Entró por la puerta principal de la gran iglesia, notando que había interrumpido en medio de la ceremonia, y vió como al hacerlo, las miradas de las personas allí presentes se posaban en él.
Y allí los vió. Ambos estaban tomados de las manos, mirándose a los ojos.
Entonces los ojos del pelinegro se posaron en él, sorprendiéndose al verlo de pie allí, mirándolo.
—Jeon Jeongguk, ¿Aceptas como tu legítimo esposo a Kim TaeHyung, para amarlo, respetarlo, en la salud y enfermedad hasta que la muerte los separe?
El pelinegro no respondió. Simplemente se quedó observando a Jimin, sin poder hablar.
Taehyung lo miró, esperando una respuesta, al igual que el padre, ambos mirándolos expetantes.
Pero no habló, el menor aún seguía mirando al castaño.
Luego de varios segundos en silencio, los ojos del pelinegro se posaron en el rubio frente a él y Jimin quiso llorar al pensar que el menor iba a aceptar. Al saber que... ya nunca volvería a besarlo y acariciarlo... Estaba a punto de voltearse y irse de aquel lugar, pero no lo hizo al escuchar la voz del pelinegro.
—No...—Contestó por fin, sacándose el anillo, para luego entregárselo a Taehyung, quién ya estaba hecho un mar de lágrimas—, lo siento Tae...
Rápidamente, Jimin salió de aquel lugar y comenzó a correr hasta el parque en el que había conocido al pelinegro por primera vez, para una vez allí, sentarse en el césped, observando en silencio el lugar, intentando calmar su agitada respiración.
Miró a sus zapatos, hasta que sentió como alguien se detenía frente a él, levantando la mirada dudoso, para encontrarse con los ojos del menor sobre los suyos.
Jungkook le sonrió al mayor, logrando que éste sonríera también.
—No...—Dijo en un susurro, mientras se sentaba junto al castaño, ganándose una confundida mirada por parte de éste.
—¿No qué?
Jungkook rió bajo.—Lo que me habías preguntado la última vez que nos vimos...—Hizo una pequeña pausa para luego volver a hablar—, sobre... su alguna vez me había enamorado de alguien que no seas tú... la respuesta es no—Le sonrió a Jimin y éste juró sentir como su corazón se aceleraba ante tal acción—. Jamás voy a enamorarme de alguien como lo hice de ti, jamás voy a amar a alguien como lo hago contigo, Park JiMin.
El mayor le devolvió la sonrisa y se acercó lentamente a él, viendo como el contrario sonreía sobre sus labios, para luego cortar la poca distancia que los separaba, uniendo sus labios en un lento y tierno beso, siendo correspondido inmediatamente por el menor.
—Te amo...
—Te amo Jimin...
