Celestial Fire (11)

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11-Puede que...
Ese día, por la noche, el mago de fuego decidió hacer una de sus acostumbradas visitas a su recién descubierto amor, solo por verla un rato más, pero cuando llego, ella no estaba.
Sin nada más que hacer, el chico comenzó a pasear por la habitación, le echo una ojeada a los libros que tenía la rubia, husmeo un poco entre sus cremas y lociones para intentar averiguar cuál le daba ese olor, pero no lo encontró, ni en su champú, ni su perfume, ese debía ser su aroma natural, fresco y delicioso. Se lanzó a la cama después de dar otro par de vueltas, abrazo la almohada de la rubia y cerró los ojos para imaginársela entre sus brazos, un rato después se escuchó la puerta cerrarse.
La chica se acercó a la cama, lo observo un instante y luego de torcer los ojos, se dirigió al baño.
Él se puso nervioso, algo realmente raro, pues hacia esto casi a diario hasta hace poco. Se removió incomodo en el colchón, e intento no pensar que del otro lado de la puerta se encontraba la chica que le gustaba, tomando un baño sin siquiera imaginarse que en su cama había un mago haciendo un esfuerzo sobrehumano por no ir corriendo hacia ella y hacer eso que nunca había hecho...besarla.
Luego de un rato la ducha se cerró, y la chica salió envuelta en una toalla al cuarto, se puso su ropa de dormir y se acercó al chico del cabello rosa.
Oye, Natsu, si supieras que tenerte aquí me es difícil, lo harías?-pregunto ella sin esperar respuesta, pues a su parecer él estaba durmiendo-aunque, si lo supieras, tal vez, te apartaras aún mas de mí, después de todo debe ser molesto tener a una maga inútil sintiendo cosas por ti-continuo ella, él, por miedo, siguió fingiendo-cada vez que duermes aquí, termino abrazando mis sabanas y llorando, porque, aunque sé que nunca tendré el valor para decírtelo cara a cara, tu, me gustas, me gustas mucho, tal vez, puede que...incluso...te quiera-termino ella con la voz quebrada y los ojos bañados en lágrimas, llevo sus manos a su rostro y se dejo derrumbar. Eso ya sí que era demasiado para él.
Se medio incorporo quedando frente a ella, quien estaba sentada en el borde de la cama. Tomo sus manos entre las suyas, y ella levanto el rostro asombrada, él ignoro su chillido de sorpresa y llevo sus labios a su rostro, besando una a una las lágrimas que caían por sus mejillas y luego los poso suavemente en los de ella. La maga se quedó un poco helada ante el repentino contacto, pero luego de un momento cerro los ojos y se dejó llevar por el encantador y delicado ritmo de los labios del mayor. Una mano del chico se colocó en el costado de su rostro acariciándolo suavemente con la punta de sus dedos, y la otra la entrelazo con la de la chica.
Yo también-dijo él cuando al fin rompieron el tierno beso-aunque no sé muy bien lo que es que te guste alguien y no se darme cuenta, creo que el hecho de que te necesite a mi lado para poder respirar, que me den ganas de matar a cada chico que se te acerca, que cada sonrisa tuya me robe el aliento, que tu olor sea lo único que me hace dormir sin tener que creer que eres un sueño, es motivo suficiente para creer que me gustas, y quizás, también te quiera-la chica dejo escapar una leve sonrisa, haciéndolo reír a él también. El peli rosa coloco su agarre ahora en la cintura de la rubia y en su nuca propinándole un beso mucho más profundo y apasionado, recostándola debajo de el en la cama.
Te amo...Natsu...-susurro para luego entregarse completamente a la sensación de los labios del chico que amaba sobre los suyos.

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