Celestial Fire (7)

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7-Este es mi cuarto
Después del último trabajo, no habían salido a más ninguno, de hecho, no se habían visto desde entonces.
Lucy no se había pasado por el gremio como en 3 días. Decidió quedarse en casa escribiendo, descansando, y tratando de olvidar o asimilar todo lo que había ocurrido, era una locura que a ella le gustara un mago que evidentemente no estaba muy interesado en ese tipo de relación con ella, o con nadie, quien sabe en lo que estaba el interesado. Pero, si algo era seguro, era que no era el amor. Natsu no era más que un chico demasiado alegre, enérgico e infantil. Ella no solía enamorarse con tanta facilidad, en realidad, era la primera vez que se sentía así por alguien...un momento...acababa de pensar en estar enamorada? Genial, recién se había dado cuenta de que le gustaba y ya estaba hablando de amor.
Ese día, como de costumbre, se levantó temprano, desayuno, se cambió de ropa y se sentó a trabajar en su novela.
Hasta hace poco, la historia era de misterio, pero sin saber muy bien cómo, se había convertido en una historia de amor secreta, peligrosa y prohibida, con un final probable de muerte y dolor. Desde que se habían dado los acontecimientos sobre el dragonslayer, ya había avanzado unas 37 páginas, cosa que tampoco era muy normal pues la chica acostumbraba a ser un tanto lenta. Claro...en eso también estaba influyendo Natsu, o, más bien, sus sentimientos por él.
Las horas pasaron tan rápido mientras la pluma rasgaba el papel y garabateaba palabras aisladas que poco a poco se convertían en una frase y así en un texto, y dos, y tres, que cuando la rubia poso su mirada en el reloj ya eran las 7 y el sol se estaba ocultando a través de la ventana.
Se enderezo, y luego de estirarse se encamino al cuarto de baño en busca de una relajante estancia en la bañera.
Una vez dentro cerró los ojos y tratando de poner la mente en blanco, acabo pensando en él. Es su cabello extraño, sus ojos alegres, su sonrisa juguetona, su cuerpo medio cubierto y bien marcado, su bufanda inseparable, incluso más que Happy, sus frases sin sentido, las que si lo tenían, sus peleas descabelladas y oportunistas con el mago de hielo, en su mano cálida acariciando su rostro, en sus labios rozando su pelo, todo, absolutamente todo, y sin siquiera darse cuenta una lagrima cayó al agua haciéndola derramar muchas más.
Plue salió del fondo un poco derretido, ella lo estrechó entre sus brazos buscando consuelo, y aunque no fue del todo satisfactorio, fue suficiente para hacerla detenerse.
Salió de la bañera, se secó, y se envolvió en la toalla. Después de dirigirse una mirada de apoyo a sí misma en el espejo, se dirigió a su habitación. Pero...
Que están haciendo aquí?!!!-grito histérica cuando vio al gato azul dormitando en una de sus gavetas y al mago en su cama completamente dormido.
Shhh, que ruidosa eres-dijo en felino.
Qué?, pero, este es mi cuarto, que hacen aquí? Y por donde entraron?-dijo ahora más bajo, para no molestar a su...algo.
Por la ventana, Natsu dijo que no podía dormir y salimos a caminar, terminamos frente a tu casa y dijo que tal vez si podría coger el sueño cerca de ti, parece que tu olor lo relaja-dijo Happy dejando a la rubia un poco confundida...bastante de hecho. Ella soltó un largo suspiro pero se resignó y lo dejo que durmiera ahí, un día no le haría mal a nadie.
Se vistió y se acostó junto a la cama en un fotón improvisado, y aunque creyó que no podría conciliar el sueño, la sensación de tenerlo tan cerca, la llevo directa a los brazos de Morfeo.

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