****Narra Saruhiko****
Si.No sabia qué pensar.Pero estaba hecho.Ese hombre me quitó lo poco que tenia y me atravesó con su navaja-láser de lado a lado. Morí sin ninguna razón, pero se que valió la pena: salve al amor de mi vida. Me hubiera gustado verlo sonreír nuevamente...así no contaría esta historia.
Dos horas antes estaba en mi laboratorio, haciendo esa valiosa pieza, cuando sonó mi PDA avisando que llamaba Akiyama. Pensé que seguiría insistiendo en el asunto de salir un rato a sentir la "vibra".Estábamos en guerra, nuestra nación luchaba contra el país vecino siendo que antes eramos pueblos hermanos.Acepte la conversación y mi PDA mostró un holograma de Akiyama.
-¿Que quieres?-le dije con indiferencia-
-¿Ya lo pensaste?- me pregunto-
Sabia lo que seguía, así que volví al trabajo .
-¿Pensar en que?-le conteste.
-Lo del otro día...recuerda que estamos en guerra y nos sentimos muy preocupados porque te pueda pasar algo- dijo Akiyama-
-Ya te dije mil y una vez que no volveré- conteste algo irritado-
-¡No puedes hacer eso!...tienes que venir con nosotros, seguir adelante.Ten en cuenta que aquí estarás seguro.-dijo Akiyama gritándome muy enojado.
-Mira, tengo muchas cosas que hacer, así que hablamos luego- conteste-
-¡No,no hablaremos luego! Creo que olvidaste que estamos en guerra y morirás si te quedas.Entiende, no puedes seguir con el proyecto de tu padre: no puedes hacer órganos de uranio; si el no pudo, tu tampoco, así que...-dijo Akiyama, pero lo interrumpí.
-¡Cállate Akiyama!-dije gritándole fuera de control.De tenerlo cara a cara lo hubiera golpeado.
-Yo lo voy a lograr, solo necesito tiempo.Se que puedo hacerlo-le comente.
-Piénsalo, espero que entres en razón- dijo Akiyama y su holograma se esfumo.
-No sabia que sentir y pensar en ese instante: miedo, enojo, preocupación, tristeza.No lo sabia, pero eso no importaba-
El proyecto en el que trabajaba mi padre, un científico incomprendido, se enfocaba en crear órganos de uranio, los cuales podrían usarse para trasplantes en humanos y serian accesibles para todos, pues en el año 3015 este elemento era sumamente barato.
Continué trabajando tratando de evadir pensamientos sobre la discusión que tuve con mi único amigo. Decidí pensar en el, en la primera vez que lo vi y quede enamorado al instante. Pensé en sus piernas moviéndose al ritmo de la música...solo el me llamaba mi atención.
Me faltaba solo algunos detalles, así que con mi bisturí-láser hice unos cortes y moldee el órgano artificial con el antiguo martillo de mi padre, una herramienta que se uso en el siglo XX. pero que ahora estaba en desuso.
Pasaron algunos minutos, que para mi fueron horas, y termine aquella frágil pieza.Palpitaba dulcemente, como el ritmo de una sinfonía y, pese a su color gris, parecía muy alegre.
Tome el órgano y o introduje delicadamente en un contenedor criogénico para llevarlo al sótano. Allí estaba el, florecía en ese oscuro lugar como una luciérnaga, con cables y agujas por todos lados.Me acerque y probé la suavidad de sus labios.El me sonrió. Me di cuenta que el esfuerzo que hice durante estos últimos dos años no fue en vano.
-Hoy termine tu corazón, cariño.Pronto podrás volver a bailar- le dije dulcemente.
Termine de colocárselo y volvió a bailar como solía hacerlo, como el vuelo de un ángel. .Salí a caminar y pensar un rato si debía ir con Akiyama o no, después de todo, había cumplido mi misión.
Era de noche, caminaba cercas de mi departamento en un barrio olvidado.No sabia que esa noche seria mi fin...