viejo acercare aquí esta la famosa Joco.- El es mi esposo, Franchesco.
- ¿Que tal joco?.- Permitenos presentarnos. Eva y Franchesco Humpfry.
- Ustedes son...
- Los padres de Ernes.
Se me heló la piel, no podía mover un musculo más, Ernes nunca me había hablado de sus padres, el solo me decía que estaban muy lejos y que si las cosas se acomodaban algún día los conocería pero sinceramente a el no le gustaba hablar de ellos. Valla sorpresa tenía ¿Abuelos?.
-Mucho gusto! Soy Joco Humpfry.
- Si, lo sabemos en las cartas que nos enviaba Ernes gran parte de ella hablaba de ti.
-¿Mi padre les enviaba cartas?.
- Así es, mas que cartas, respuestas el nunca era el primero en escribirnos. ¿Alguna vez te hablo de nosotros?.
- No mucho, a decir verdad cada vez que preguntaba por ustedes la respuesta de mi padre no era tan buena.
- Lo hemos hecho sufrir mucho a nuestro pobre Ernes es normal que no quiera hablar de nosotros. Pero aquí estamos para recompesarlo y hacerlo feliz desde aquí.
Por mi mente pensé : "Que hacen aquí estos locos, si solo lo lloran un poco dejan una flor en su tumba, se van y encima pretenden "hacerlo feliz" que raro todo esto.
- Y como creen que van hacerlo feliz si el ya no esta aquí, perdón la falta de respeto pero eso tendrían que haberlo hecho antes, ahora que caso tiene.
- Antes de irse el nos dejó la última y más importante carta.- Dijo Eva. El hablaba de ti y de tu futuro. Y nosotros estamos dispuestos a cumplir lo que el nos pedía ahí.
- ¿Hablando de mi?
Sentí como la piel se convertía en piel de pollo, y el corazón me latía muy fuerte. ¿Que había dicho mi padre en esa carta?
- Si pequeña, tu eras y seras aunque el no este aquí lo mas hermoso y preciado para él. Solo te digo que el nos pedía que hagamos algo contigo, tu solo tienes que estar dispuesta a cumplir con lo que tu padre quería y nosotros te ayudaremos.-Fueron las palabras de Franchesco.
- Solo dejenme leer la carta y yo veré si estoy lista.
Vi como Franchesco saco del bolsillo interior de su saco un sobre donde estarían las palabras más importantes para mi en ese momento.
- Aquí tienes nena.
Sentí sus manos tibias y arrugadas típico cuando tocas a un anciano, pero la sensación fue otra, digamos algo mas familiar.
- Te visitaremos pasado mañana, sabemos donde vives. Nuestras condolencias para ti y esperamos que tomes la mejor decisión.- Eva se despidió con esas palabras qué recorrerían mi mente en las próximas horas.
Vi como todos ya se estaban yendo y sólo me quedaba a mi despedirme de mi Ernes.
- Adiós papá. Ayudame a tomar la mejor decisión.
Deje mi carta y mi rosa sobre el cajón y este mismo empezó a bajar lentamente.
Me fui alejando, nada más de mi importancia había ahí, sólo esos dos viejos que tanto me llamaban la atención.- Conociste a tus "abuelos" por lo que veo.- Escuche decir a Lissa.
- Oye, mira ellos me hablaron de una carta que dejo papá donde el escribio de mi y sobre algo que quería que hagan conmigo.
- Y tu ¿Que quieres? ¿Que te diga si puedes confiar en ellos o no?. Pues si es eso te digo que si, siempre supieron guardar mis secretos, pero con mi hermano fueron totalmente diferentes y esos es algo que siempre les reprochare, has lo que quieras niña.
- ¿Malos?.- ¿Porque diría eso si ellos dos fueron quienes la adoptaron y le dieron una vida mejor?.
- Algún día te contare la historia, solo te digo que puedes confiar, eso depende de ti.
- ¿Volverás a Brasil?
- Mañana mismo, estaba aquí sólo por tu padre y como Ernes no esta más aquí no tengo mas nada que hacer.
- Buen viaje.- Le dije muy seca pero queriendo hacerle saber que agradecía que este aquí.
- Gracias niña, quizás te vuelva a ver algún día, quien dice en el funeral de aquellos dos.- Señalando a Eva y Franchesco.-.
Ella estaba muy dolida con sus padres y nunca supe porqué, no era de esas hijas que van al menos una o dos veces por semana a la casa de sus padres a visitarlos ella mas bien, si los veía una o dos veces al año era demasiado y quizás esas veces solo era para pedirle plata. Mi tía lissa era así, una persona muy fría excepto con mi padre, quien sabe que tan dura fue la vida para que ella sea así.
Había terminado todo, ya no había nadie en el centerio, solo yo y mis ganas infinitas de que mi padre este aquí conmigo y que esa enfermedad nunca lo hubiera sacado de mi lado, fue triste encontrarme con la noticia de que él mi eterno Ernes tenía Cáncer en la sangre, Leucemia y lo peor de todo que el sabia que estaba muriendo y nunca me lo dijo.
ESTÁS LEYENDO
Ciudad De Las Luces
RandomJoco una adolescente de Diecisiete años tras la muerte de su padre, se ve obligada a cumplir cierta misión que él le deja escrita en su última carta. A partir de ahí ella vive una historia de amor, y de heroísmo que jamás pensó vivir.