LAS DIVERSAS FORMAS DE MATAR A BORIS ÀNGEL

Ante todo salud y dicha al amigo lector

PARTE 1:

-La verdad es que en la vida he recogido lo que he sembrado. Pero como a la mayoría de los desvergonzados eso me importa muy poco. Si el espantoso sonido de un cañón y mil pesadillas me han dado para comer que se le va hacer. Si eso es lo que soy, para eso nací-

-La vida de un asesino a sueldo es la más lamentable lo puedo asegurar. Aquellos que crean que el matar a otro ser humano es tan divertido como en las películas o un juego de video déjenme decirles que son unos Idiotas magistrales o por lo menos eso pienso yo. Lo peor de esta vida es pensar en nuestra propia muerte. Pero yo no estoy aquí para aburrirlos con los pensamientos patéticos de un mal hombre sino contarles acerca de la vez en que deseè con todas mis fuerzas matar a alguien y de todo el empeño que puse en ello y de cómo resultó en un inesperado desenlace. Así que si son susceptibles lo mejor es que no sigan leyendo y vayan a verse alguna caricatura o comerse un helado de fresa o algo por el estilo. Dicho esto comencemos:

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NOMBRE: Boris Ángel
EDAD: Desconocido
ESTADO CIVIL: Soltero
RESIDENCIA: Desconocido
PROFESIÓN: Profesor
LUGAR DE TRABAJO: Secundaria Dante

-Esta fue la única información que recibí acerca del tipo que debía matar, esta información y una foto del sujeto. Un hombre de edad entre los treinta y cinco y cuarenta de cabello negro muy oscuro con indicios de calvicie, mejillas colgantes y lisas y una nariz algo chata. Su cara tenía toda la estricta actitud de un profesor. Cuando "El gorro" me trajo el sobre con los datos ya mencionados se veía algo entusiasmado. En su asquerosa cara se ensanchaba una asquerosa sonrisa mientras me decía: "El negocio está prosperando". Esto lo decía porque los que habían contratado mis servicios parecía gente importante. De saco y corbata como dirían. "El gorro" era mi conexión con los clientes ya que no soy muy sociable y nada hermoso. Él era así como el manager de un asesino. Lo conocí en un bar y después de unas cervezas nuestra tenebrosa asociación quedó fundada. Como a menudo pasa en el país del hambre-

-Con la miserable información que tenía salí de mi humilde apartamento como un depredador tras su presa. Ya empezaba a organizar mis ideas. Los clientes habían dicho discreción lo cual en nuestro negocio quería decir que en la manera posible la muerte del hombre pareciera un accidente. Y para planear el accidente necesitaba conocer el entorno del futuro cadáver. El único trozo importante de la información de "El gorro" me lo decía: La secundaria Dante-

-Nunca fui a la escuela pero siempre admirè a las personas que se dedicaban a enseñar a otros. Pero mientras conducía mi auto rumbo a la secundaria Dante en el distrito Amelia eso no tenía la menor importancia, en mi mente el tal Boris ya estaba muerto-

-Cuando lleguè a mi destino los estudiantes se habían marchado y lo hacían los profesores. Por fin vi a mi objetivo, era más bajo de lo que pensaba. No tenía cara de sindicalista así que no era por eso que lo querían muerto. Lo vi subir a su diminuto auto y conducir con una velocidad tan baja que me hubiese sido más fácil provocar un accidente automovilístico a la caravana del papa-

-Después de un siglo y medio llegò a su hogar. Vivía en un edificio de una mugrienta calle, me bajè del auto y lo seguí hasta ver en qué apartamento vivía luego di media vuelta y me marchè. Era todo por ese día. La paciencia es necesaria cuando uno va a matar a alguien-

-En la mañana del día siguiente temprano me encontraba dentro del apartamento de Boris Ángel. La cerradura de la puerta era de las modernas, muy fácil de abrir. El hombre era un perfeccionista cada cosa estaba en su lugar exacto e impecable. Mientras atravesaba la sala escuchè un golpe sordo y luego un ladrido-