Mangel:
La fiesta en casa de Maximus finalizó y Rubius me invitó a su casa. Mañana se mudaría a un nuevo departamento ya que había gente pesada que encontraron su casa y parecían unos putos locos acosasadores.
En lo de Maximus, bebimos sin parar, estabamos demasiado ebrios.
-Rubius nos vamos ya, estoy cansado tío- Me sonrió, y nos despedimos de nuestros amigos. Todo el trayecto hacía su departamento nos la pasamos riendo y hablando gilipolleces sin sentido. Estabamos pedisimos.
-¿Por las escaleras o por el ascensor? - Me dio una mirada pícara, y señalé el elevador. Vale en ese elevador pasaron bastantes cosas, cosas que no eran de amigos. Nosotros no teníamos nada serio, era solo follar entre amigos...si eso.
Como era de noche, nadie tomaba el ascensor, y era mejor para ambos.
-Primero las damas- Le pase la mano por la espalda mientras el se dirigia al ascensor. La puerta se cerró, y lo acorrale contra la pared, apoyando mis manos a los lados de su cara.-Quiero ser tuyo- Me dio una mirada lasciva y me mordí el labio viendo su boca y dirigí mi mirada rápidamente a su entrepierna y sonreí.
-Siempre fuiste mío- Mientras me apoyaba con una mano en la pared, con la otra le acaricie los labios. El ascensor empezó a subir pero se detuvo de repente. Miramos divertidos, al estar ebrios no nos importaba nada. Puse mis manos en su cintura, mientras hacia un vaivén que hacia que rozáramos nuestra zona baja. No lo podiamos sentir, porqué estabamos con pantalones pero madre mía que me ponía cachondo. Levante su remera, y después levante la mía, y las lancé al otro lado del elevador. Empecé a besarle y lamerle el cuello, y fui bajando para besarle las clavículas. Baje mas y me encontré con sus pezones, los cuales empece a lamer enteros, haciendo circulos con mi lengua. Lo conocía tan bien que sabía cuanto le ponía que tengs contacto con sus pezones. Empezo a jadear, mientras tomaba mi pelo y lo tiraba violentamente. Baje hasta su ombligo y di varios besos en todo su estómago. Por alguna extraña razón, su vientre era lo que mas me gustaba de el. Bueno su vientre y.....eso.
Me arrodille en el suelo, mientras desabrochaba el botón de su pantalón y los empecé a bajar. Dejé a la vista sus boxers azules y toque por arriba de estos su polla. Lo estaba poniendo de una manera que me iba a llevar a la locura. Finalmente baje su boxer y me encontré con su notable ereccion. Empecé a tocar toda su longitud, y luego la agarré con la diestra, no muy fuerte ni muy despacio. Vi líquido preseminal empezar a salir y comencé a lamerlo. Como no me entraba todo en le boca, tuve que masturbar la parte que no llegaban mis labios. El ascensor se llenó de gemidos por parte de ambos y el se corrió en mi boca.
-Traga- Tal como me lo pidió, trague todo su semen. Me relami los labios y me pare para poder encontrar su boca. Puse mis manos en sus nalgas, mientras jugaba con nuestras lenguas, una tratando de controlar la otra. Y como Ruben era demasiaso pasivo, yo gane el juego de lenguas. Empecé a pellizcar unas de sus nalgas, mientras le dabq caricias y la dejaba totalmente roja. La punta de su pene estaba totalmente roja y tenía la polla bastante grande, mas de lo normal.
-Date vuelta- Rubius obedeció y se estampó contra la pared, apoyando su cuerpo totalmente en esta.
-Complaceme Mangel- Con mis manos, le fui abriendo un poco el culo mientras divisaba su entrada. Introduci un dedo, mientras hacía movimientoss circulares dentro de su ano. Ruben gimió alto mientras me pedía más y más. Metí dos dedos de golpe y se apegó mas contra la pared. Cerraba mis dedos dentro de él como si de una tijera se tratase. Sin su permiso, meti el tercer dedo mientas los dos gemiamos. Saque mi mano, para empezar a tocarlo pero esta vez más rápido y en ese momento empecé a introducir rápidamente mi polla. No me iba a quedar quieto para que se acostumbre, ya que haciamos esto casi todos los días y estaba acostumbrado. Con mi mano libre, agarré mi miembro y lo introducía completamente en el. Le di besos en el cuello y otros en su clavícula mientras llegaba hasta su próstata. Hacía un vaivén rápido y duro, me encantaba adentrarme en él. Cuando sentía una electricidad pasar por mi espalsa, saque mi polla y me toque la punta para correrme en sus nalgas y tome el semen con mis dedos e introduci mi dedo con semen devuelta en él. Lo masturbaba con mi otra mano cada vez mas rápido hasta que se corrio y saque mi dedo que se alojaba dentro de él. Lo di vuelta y le bese furiosamente los labios y le mordí el inferior.
Nos vestimos y en ese momento el ascensor volvió a funcionar y llegamos a su departamento.
Entramos y me miró pícaro, ¿acaso quería hacerlo devuelta?. No me molestaría en lo absoluto...
Se dirigió a su cuarto y cuando volvió, tenia varios consoladores y una jeringuilla. Que sabíamos perfectamente para que servía.
-¿Lo hacemos devuelta bebé?
-Lo haría cuantas veces quieras solo para complacerte amor.